Mi colega de profesión Raúl Páramo me puso en la pìsta de la Carta de Valores que la empresa Pepephone ha enviado a sus clientes, la cual actualmente corre como la pólvora por la Red.
En un blog como este, enfocado al intercambio ético entre empresas y personas, CELEBRAMOS la existencia de esta iniciativa. Personalmente tras leer el texto he decidido hacerme cliente de la compañía, pero no penséis que ha sido por impulso, más bien ha sido «por instinto»: necesito confirmar que esto es verdad (ya sé que es posible).
Si disponéis de cuatro o cinco minutos os recomiendo que leais el texto completo, donde se leen perlitas como estas:
«En Pepephone tenemos claro nuestro objetivo y creemos que es más rentable convencer a un cliente con un servicio razonable y un trato normal y sencillo que comprarlo o agasajarlo con supuestos regalos para luego retenerlo judicialmente con cláusulas abusivas.»
«Cuando quieras irte, no te molestaremos para convencerte de que te quedes. Te podrás marchar con la misma libertad que cuando viniste, y sin tener que responder a ninguna pregunta, ni mucho menos pasar por la humillación de ver que te llamamos para ofrecerte, si te quedas, una oferta mejor que la que tenías.»
«No podemos evitar cometer fallos ni que tengas problemas porque somos personas normales como tú, y no máquinas, pero sí podemos responder de forma razonable cuando ocurren. Si te pasa algo, lo resolveremos a toda velocidad y, si te ha causado algún inconveniente, casi siempre verás que nos auto aplicamos una indemnización muy superior a las pobres indemnizaciones que la ley contempla.»
Desde luego, alguien en Pepephone ha frotado la lámpara porque conoce a la perfección el genio que duerme en el deseo de los consumidores de telefonía móvil. Si entrais a leer la carta, os recomiendo que no os vayais sin echar un vistazo a los comentarios que dejan los clientes en el blog. Algún ejemplo:
«Hace dos años que estoy en Pepephone y no me he cansado de promulgar a los cuatro vientos lo contento que estoy con el servicio. Es verdad que el cliente es el mejor comercial, porque durante todo este tiempo he convencido al menos a 7 personas. Servicios como este es lo que deberia ser lo normal, y no compañias donde pagas mas del doble por el servicio y ademas te llevas un movil con obsolescencia programada. Gracias Pepephone.»
«La leí de cabo a rabo, no le sobra ni una coma. Dicen verdades como templos. Los recomiendo siempre que puedo y ya es quinta linea que porto con ustedes (mi mujer, mis padres, mi hermana y mi suegra), vamos todos encantados del servicio y el ahorro. Solo rogarles una cosa, que nunca cambien.»
Aquí os dejo el link a la Carta de Valores de Pepehone. Muchas gracias Raúl por ponerme sobre esta pista 🙂