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5,4 millones de internautas españoles se muestran permeables a realizar contribuciones económicas a iniciativas solidarias. Y la fórmula preferida es el apoyo puntual a proyectos concretos, muy por encima del clásico pago de una cuota periódica a una organización.

Son datos extraídos del estudio «La Solidaridad y Yo en Internet», que Two Much research studio y Netquest hicimos en septiembre de 2011 por encargo de iwith.org, una ONG fundada en 2001 cuya misión es prestar servicios de tecnología de la comunicación a otras ONG’s, en los cinco continentes.

Los resultados del estudio se encuentran disponibles para su descarga gratuita en estos enlaces de Slideshare:

Versión principales conclusiones (30 páginas); Versión informe completo (100 páginas).

En este post os dejamos con una de las conclusiones más relevantes de esta investigación: en un video de 7 minutos hablamos del potencial que tiene el crowdfunding como medio para obtener apoyos económicos de la ciudadanía.

Mi buen amigo Pablo Sánchez Kohn me puso en la pista de esta TED Talk protagonizada por Hernán Casciari, fundador de Orsai, un proyecto que moviliza la energía ciudadana en torno a la producción cultural.

Se trata de una iniciativa -otra más- en la que las personas se aúnan en torno a un propósito común, forjando un nuevo canal de comuni-creación donde dar cauce a su necesidad. En este caso, un proyecto editorial independiente, sin intermediarios, que permite un intercambio franco y equilibrado entre creadores y lectores … generando riqueza.

Un buen ejemplo de los vientos que mueven estos nuevos tiempos. Orsai es vida efervescente, disponible y sumamente accesible.

Creo que te merecerá la pena dedicarle veinte minutos de tu calma.

La Red conecta ya a más de 2.000 millones de seres humanos y en los minutos que se tardan en leer este texto se sumarán varios miles más.

Encuentro fascinante la oportunidad de estar viviendo una época donde (casi) cualquier ser humano tiene amplias posibilidades de hacer escuchar su voz, sin gastar grandes sumas en la compra de espacios en los medios de comunicación.

Hoy tenemos la posibilidad de conversar con el mundo en un diálogo de ida y vuelta que se multiplica exponencialmente en la Red. Y ello constituye una gran oportunidad en esta época de incertidumbre, pues las personas, todas, tenemos un único dato estable, predecible y confiable: nuestra propia y singular manera de crear lo que queremos aportar al mundo.

Esa es nuestra marca, la marca personal. La única que nos acompañará toda nuestra vida.

Si eres un «inmigrante digital» y sientes que el mundo está cambiando en una mezcla de fascinación y vértigo.

Si intuyes -o concluyes- que los patrones aprendidos en el pasado se quedan cortos -no invalidados, pero sí cortos- para construir tu Aquí y Ahora profesional.

Si tienes la sensación de que podrías sacarle mucho más jugo en retorno a tu relación con el mundo a través de Internet.

Si quieres potenciar tu marca personal y/o la de tu organización, y todavía no tienes claro cómo priorizar tus acciones…

Óscar del Santo

Entonces te recomiendo que leas Reputación online para tod@s, el E-book que Óscar del Santo ha puesto en la red a disposición de todos nosotros de forma gratuita. ¡Muchas gracias Óscar!

Personalmente, tras leer este texto -en menos de dos horas- tengo más claro qué responsabilidad debo yo asumir, y qué briefing tengo que dar a la agencia de Social Media, para construir día a día la reputación de mi valor profesional y el de mi empresa.

Es un texto claro, ameno, MUY FÁCIL de leer y verdaderamente inspirador para quien esté construyendo una presencia sólida y coherente de su marca. No te dará las claves de tu marca, esas te pertenecen a ti porque, en expresión del genial Joan Jiménez: «nadie puede ser mejor tú que tú mismo».

Pero este libro de Óscar del Santo te dará el empujoncito que necesitas para sentirte capaz de pilotar a los mandos de tu marca en la Red. Creo que merece la pena que inviertas ese par de horas de tu vida.

REPUTACION ONLINE PARA TOD@S

Serie Cuba 2009 by Rubén Morales

Las empresas hacen cosas que intercambian con personas. Dependiendo de cómo concibas a las personas, así te plantearás las cosas que haces.

Si concibes a tus clientes como eso, como “simples” clientes, tu pensamiento se encaminará a crear productos con buenas prestaciones. Pero si añades tres capas de interés y concibes a tus clientes también como ciudadanos, seres humanos y seres vivos, tus creaciones tenderán a incluir beneficios que no sólo son las prestaciones del producto. Entrarás en el ámbito de las vivencias positivas y la gente no vendrá a ti sólo por tus productos (que son imitables), sino también por cómo eres (eso es único) y sobre todo por cómo les haces sentir (eso es inolvidable).

Así de simple … y así de rentable.


¿Es lo mismo un cliente fiel que un cliente fidelizado? Yo creo que no se trata de una cuestión semántica, sino que hay algo de fondo.

En mi opinión el cliente fiel es aquel que se consigue mediante la satisfacción. Está básicamente conforme con el intercambio y por ello su patrón de compra tiende a buscar lo conocido, por bueno o conveniente para él

El cliente fidelizado va más allá. Es un cliente activo, quiere que te vaya bien con tu negocio, colabora en tu mejora continua, es un embajador de la marca que difunde sus bondades entre su círculo de relaciones. No sólo está satisfecho con lo que recibe sino que se muestra agradecido y desde ese sentimiento de gratitud actúa como un vector multiplicador.

No me refiero al cliente que “sólo” te prescribe cuando le preguntan, sino aquel que habla de ti espontáneamente porque quiere compartir con su gente ese hallazgo que eres tú.

¿Cómo puede una marca conseguir este tipo de clientes?

Este tipo de clientes se consigue cuando la marca se detiene a superar la pregunta clásica “¿cómo hacer clientes fieles?” y abre otra más comprometida: ¿cómo puedo ser fiel a mis clientes?

Este es el punto. No creo que la cuestión sea buscar nuevas respuestas a las preguntas de siempre; creo que la evolución está en hacer(nos) nuevas preguntas.

(la fotografía es de Rubén Morales, de la serie El cazador del Silencio).

Casi en cada esquina hay una enseñanza de la vida; me encanta.

En agosto de 2010 encontré la placa de la foto en la recepción del Camping Ciudad de Albarracín, precioso pueblo monumental en la provincia de Teruel (España). La foto no es muy buena, así que os transcribo el texto aquí:

«Sirva esta placa como muestra de nuestro sincero agradecimiento a Amparo, y a todo el personal del Camping Ciudad de Albarracín, por la inestimable ayuda a la hora de superar los problemas a los que nos vimos enfrentados durante los quince días de agosto del pasado año 2005.

Graham se lastimó la espalda y durante este tiempo, tanto su moto – una Harley Davidson – como él fueron cuidados atentamente. Un ejemplo de la sin igual hospitalidad española. Nos encanta su país.

Graham and Christine Tansley.
Stalham, Norfolk.
Inglaterra.
Junio 2006”

Esta muestra de agradecimiento me habla de la diferencia entre satisfacción y gratitud. Vayamos un momento al diccionario.

Satisfacer: “gustar a alguien algo que ocurre o se le hace porque es como lo desea o lo necesita o conforme a sus gustos.” Gratitud: “sentimiento que mueve a estimar el beneficio recibido y a corresponder a él de alguna manera.”

A mi entender la clave está en comprender que la gratitud es una emoción que lleva aparejado el deseo de corresponder, es decir lleva en sí misma el fermento de querer contribuir con valor a cambio del valor que se ha recibido. Por tanto, la gratitud nos activa.

La satisfacción, por su parte, nos aporta la comodidad y la tranquilidad de haber recibido lo que queremos y como lo queremos: se han cumplido los términos de lo pactado. Es un sentimiento que nos complace.

La satisfacción sacia necesidades, mientras que la gratitud moviliza hacia un nuevo intercambio.

Esa y no otra es la razón que ha llevado a Graham y Christine a corresponder con el Camping Ciudad de Albarracín en forma de reconocimiento público.

Subrayo lo de público porque me llama la atención el modo que los clientes han elegido para mostrar el agradecimiento. Podría haber sido una carta, un e-mail, un regalo … cualquier acto que quedara en la esfera íntima o privada. Pero no, Graham y Christine, movidos por la gratitud corresponden con una placa pensada para ser expuesta, para dejar constancia pública y que se enteren cuantas más personas mejor.

Quieren contarle al mundo el “inestimable” valor de lo recibido. Es su modo de contribuir con la supervivencia de Amparo y su equipo. Bello ejemplo de intercambio.

En los tiempos que corren: ¿Os imagináis lo que podría generar y obtener una marca que se planteara como cuestión estratégica ir más allá de la satisfacción del cliente para entrar en el terreno de la gratitud y movilizar en los clientes el deseo de corresponder?

Seguiremos hablando de ello.