Listado de la etiqueta: consumo ético

En este documental Ikea nos dice sin «ti» no hay nada que hacer. Ahora bien, no hace trampas.

Agradezco que un gigante como Ikea hable de la crisis ecológica del planeta desde un mensaje de esperanza, poniéndonos en el centro como consumidores-ciudadanos, pero sin enmarcarnos en esa narrativa de «todos somos responsables»,  «tenemos lo que nos generamos» …

Me gusta que dé un paso al frente y asuma el compromiso real de crear productos sostenibles inspirados por la economía circular, con calidad y precios asequibles. Así, está haciendo algo mucho más importante que ser una empresa sensible a los tiempos; está haciendo posible que millones de personas puedan ser éticas consigo mismas, comprando como ya piensan.

Desde este compromiso Ikea está siendo a la Sostenibilidad lo que J.K. Rowling a la Lectura.

Joan Melé trabaja en Triodos Bank, un banco diferente por transparente y ético. En esta entrevista en La 2 Joan habla sobre nuestra relación con el dinero.

Te la recomiendo entera, pero si no tienes tiempo ahora para disfrutarla te sugiero que veas del minuto 7:34 al 9:08.

Si te animas me encantaría saber qué te parece lo que nos dice Joan. Puedes escribirlo ahí abajo, en los comentarios. Muchas gracias!

Hoy se cumple un año de la botadura de este blog. Me siento muy feliz de nadar en vuestra compañía por este océano de colores, pleno de vida efervescente.

En homenaje al instante en que decidí desnudarme y entrar al agua os dejo con el mensaje que metí en la botella aquel 31 de enero de 2011. Un año después siento que lo escrito sigue inspirándome y llenando mi vida de notas desafiantes.

Gracias por estar ahí.

Del prólogo del ebook: Inteligencia Ética: la RSC de nueva generación. 2ª edición. (ver en Slideshare).

Tras dos décadas observando como construyen sus relaciones las empresas y los clientes, hemos llegado al punto de concebir los negocios como un encuentro donde se concreta un intercambio entre personas. Vemos los negocios como ese espacio y ese tiempo donde se crea la danza entre quienes dan y toman; entre quienes toman y dan.

Y la unidad elemental de ese intercambio, la moneda común, es la VIDA.

Vida de personas –empleados, proveedores…- puesta ahí para crear el producto; y vida de personas puesta ahí para alcanzar el recurso económico que les permita adquirir el producto.

Si contemplamos este fenómeno con suficiente distancia, como hace el artista al dar esos dos pasos hacia atrás, veremos que en todos nosotros habitan los dos hemisferios: a veces estamos siendo productores y a veces consumidores. Pero nuestra vida es sólo UNA, porque somos la misma persona que produce y consume.

Nuestra vida, la única que somos, se expresa tanto a través de nuestro rol de productor como a través de nuestro rol de consumidor. Entonces …

¿Qué ocurre cuando estamos consumiendo algo que nos parece excelente, y a la vez somos conscientes de que produce daños a terceros, o ha sido fabricado por seres humanos en cautividad?

¿Qué ocurre cuando somos conscientes de que la compañía que paga nuestro buen salario y promueve la conciliación de vida familiar y profesional, contamina el agua potable en el Tercer Mundo y paga para que no se sepa?

Ocurre que la VIDA QUE SOMOS entra en conflicto.

Nos sentimos divididos, fragmentados, nos hacemos más débiles, más pequeños … Entristecemos, aunque sea una décima de segundo, pero esa breve pincelada sombría queda en nuestro corazón. Por ello nos preguntamos:

¿Es posible crear modos de intercambio en los que el hemisferio productor y el hemisferio consumidor se vivan UNO, como UNA es la vida que somos?

Creemos que …

Una especie que ha accedido al fuego, la agricultura, las lenguas y las matemáticas; una especie que tiene conciencia de sí misma, que ha identificado y explicado los conceptos de “libertad”, “amor” o “verdad”; una especie que formula la teoría de la relatividad, o descubre que la materia es, esencialmente, vacío; una especie capaz de cantar a lo hermoso en poemas que traspasan la eternidad, que observa el firmamento y crea mitos para trasladar la sabiduría de generación en generación …

Una especie que presenta estos logros ¿podría estar interesada en armonizar sus hemisferios productor y consumidor en nuestras relaciones de intercambio, con el fin de que nos sintamos conectados con la vida que somos cuando producimos y cuando consumimos?

¿Esta especie estaría interesada en encontrar modos de intercambiar unidades de vida entre ambos hemisferios en una danza armoniosa donde no sintamos conflicto?

Nosotros, Pepa y Luis Miguel, creemos que esa danza es posible, es deseada por las personas y es una palanca de supervivencia futura para los negocios.

Y la música que inspira a los danzantes se llama Inteligencia Ética.

 

Hoy quiero formular dos preguntas dirigidas a toda la comunidad profesional del marketing, la comunicación, el branding, el management, la Responsabilidad Social Corporativa, la reputation economy, etc..:

La primera pregunta: ¿Cómo es posible que una empresa consiga 1 millón de clientes, venda todos los años 40 millones de yogures en 1.500 puntos de venta, con un precio 40% superior a la marca líder de la categoría, sin hacer publicidad, ni promoción, tan sólo visitas guiadas a sus instalaciones en Olot (comarca de La Garrotxa, provincia de Gerona, Cataluña, España)?

Este proyecto existe, nació en 1982 y se llama Cooperativa La Fageda.  Está integrado por 250 personas, de las cuales el 64% presenta discapacidad psíquica. Sus fundadores son la pareja formada por Cristóbal Colón y Carme Jordá, especialistas en psiquiatría clínica, que en 1982 no tenían ninguna experiencia empresarial, pero sí una intuición: un trabajo digno puede ser la vía para rescatar del tormento a quien padece de sufrimiento mental.

El profesor de IESE José Antonio Segarra ha publicado un artículo de 8 páginas donde podeis encontrar una narración clara y amena del proyecto (gracias profesor). Os recomiendo su lectura en quince minutos de pausa. Yo he seleccionado la siguiente cita:

«La creencia en la centralidad de la persona se traduce en su capacidad de transformación de la realidad, asumiendo su responsabilidad desde la libertad. Las personas con discapacidad psíquica y/o trastorno mental severo han sido ordinariamente atendidas en contextos paternalistas que las alejaban de cualquier responsabilidad y, por tanto, del uso de su libertad. En La Fageda se quiere acompañar a la persona para que asuma aquellas responsabilidades de las que sea capaz (ni más, ni menos), y de esta manera asumir la libertad que sí puede utilizar como propia. Esta creencia es llevada al extremo. El objetivo de la dirección es, por tanto, contribuir a que todas y cada una de las personas den lo mejor de sí mismas

La segunda pregunta: ¿Hay algo en La Fageda que podamos aprender sobre el eco social -1 millón de clientes- que alcanza un proyecto empresarial centrado en las personas? ¿Quizás sea la fuerza de la dignidad lo que impulsa a esta nave?

(Por si alguien se lo pregunta: por cada euro de dinero público recibido, La Fageda ingresa tres, en concepto de IVA y Seguridad Social).

¿Usted se ha parado a pensar en que las taladradoras que tenemos en nuestras casas están en funcionamiento entre 12 y 13 minutos durante toda su vida útil, y el resto del tiempo duermen en la caja de herramientas? ¿Qué pasaría si pusiera su taladradora a disposición de quienes necesitan hacer taladros, y estos le pagaran un alquiler por su uso y al mensajero que va y viene con la herramienta?

A mi lo del consumo colaborativo me parece una de las noticias más interesantes del último año. Creo que es un ejemplo de cómo la inteligencia social compartida crea soluciones eficientes donde WE ALL WIN.

¿Mi vecino puede aprovechar mi coche mientras yo no lo uso, y me paga por ello? ¿alguien me presta un libro o una película y se los alquilo mientras lo uso? Rachel Botsman -autora de la Ted Talk que enlazo en este post- ha investigado decenas de casos de consumo colaborativo en Estados Unidos, y lo cuenta de forma clara en este video de quince minutos. Si tienes ese huequito, merece la pena.

(La charla es en inglés, pero se pueden activar subtítulos en español).


¿Qué es una marca sostenible? Aquí os dejo mi opinión.

Somos seres vivos y, como tales, somos el último relevo del testigo que se han ido pasando de generación en generación quienes nos han precedido. Ese testigo tiene un nombre: vida.

Por tanto, hablando como especie, nos habita una inteligencia que nos hace tender de forma natural e inconsciente a elegir aquello que permite a la vida seguir viviendo. Las marcas sostenibles son (y serán) aquellas que saben entender y poner en valor esta condición que el ser humano «trae de serie».

Sugiero cuatro ideas para conseguirlo:

1. Crear productos cuya inteligencia ética esté a la altura de la inteligencia que nos habita como seres vivos: señores empresarios del futuro, sus creaciones tendrán que ser buenos productos, creados éticamente.

2. Hagamos al consumidor-ciudadano consciente de que no todos los hábitos, productos y marcas son iguales en términos de ética con la biosfera. El consumidor tiene que saber que en sus micro-decisiones cotidianas puede optar por hábitos, productos y marcas éticos, frente a otros que no lo son.

3. Pongámoslo fácil, cómodo: que uno no tenga que leerse un manual de química industrial para saber si éste o aquél champú es más respetuoso con el planeta. En este sentido el consumidor dará la bienvenida a ejemplos de «semaforización» independiente como www.goodguide.com y www.climatecounts.org.

4. Premiemos e incentivemos al consumidor que se compromete haciendo un consumo ético con la biosfera: apliquemos la creatividad al desarrollo de estrategias de promoción, fidelización y agradecimiento.

Todas las semanas de nuestra vida tomamos decenas de decisiones de consumo que influyen directamente en nuestra relación con la biosfera. Nuestro modo de consumir, por tanto, es una vía potente de cambio cotidiano a nuestro alcance.

Dado que esas decisiones son tomadas por SERES VIVOS, las marcas del futuro, o son éticas con la vida, o no serán.

(la foto es de Rubén Morales, de la serie «Winter Trees». Gracias Rubén por tu permiso)

Del prólogo del ebook: Inteligencia Ética: la RSC de nueva generación. 2ª edición. (ver en Slideshare).

Tras dos décadas observando como construyen sus relaciones las empresas y los clientes, hemos llegado al punto de concebir los negocios como un encuentro donde se concreta un intercambio entre personas. Vemos los negocios como ese espacio y ese tiempo donde se crea la danza entre quienes dan y toman; entre quienes toman y dan.

Y la unidad elemental de ese intercambio, la moneda común, es la VIDA.

Vida de personas –empleados, proveedores…- puesta ahí para crear el producto; y vida de personas puesta ahí para alcanzar el recurso económico que les permita adquirir el producto.

Si contemplamos este fenómeno con suficiente distancia, como hace el artista al dar esos dos pasos hacia atrás, veremos que en todos nosotros habitan los dos hemisferios: a veces estamos siendo productores y a veces consumidores. Pero nuestra vida es sólo UNA, porque somos la misma persona que produce y consume.

Nuestra vida, la única que somos, se expresa tanto a través de nuestro rol de productor como a través de nuestro rol de consumidor. Entonces …

¿Qué ocurre cuando estamos consumiendo algo que nos parece excelente, y a la vez somos conscientes de que produce daños a terceros, o ha sido fabricado por seres humanos en cautividad?

¿Qué ocurre cuando somos conscientes de que la compañía que paga nuestro buen salario y promueve la conciliación de vida familiar y profesional, contamina el agua potable en el Tercer Mundo y paga para que no se sepa?

Ocurre que la VIDA QUE SOMOS entra en conflicto.

Nos sentimos divididos, fragmentados, nos hacemos más débiles, más pequeños … Entristecemos, aunque sea una décima de segundo, pero esa breve pincelada sombría queda en nuestro corazón. Por ello nos preguntamos:

¿Es posible crear modos de intercambio en los que el hemisferio productor y el hemisferio consumidor se vivan UNO, como UNA es la vida que somos?

Creemos que …

Una especie que ha accedido al fuego, la agricultura, las lenguas y las matemáticas; una especie que tiene conciencia de sí misma, que ha identificado y explicado los conceptos de “libertad”, “amor” o “verdad”; una especie que formula la teoría de la relatividad, o descubre que la materia es, esencialmente, vacío; una especie capaz de cantar a lo hermoso en poemas que traspasan la eternidad, que observa el firmamento y crea mitos para trasladar la sabiduría de generación en generación …

Una especie que presenta estos logros ¿podría estar interesada en armonizar sus hemisferios productor y consumidor en nuestras relaciones de intercambio, con el fin de que nos sintamos conectados con la vida que somos cuando producimos y cuando consumimos?

¿Esta especie estaría interesada en encontrar modos de intercambiar unidades de vida entre ambos hemisferios en una danza armoniosa donde no sintamos conflicto?

Nosotros, Pepa y Luis Miguel, creemos que esa danza es posible, es deseada por las personas y es una palanca de supervivencia futura para los negocios.

Y la música que inspira a los danzantes se llama Inteligencia Ética.

Si quieres más información puedes descargar nuestro ebook gratuito en Slideshare: Inteligencia Ética: La RSC de nueva generación. 2ª edición.