Listado de la etiqueta: ciudadanía

(Mayo 2021. Elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid)

1. Me multipico más que por dos.

2. Mi principal adversario se debilita y es empatado por su principal adversario.

3. Me «trago» a mi competidor por el centro.

4. Tapono el crecimiento de mi competidor por la derecha.

5. Se retira (huye) de la política mi antagonista.

6. Puedo gobernar sin depender del apoyo de la ultraderecha (amerito la  bendición «merkeliana» de buena liberal europea).

7. Todo ello, sin contar aún el voto por correo, con la legitimidad del 81% de participación en las urnas (en plena pandemia: comparen con las elecciones pandémicas en Galicia, 59%; País Vasco, 51% y Cataluña, 54%).

¡Mamma mia! Triunfo redondo (va sin segundas, don Iván).

Señor Casado ¿ha escuchado el mensaje?: ella dice «Libertad».

Nunca he votado al PP, hoy tampoco. Ahora bien, por primera vez en mi vida (nací en 1966) considero que la derecha ya no huele a sacristía, y la izquierda, recordando a Sabina, tiene «arrugas en la voz».

Ojalá crezca y prospere la España Templada que pone a los extremos (Vox y Podemos) en lo irrelevante para la acción de gobierno. En su lugar de fiel y firme oposición.

Ojalá.

 

El otro día mi mujer ayudó a un hombre ciego a elegir su camisa, porque no sabía a ciencia cierta de qué color era. Él acudió a la app, y el algoritmo eligió a mi compañera para atenderle.

Él con su smartphone haciendo una videocall desde Rio de Janeiro. Ella recibiendo la llamada en Guadarrama (Madrid).

Fueron 30 segundos.

Los dos felices.

¡Magia!

La fantástica app se llama BeMyEyes

(El campo a desarrollar es impresionante).

Fotograma de «La teoría sueca del amor».

La gente lleva vidas cada vez más solitarias en un planeta cada vez más conectado”. Yuval Noah Harari, en 21 lecciones para el Siglo XXI, página 109.

Fue mi querido Javier Creus quien me dio la noticia: “uno de cada cuatro suecos que fallecen, mueren solos”. Nadie reclama o vela su cadáver. Nadie les echa de menos.

También me puso en la pista de La teoría sueca del amor, un documental de 2015 que retrata en qué punto está la sociedad sueca, tras haberse cumplido más de cuarenta años desde que decidieron poner la independencia del individuo en el centro de su cultura ciudadana. Es para flipar.

En Reino Unido, el gobierno de Theresa May decidió en enero de 2018 crear el Ministerio de la Soledad, por ser esta una patología epidémica que merma significativamente la calidad de vida de las personas.

Asimismo, existe el riesgo de encasillar la soledad en “eso que les pasa a los ancianos”.Cristina Paez, directora técnica de la Fundació Salut Mental Catalunya afirma:

se envejece tal y como se ha vivido. Si la persona ha tenido una vida rica en relaciones sociales, en la participación en la comunidad, en la realización de lazos de amistad, de voluntariado, de ayuda mutua… envejece rodeada de mucha gente y de redes sociales, familiares y de amigos que favorecen su calidad de vida física y emocional. Si la persona ha cultivado una vida individual y cerrada en sí misma, en su pareja, en su familia y el cuidado de sus hijos y en su trabajo, cuando envejece, lo hace sin haber aprendido a vivir y a desarrollar estos lazos y vínculos que le permitirán sentirse más arropada en su comunidad”.

“Se envejece tal y como se ha vivido”

A una conclusión similar llega el  Harvard Study of Adult Development, la investigación más completa que se conoce sobre la felicidad. Se trata de un estudio longitudinal que se inició en 1938 monitorizando a 724 personas y sus 2.000 descendientes, a lo largo del tiempo.

Durante más de 75 años los participantes en la investigación han ido aportando datos sobre su vida, cada dos años. La gran conclusión del estudio es que la buena vida se construye con buenas relaciones. Así, las personas que en sus cincuentas tienen relaciones más satisfactorias, son las más sanas y felices cuando llegan a sus ochentas.

Desde la evidencia empírica, esta investigación aporta tres aprendizajes clave:

1. Los vínculos afectivos con otras personas, familia, amigos, comunidad, nos hacen bien y la soledad es tóxica.

2. No tiene que ver con la cantidad de vínculos sociales sino con la calidad de las relaciones más cercanas.

3. Las buenas relaciones protegen nuestro cerebro: los recuerdos son más nítidos entre los octogenarios que saben que pueden contar con otras personas, porque su memoria está más protegida.

Robert Waldinger, el actual director de ese estudio (el cuarto desde que se inició), lo explica magníficamente en esta TED talk de 2015.

¿Crear ministerios es una solución? No creo que sea “la solución”, pero al menos pone en la agenda el asunto. Otros caminos parecen más poderosos, me explico.

¿Tienes sal?: una gran noticia.

Esta plataforma originaria de Berlín ha llegado recientemente a España, comenzando por Madrid y Barcelona. En ¿tienes sal? se crean vecindarios digitales donde las personas se registran, ubican un perfil con sus preferencias y tienen acceso al perfil de otras personas que viven en su proximidad, pudiendo establecer conexiones según sus intereses.

 

¿Para qué ha nacido?

“Queremos que la gente se sienta cómoda en sus barrios y que los desconocidos se conviertan de nuevo en vecinos.

Estamos convencidos de que con ¿Tienes-sal? podemos hacer una pequeña contribución a los grandes retos sociales de hoy en día. A nivel de barrio, podemos dar respuestas a desafíos como la anonimización de la sociedad, la crisis económica, el consumo excesivo y el desarrollo de la economía compartida.

Los vecindarios fuertes y unidos actúan a pequeña escala y benefician a cada individuo, porque juntos somos más fuertes. Mejoran nuestra calidad de vida donde pasamos la mayor parte del tiempo: en casa, en nuestras calles, en nuestro barrio. Con una buena idea y este compromiso, queremos ayudar a revivir y echar sal a nuestros barrios”.

Es una plataforma que conecta personas donde lo importante no es lo que pasa dentro de la plataforma, sino lo que pasa fuera de ella, cuando las personas se conocen, se tratan y deciden (o no) hacer algo «orgánico» en común.

Funciona como un gran tablón de anuncios de proximidad. Alguien que pregunta si hay profesores de inglés en el barrio. Una vecina que se va de viaje y regala alimentos para que no se echen a perder. Alguien que se ofrece a hacer arreglos de ropa. Padres que proponen quedadas para jugar con sus hijos en el parque. Una chica que quiere montar un grupo de bailes de salón. Una aficionada a correr pregunta qué otras personas del barrio se animan a salir juntas, etc… La lista es infinita.

El bien a crear y proteger es la interacción, sin más. La plataforma facilita la conexión de afines para que estas personas hagan vida orgánica fuera de ella. Es un ingenio que facilita conexiones relevantes que pueden luego convertirse en relaciones relevantes, mercantilizadas o no

A todas luces es un antídoto a esa soledad epidémica en la paradójica sociedad de individuos hiperconectados.

Es gratuita, aún no hay “modelo de negocio”. No me imagino que el modelo de negocio futuro sea captar la atención de las personas para vendérsela a los anunciantes en código publicitario. Lo imagino más próximo a un esquema de suscripción, una vez demostrado que los usuarios, gracias a esa conexión inicial, disfrutan de valor relevante creado por ellos mismos.

En suma, la plataforma debería tener ingresos por el valor que crea (la conexión) y no por el valor que no crea (la relación). Ojalá que los “ministerios-de-la-soledad” comprendan y estimulen el funcionamiento de estos aceleradores de partículas vecinales.

Interdependencia.

El documental sueco al que antes me refería finaliza dando voz al maestro Zygmunt Bauman, referente de las ciencias sociales contemporáneas fallecido en 2017 a la edad de 92 años.

 

Citar aquí una selección de sus palabras es mi agradecimiento a las personas que están impulsando el proyecto ¿Tienes Sal?, y a todos los vecinos que han decidido estar ahí, tejiendo una vida comunitaria fértil.

“Una cosa que el estado no puede proveer es estar entre otras personas, ser uno en compañía. Eso lo tienes que hacer tú mismo… Las personas entrenadas en la independencia están perdiendo su capacidad para negociar la convivencia con otras personas porque estás privado de las habilidades de socialización…

 … Ahora estamos dividiendo nuestra vida entre dos mundos diferentes, on line y off line, conectado y desconectado. La vida on line está en gran medida libre de riesgos, es tan fácil hacer amigos en Internet que nunca estás realmente sintiendo tu soledad. Si no te gustan las actitudes representadas por otros usuarios, simplemente dejas de comunicarte con ellos. Cuando estás off line lo que inevitablemente ves es la realidad de la diversidad de la raza humana … tendrás que enfrentarte a la necesidad de dialogar, de entablar una conversación. Tienes que enfrentar el hecho de que hay muchas maneras de ser humano y cuando se inicia un diálogo nunca se sabe cómo va a terminar, tal vez en lugar de demostrar que eres sabio y todos los demás estúpidos, descubres que otros son sabios y tú estúpido. La independencia te quita la capacidad de hacer precisamente eso. Cuanto más independiente eres, menos eres capaz de detener tu independencia y reemplazarla con una agradable interdependencia. Al final de la independencia no está la felicidad, sino un vacío de vida, una pérdida de sentido de la vida y un aburrimiento inimaginable”.

Gracias maestro.

(Publicado originalmente en Innovación Audiovisual)

Hoy día de San Jorge, 23 de abril, he encontrado un buen motivo para homenajear a los libros viendo en streaming «Un enemigo del pueblo«, esa pieza maestra sobre la soledad de la Ética que publicó el dramaturgo Henrik Ibsen en 1883.

A pesar de ser escrita hace más de 130 años es de rabiosa actualidad, máxime en estos días en que los oligarcas de la Comunidad de Madrid nos brindan el tufo de su cloaca, por enésima vez.

¿Quién drenará la charca de esta democracia?

Encuentro la respuesta en la frase final de esta obra de teatro: «el hombre más poderoso del mundo es el que está más solo«. La suma de soledades multiplica.

Aquí podéis verla, en RTVE, emitida en el mítico programa Estudio 1, en mayo de 1981.

Sinopsis: La vida de un pequeño pueblo de Noruega gira en torno a un balneario, su mayor fuente de ingresos. Al descubrirse ciertas anomalías en sus instalaciones que pueden producir infecciones, el alcalde trata de convencer a su hermano, médico de pueblo, para callar lo sucedido.

«Pasar de la Seguridad Social a la Renta Básica Universal supondría pasar de la centralidad del trabajo a la centralidad del consumo. De la abundancia de un sistema donde todo el que aporte es bienvenido a la escasez de la lucha por una renta. De la autonomía de un sistema sostenido por todos los trabajadores, a la dependencia de una partida presupuestaria al albur de una decisión política. Del comunitarismo implícito en el tratamiento de la familia al individualismo de la relación uno a uno con el estado émula de la ética protestante.

España, la Europa mediterránea, no pueden pasar a ser una «república de consumidores» individualistas y rentistas que conocen la solidaridad solo desde el presupuesto y solo para connacionales. Esa sería una Europa patricia y nacionalista, atomizada y temerosa, desvinculada del pasado, inerme ante el futuro».

La historia sigue en este magnífico artículo de Natalia Fernández publicado en el blog de los indianos. De lo mejor que he leído en 2016.

Eratostenes_CarlSagan

Eratóstenes dedujo la longitud del perímetro de la Tierra hace 2.200 años sin tener la posibilidad de circundarlo. Lo hizo gracias a un espíritu libre de prejuicios que le permitió interrogarse sobre lo que observaba con la suficiente limpieza en la mirada, como para no dejarla empañar por las ideas establecidas en su época.

Y lo hizo empleando unas sencillas herramientas llamadas rayos de sol, varas, cuerdas, sombras, ángulos y pasos. Herramientas puestas al servicio de ese espíritu libre que busca la verdad en lo que observa, y no sólo constatar lo que le cuentan.

El proyecto #WHYDEMOCRACY es el resultado de una indagación similar a la de Eratóstenes. Brota del genio creativo convergente en Sergio de Pazos (@sdepazos) y Bruno Teixidor (@bruteix). El objeto de la pregunta es ¿Qué es -realmente- la democracia?

Usando herramientas elementales (papel, rotuladores, mapas, libros, textos, música, un narrador …) penetran en esa ficción cómoda que llamamos democracia. El relato se infiltra dulcemente por nuestras ideas ya asentadas, empapa con respeto toda nuestra zona de confort y finaliza con … (bueno, eso mejor te lo dejo a ti).

A mi me corresponde decirte con franqueza que #WHYDEMOCRACY me resulta brillante. Un modo seductor de desnudar con «cuatro trapos» una historia compleja, de un modo elegante e incisivo. Y funciona. Ya se cuentan por cientos de miles las veces que esta historia ha sido compartida. En su anterior proyecto #WHYSYRIA fueron varios millones en todo el mundo. Sin hormonas.

Sergio y Bruno nos regalarán en los próximos días una nueva historia: #WHYELECTIONS.

El hallazgo de Eratóstenes animó a muchos navegantes a aventurarse en la exploración del planeta pues, a partir de ese momento, su dimensión ya era conocida y, por tanto, manejable. Su cálculo redujo considerablemente la incertidumbre facilitando el tránsito desde el conocimiento a la acción. #WHYDEMOCRACY también, porque te ayuda a comprender cómo te relacionas con las ideas intocables. Te ayuda a aprender de ti, y esta es una gran noticia para el mejor navegante de tu propia vida. Que lo disfrutes.

(este artículo fue publicado originalmente en Innovación Audiovisual)

Ha llegado el momento de tomar la iniciativa, de empezar a construir comunidades igualitarias y productivas no como experimentos ni como «islas» en un océano de grandes escalas. Al principio serán solo «ejemplos». Pero el ejemplo, acompañado de la idea de que la emulación es posible, es más poderoso que cualquier forma de propaganda.

La alternativa comunera no aporta la seguridad gregaria del hooligan político ni el orgullo vacío del racista. La pertenencia comunitaria es un reconocimiento en el trabajo y el aprendizaje, no es una «esencia» heredada de la cultura nacional o el nacimiento, ni el resultado de una adhesión insustancial o un carné. No es el producto de la imaginación permanente de un enfrentamiento con unos malvados universales. Es un construir constante con otros, un hacer en el que todos crecemos juntos, compartiendo cada vez más responsabilidad, dando y recibiendo confianza. Es lo opuesto al sentimiento de impunidad que «libera» al «seguidor» protegido por el líder, la bandera o la marca política en el ruido de las barricadas callejeras, los rifirrafes virtuales y los «zascas» mediáticos. Ser comunero es ganar autonomía y seguridad en la fraternidad del aprendizaje, redescubrirse valioso y valorado en el trabajo compartido. Ser comunero es poner en acción los valores en los que creemos, no competir por gritarlos más fuerte o enarbolarlos como un arma amenazante. Ser comunero no da la tranquilidad estática del yogui o el místico que busca el silencio de la soledad, sino la serenidad del que escucha y propone incluyendo al otro, sin escudarse en la indignación para no hacer nada ni ocultarse en el desdén de una pretendida superioridad. Ser comunero es un modo de vivir, aprender y construir compartiéndolo todo con los demás.

Necesitamos crecer con otros para poder reconquistar la vida de verdad. Toda «salida individual» no es más que una forma más del «sálvese quien pueda». Por supuesto que ante un entorno en descomposición se puede intentar acumular algo de dinero, encontrar una casa lejos de todo y vivir sin querer saber nada de nadie; o ganar un empleo estable aunque mal remunerado, interactuar lo menos posible en él y relegar la vida a lo que queda del día tras la jornada. Pero todas estas estrategias no son realmente satisfactorias sino distintas formas de hacer una retirada más o menos ordenada. A medio plazo son una autocondena a la melancolía. Aislarse, ponerse al margen, aun si llevara a vivir sin el apremio constante de la supervivencia monetaria, significaría renunciar a crecer, a desarrollarse, a realizar los ideales personales en la propia vida. Es otra forma de exilio.”

Fragmento de: “Manifiesto Comunero”, Las Indias, páginas 74-76.

Si sientes que este texto habla de ti, no esperes más lee el Manifiesto Comunero completo. Sentirás el deseo de compartirlo y de sumarte a multiplicar.

Mil gracias a los amigos de Las Indias por esta iniciativa, cuyo texto está abierto al enriquecimiento colaborativo de los lectores.

manifiesto-comunero

 

 

 

 

elecciones_2015

En las elecciones de diciembre de 2015 por primera vez no sabía a quién votar. No por escasez, por abundancia.

Hasta cinco partidos mostraron algo que me permitía conectar con ellos. Mi voto lo decidí a pie de urna mientras mi hija, de diecisiete años, me preguntaba sobre política y democracia.

Tuve que reducirme a una de las cinco opciones. Y sentí que mi voto no fue acorde a mi sentir.

Mi voto fue una elección forzada y, sobre todo, una elección incompleta.

He dado muchas vueltas a este tema. Quien me conoce de cerca sabe que llevo varios meses compartiendo una pregunta en todo tipo de foros y conversaciones. Esta:

¿Qué pasaría si en vez de un voto, tuviéramos diez votos? ¿Si cada votante pudiera repartir esos 10 votos entre los partidos políticos con los que conecta?

Desde mi mirada de ciudadano sólo le veo ventajas:

1) Si la persona es plural en sus opciones políticas podrá expresar esa pluralidad en origen, votando a varios partidos y dándoles a cada uno la cuota de preferencia deseada.

2) Si la persona sólo tiene un partido preferido puede dar los 10 votos al mismo partido, como hacemos ahora con nuestro único voto.

3) Si quiere decir que ninguno le interesa puede dar los 10 votos al blanco, como hacemos ahora con el voto en blanco.

4) Si quiere expresar que algunos partidos le llaman la atención pero no le convencen del todo, puede dedicar una parte de los 10 votos a los partidos que le interesan y dejar una parte para el voto blanco.

5) Creo que bajaría la abstención, pues las personas que no votan a ninguno, porque no se pueden decantar, dejarían de tener ese problema ya que este sistema no obliga a decantarse.

6) Pero claro, si alguien no quiere votar, pues no votará y contará como una abstención.

7) Desde el mismo momento del recuento cada partido tendrá una métrica precisa de la solidez de sus apoyos. Podrá clasificar a sus votantes en (a) los «plenos», que le han dado los 10 sufragios; (b) los «mayoritarios» que han dado de 6 a 9 votos de los 10 posibles; (c) los «mitá y mitá», que han aportado 5 votos de los 10 y (d) los «minoritarios» que han dado a ese partido entre 1 y 4 votos de los 10 posibles. El simple recuento de los votos ofrecerá una información que dará significado cualitativo a la cantidad de votos conseguidos.

8) Y, además, cada partido sabrá con qué otros partidos comparte votantes y en qué cuantía. Es decir, la labor de los pactos post-electorales entre partidos estaría ya bastante orientada y -MUY IMPORTANTE- sería todo más transparente, pues antes de sentarse a la mesa de negociación todos los participantes y la sociedad -al mismo tiempo- conocerán el «poder» real de negociación que la ciudadanía les ha otorgado. Acabaríamos con eso de que «los votantes del partido tal quieren que se pacte con el partido cual y no con el de acullá». No habrá que interpretar tanto, el recuento será por sí mismo clarificador.

Empezar con este sistema a nivel de todo el país es muy punky, vale. Pero …

¿Qué nos impide en las próximas elecciones locales elegir 20 municipios (al azar) donde experimentar este nuevo modo de escuchar las preferencias ciudadanas en las urnas, y comprobar qué efectos tiene sobre la gobernabilidad?

Ahí está la idea. ¿Debatimos?

Qué inmenso placer siento al anunciar que el próximo 16 de enero se estrena Qué Quieres Hacer Con Tu Vida, el documental, un proyecto de investigación y activismo donde los jóvenes españoles toman la palabra y le dicen al mundo adulto qué vida desean vivir.

Aquí está el trailer.

Hoy como humanidad damos un paso más hacia la solución energética más inteligente: generar energía limpia y asequible allí donde se consume.

Lo que me resulta más interesante de la generación y almacenamiento distribuidos y baratos es que se incrementan las posibilidades de sumar la capacidad creativa de millones de personas que hoy están excluidos de los circuitos del conocimiento… , y de casi todo. Disponer de energía limpia, barata y distribuida no sólo trae beneficios ambientales, sino que transforma las relaciones de poder. Millones de seres humanos tendrán acceso a las posibilidades que la información y las máquinas, necesitadas de energía, nos pueden ofrecer.

Asimismo, cientos de miles de comunidades de todo el planeta podrán decidir sobre su modelo energético, sabiendo que el suministro de sus proveedores es estable e inagotable: el sol, los vientos, las corrientes de agua, las mareas …. Y será posible tanto en las urbanizaciones exclusivas de las élites o en los distritos industriales de occidente, como en los suburbios de Mumbai o las áreas rurales de África o América Latina.

Imagina las consecuencias: seres humanos habitando escuelas, hospitales, fábricas, oficinas, viviendas, transportes … que producen y usan energía limpia y barata.

Imagina a miles de ciudadanos consu-virtiendo en la tecnología que lo hace posible.

Imagina la nueva generación de invenciones que surgirán de las zonas del planeta que hoy no tienen energía o no están conectadas a Internet.

Cada vez estamos más cerca de un escenario donde ya no tengan sentido las «puertas giratorias».

Si quieres profundizar en el fenómeno te recomiendo la lectura de Jeremy Rifkin, La Sociedad de Coste Marginal Cero, más que un libro una revelación que gira en torno al potencial que se deriva para la humanidad al integrar el internet de la información, el internet de la energía y la logística. En su obra Rifkin documenta y razona cómo se abre paso el procomún colaborativo desde las mismas entrañas del actual capitalismo de mercado.

También te recomiendo la presentación que Elon Musk hace de Tesla Powerwall, una propuesta que nos permite algo más que sólo soñar con la autogestión energética: «that’s the future we need to have … we must do, we can do and we will do«.

Desde el punto de vista del discurso de la marca me parece muy interesante (y acertado) cómo nos lo cuenta Tesla, pues se dirige a nuestro DESEO de cambiar, y no sólo a la necesidad.

Que lo disfrutes!

https://youtu.be/yKORsrlN-2k