Es muy probable que en la última semana hayas recibido varias invitaciones a colaborar con iniciativas solidarias, pues la Red es un hervidero de campañas de comunicación que buscan cosechar ese «momento yes» que nos dirige al click, ya sea con un me gusta, con un re-tweet, con un dejo mis datos, con una donación, con una afiliación …

Por encargo de iwith.org, en Two Much hemos realizado una investigación sobre «La Solidaridad y Yo en Internet», con una muestra de 1.184 internautas españoles tomados del panel Netquest. El estudio revela que 5,4 millones de internautas españoles se muestran permeables a realizar contribuciones económicas a iniciativas solidarias.

Este dato nos habla de la existencia de un importante «mercado» de potenciales donantes y como en cualquier otra meta que persigas, cuanto más afines tu comunicación y tu experiencia de marca, mejor te irá en la suma de voluntades.

Al indagar entre los entrevistados sobre qué es lo que motiva o inhibe a contribuir con un determinado proyecto solidario hemos encontrado la existencia de estas diez claves para cuidar la propuesta de valor de tu proyecto (seis impulsos y cuatro frenos):
Seis aspectos que motivan:

1) Sentir la transparencia, entendida en un triple sentido: a) en el destino de los fondos, b) en quién está detrás –mejor dicho, al frente- del proyecto y c) en la clara comprensión de la meta que se persigue.

Decimos “sentir” y no otro verbo porque la transparencia debe estar en cada poro de la comunicación. No es algo que el potencial donante tenga que ir buscando, sino algo que invada a quien recibe el mensaje.

2) Afinidad con el propósito: estar 100% de acuerdo personalmente con la meta.

3) Percibir Profesionalidad en la organización que promueve o lidera la iniciativa.

4) Cercanía con los beneficiarios: hay un plus de interés si los beneficios de la iniciativa se dan en el entorno más cercano.

5) Ir también más allá de la ayuda “clásica”: proyectos que Despiertan la Conciencia de todo tipo de personas y no sólo prestan ayuda a los más necesitados.

6) Feedback sobre los logros: que el proyecto informe de los logros, de los avances, de los resultados.
Cuatro aspectos que inhiben:

1) Participación en el proyecto (aunque sea la idea del siglo) de organizaciones o instituciones en las que no se confía, especialmente si éstas son políticas, religiosas o grandes empresas o empresarios.

2) Percibir opacidad o falta de transparencia.

3) Sensación de “manipulación emocional”: cuando se comunica desde el alarmismo, el paternalismo, se busca la lágrima fácil o se transmite al ciudadano algún sentimiento de culpa.

4) Temores a introducir los datos personales en el site, especialmente si se trata de los datos bancarios en las aportaciones económicas.

 

Ya lo ves. Hay millones de personas dispuestas a contribuir si encuentran proyectos de interés liderados por organizaciones confiables. Cuida tu propuesta de valor y verás crecer los apoyos.

Si te interesa profundizar, los resultados del estudio se encuentran disponibles para su descarga gratuita en estos enlaces de Slideshare:

Versión principales conclusiones (30 páginas); Versión informe completo (100 páginas).

También te dejamos la información de este post en formato de video-report.

 

 

5,4 millones de internautas españoles se muestran permeables a realizar contribuciones económicas a iniciativas solidarias. Y la fórmula preferida es el apoyo puntual a proyectos concretos, muy por encima del clásico pago de una cuota periódica a una organización.

Son datos extraídos del estudio «La Solidaridad y Yo en Internet», que Two Much research studio y Netquest hicimos en septiembre de 2011 por encargo de iwith.org, una ONG fundada en 2001 cuya misión es prestar servicios de tecnología de la comunicación a otras ONG’s, en los cinco continentes.

Los resultados del estudio se encuentran disponibles para su descarga gratuita en estos enlaces de Slideshare:

Versión principales conclusiones (30 páginas); Versión informe completo (100 páginas).

En este post os dejamos con una de las conclusiones más relevantes de esta investigación: en un video de 7 minutos hablamos del potencial que tiene el crowdfunding como medio para obtener apoyos económicos de la ciudadanía.

Si tuvieras que elegir dos palabras para definir lo que Internet representa en tu vida ¿cuáles emplearías?

Esta pregunta fue incluida en una investigación realizada en septiembre de 2011 por Two Much research studio sobre una muestra de 1.184 internautas españoles seleccionados aleatoriamente del panel Netquest.

Al observar la nube de palabras devueltas por los participantes concluyo que para la gente Internet es «eso» que está dando cauce a la necesidad de comunicarnos de forma rápida y cómoda cualquier información útil para el propósito que en cada momento nos dirija: entretenimiento, conocimiento, diversión, trabajo, ocio, etc…

Leyendo entre líneas en esta nube, la gente nos define que Internet no es tanto un hecho tecnológico como un «fenómeno», aquel que se produce cuando los seres -y las máquinas, por cierto- intercambian tan fácilmente unidades de vida en forma de experiencias, a las que llamamos genéricamente «información».

Lo encuentro fascinante porque los entrevistados no ponen tanto el acento en el concepto Red, como en lo que es creado gracias a la Interacción. Este intercambio fácil y permanente de unidades de vida está generando un campo humano, una atmósfera, un clima, un alma, una conciencia … -elige la etiqueta con la que te sientas más cómodo- que favorece la sensación de estar en compañía, de colectividad, que, llevado al extremo, sería la sensación de especie: el género humano.

Viendo los resultados de esta nube es normal que los medios de comunicación clásicos, crecidos al calor de la cultura mass media, hayan mostrado tanta inquietud por tomar posiciones en este nuevo campo de interacción.

Es normal que el consumo clásico de televisión o prensa descienda, y aumente el tiempo de vida que dedicamos a seguir «nuestros» contenidos, que no sólo son los que fabricamos, sino también los que libremente elegimos.

Es normal que todo el marketing de monólogo entre marcas y consumidores se transforme dando paso a una nueva relación donde la marca tiene que rebajar el peso de sus palabras e incrementar el de sus hechos, porque la gente nos contamos «la verdad del cuento» y, de forma natural, queremos poner a nuestros amigos en la pista de lo bueno, así como protegerles de lo mediocre y del embuste. Siempre fue así; ahora lo podemos hacer amplificado, de forma inmediata y fácil.

Se habla mucho de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) en las empresas, pero cada vez que una persona alerta en la Red sobre la mala calidad de un producto o sobre el incumplimiento de un contrato; o cuando recomienda una buena experiencia, estamos asistiendo a un acto de Responsabilidad Personal con la Vida que somos: es vida apoyando vida.

Y cuanto más intenso sea el campo de Interacción que es Internet, más sentido tendrá para las personas desplegar comportamientos de Responsabilidad Personal con la Vida que somos. Y así, los consumidores – ciudadanos nos iremos empoderando.

Los dirigentes de las marcas no deberían gastar ni un segundo de energía en una actitud reactiva hacia las críticas, por ejemplo, de clientes insatisfechos, sino que deberían sentirse agradecidos de que esas personas hagan públicos sus sentimientos dando oportunidades a su empresa de mejorar lo que sea menester. El auténtico líder sabe leer la dosis de supervivencia que hay en la crítica, transformándola en insights de futuro valor.

Por eso esta maravillosa lonja de la vida que es Internet ya es el caldo de cultivo que inspira hoy a los líderes empresariales del futuro.

(Si te interesa conocer en detalle esta investigación llamada «La Solidaridad y Yo en Internet» puedes consultarla en Slideshare: versión conclusiones y versión informe completo).

El pasado 8 de octubre la ONG iWith.org cumplió sus primeros diez años de vida, y quiso el destino que lo celebrase en una preciosa mañana barcelonesa, rodeada de las organizaciones a las que presta servicios especializados en tecnología de la comunicación.

Gracias al trabajo y experiencia de iwith.org son numerosos los proyectos repartidos por los cinco continentes que cuentan con una vida en Internet latiendo a través de bites, modems, Adsls, conexiones vía satélite y demás tramoya tecnológica orquestada por los trabajadores de esta ONG con sedes en Barcelona y Ginebra. Sin su labor «sorda» estos proyectos tendrían mucho más difícil llegar a más y más gente, con el noble propósito de transformar las cosas de este mundo que no nos gustan.

Podemos decir que iwith.org es un auténtico «Intel inside» de la solidaridad.

De ellos partió la iniciativa de promover una investigación sociológica llamada «La Solidaridad y Yo en Internet», que Two Much y Netquest hemos desarrollado con la ilusión que produce contribuir a este impulso transformador. En las próximas semanas iremos escribiendo sobre los hallazgos de esta investigación, pero para que no tengáis que esperar, os dejamos dos links a Slideshare.

Uno con las principales conclusiones (30 páginas) y otro con el informe completo (100 páginas). Ambos documentos se pueden descargar de forma gratuita.

Quiero dar las gracias a Ramón Bartomeus, en representación de ese equipo de «titanes» iwith.org. Es un honor para mi haber contado con tu confianza.

Y como te gusta decir, Salut!

Os dejo el video de 10 minutos que los autores de la película «La educación prohibida» nos han revelado como avance de su creación.

El propósito de esta película es explorar un concepto de escuela donde cada niño encuentre su vía para SER sí mismo.

Los autores han recorrido decenas de centros educativos de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, España y Perú.

Esta película se financia mediante la fórmula del crowdfunding, donde las personas pueden hacer aportaciones desde 2 euros. Será distribuida de forma libre y gratuita, y difundida en todo el mundo bajo licencia Creative Commons.

Si tienes esos diez minutos es posible que el proyecto te enamore. Aprovecho para dejarte el link a su web por si decides financiar haciéndote coproductor de la película. Tu nombre aparecerá en los créditos. Hoy 7 de octubre de 2011 ya somos casi 300, habiéndose completado el 48% del presupuesto necesario.

Si crees que merece la pena, por favor difúndelo. Gracias.

Thibaut Deleval.

Muchas veces a lo largo de mi carrera había oído hablar de la palabra «insight». Tardé bastante en transformar esta palabra en un concepto útil para mi, en in-corporarlo a mi bagage como conocimiento vivo, superando los moldes académicos o profesionales que hasta ese momento lo habían circunscrito a un fragmento de la jerga que -se supone- debemos dominar para estar a la altura en las reuniones.

Hoy es el día en que aún no me siento capaz de definirlo, pues su grandeza no me cabe en una frase sencilla y completa, pero sé que lo tengo incorporado porque lo reconozco cuando experimento el «momento insight» como una idea que -súbitamente- ilumina mi pensamiento, dándome acceso a la comprensión de un fenómeno y, a la vez, creando una visión limpia que me orienta a la acción.

Os cuento esto porque la vida me puso en el conocimiento de Thibaut Deleval, creador de Valioo. Curioseando sobre su proyecto me encontré con una joya de insight. Esto decía Thibaut sobre el momento en que decidió crear Valioo:

«Un día leí un artículo titulado “Los datos personales son el nuevo petróleo” y me impactó mucho. Me había dado cuenta hace ya tiempo de que nuestros datos personales valían dinero. Sólo hace falta ver que empresas cómo Facebook, LinkedIn o Google valen muchísimo dinero casi exclusivamente porque se han hecho con nuestros datos. Saben quiénes son nuestros amigos, lo que nos interesa, lo que ganamos, etc. Sin embargo, era la primera vez que veía esta comparación con el petróleo. De repente me di cuenta de que, por primera vez en la historia, éramos todos dueños de una cierta cantidad de una materia prima de gran valor. Las reservas de petróleo las tienen unos pocos. Pero el nuevo petróleo lo tenemos todos, cada uno, siendo dueño de sus propias gotas. A partir de ahí, me puse a pensar y a buscar un sistema que, por un lado, permitiera a cada individuo beneficiarse de sus datos y que, por otro lado, transformara esta nueva materia prima en una fuente de energía, para impulsar un cambio global y progresivo hacia un mundo mejor. He llamado a este sueño Valioo. No es una utopía. El dinero está ya ahí, las empresas pagan mucho dinero por averiguar lo que pensamos de sus productos. Sólo hace falta exigir que nos paguen directamente a nosotros y no a los intermediarios que negocian con nuestras gotas a escondidas.»

Creo que todo emprendedor tiene que llegar con su insight debajo del brazo. Y también creo que sin ese salto disruptivo es casi imposible transitar por el mundo de los negocios con una probabilidad razonable de habitar el futuro. Ya sé que no es condición suficiente, que es necesario poner en práctica las ideas, claro. Pero sin un postulado que oriente la acción no se va muy lejos y -peor aún- llega un momento en que puedes olvidar el sentido de tu proyecto. Ese día estás perdido.

Gracias Thibaut por esta creación que es Valioo y la nobleza de su propósito. Me haría muy feliz hablar algún día de tu proyecto parafraseando a Peter Drucker, quien dejó para la historia esta perla: «donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”.

Leo en el libro «Las culturas fracasadas» de José Antonio Marina el siguiente párrafo:

«Harold Lasswell explicó -años 40 del siglo XX- en la Encyclopaedia of the Social Sciences que cuando las élites carecen del requisito de la fuerza para obligar a la

Harold Lasswell

obediencia, los administradores sociales deben recurrir a una técnica totalmente nueva de control, en gran parte a través de la propaganda.

Escribe Lasswell que ‘un sistema de adoctrinamiento que funciona correctamente tiene varias tareas, algunas de ellas bastante delicadas. Uno de los objetivos son las masas estúpidas e ignorantes. Deben mantenerse así, desviadas con hipersimplificaciones emocionalmente potentes, marginalizadas y aisladas. Idealmente, todo el mundo debería estar solo ante la pantalla del televisor viendo deportes, culebrones o comedias, privado de las estructuras organizacionales que permiten a los individuos que carecen de recursos descubrir lo que piensan y creen en interacción con otros, formular sus propias preocupaciones y programas y actuar para hacerlos realidad. Así, luego, se les puede permitir, incluso alentar, a ratificar las decisiones de los que son mejores que ellos en elecciones periódicas.»

Tú  mismo.

¿Usted se ha parado a pensar en que las taladradoras que tenemos en nuestras casas están en funcionamiento entre 12 y 13 minutos durante toda su vida útil, y el resto del tiempo duermen en la caja de herramientas? ¿Qué pasaría si pusiera su taladradora a disposición de quienes necesitan hacer taladros, y estos le pagaran un alquiler por su uso y al mensajero que va y viene con la herramienta?

A mi lo del consumo colaborativo me parece una de las noticias más interesantes del último año. Creo que es un ejemplo de cómo la inteligencia social compartida crea soluciones eficientes donde WE ALL WIN.

¿Mi vecino puede aprovechar mi coche mientras yo no lo uso, y me paga por ello? ¿alguien me presta un libro o una película y se los alquilo mientras lo uso? Rachel Botsman -autora de la Ted Talk que enlazo en este post- ha investigado decenas de casos de consumo colaborativo en Estados Unidos, y lo cuenta de forma clara en este video de quince minutos. Si tienes ese huequito, merece la pena.

(La charla es en inglés, pero se pueden activar subtítulos en español).

Si os apetece conocer un poco más sobre mi podeis ver la entrevista que me han hecho en la Revista Man. En ella se habla del madridismo y Florentino Pérez, de política, de Apple y, como no, de inteligencia ética e investigación social.

Os enlazo aquí la entrevista.

¿Existe algún tipo de vinculación entre Felicidad y Solidaridad?

A responder esta pregunta dedicamos gran parte de la investigación sociológica que Two Much y Netquest realizamos a finales de 2010 para la red social idealistas.org. Este estudio (informe completo aquí) nos ha puesto de manifiesto que…

1) Las personas que se sienten más felices, se sienten también más responsables por el mundo que dejarán a la siguiente generación.

2) Además, se sienten más motivadas y preparadas para cambiar lo que sea menester.

3) Y, en consecuencia, se implican más en iniciativas solidarias.

La pregunta es obligada ¿y esto por qué ocurre?

A comprender los motivos nos ayuda otro de los hallazgos interesantes de esta investigación: las personas más felices muestran también la tendencia a sentirse los principales responsables de lo que acontece en su vida. Es decir, se viven como los principales causantes de su propia felicidad.

Todo ello me lleva a concluir que cuando las personas nos experimentamos como protagonistas de nuestra vida estamos asumiendo al 100% la responsabilidad de lo que nos acontece y, por tanto, nos resulta más fácil comprender que podemos cambiar lo que sea necesario para conquistar la felicidad. Y dado que formamos parte de la especie, nuestra felicidad lleva implícito el impulso a contribuir en la felicidad de los demás: pareja, hijos, familia, amigos, compañeros, comunidad, … HUMANIDAD.

Así interpreto yo la FELIDARIDAD: la conexión entre Felicidad y Solidaridad, a través de la Responsabilidad hacia nosotros.

Me encantaría conocer vuestra opinión tras ver los resultados del informe (justo aquí debajo).