Autenticidad.
Mi regalo de Reyes está en el Puerto de Santa María, Cádiz.
Es un Monumento a la Autenticidad, que habita un rincón discreto del Bar Vicente Los Pepes. Es un Canto tejido con púas de terciopelo, descarnado y acogedor a un tiempo.
Confieso que celebré íntimamente que este Manifiesto estuviera a la vista del público. Lo hace un ejercicio honesto y valiente. Bravo!
Me recordó un pensamiento de Joan Jiménez «si nos dedicáramos a ser nosotros mismos dejaríamos de estar preocupados por diferenciarnos.»
La foto no es muy buena, así que transcribo el texto que me conmovió al leerlo, en una mañana normal y cotidiana, mientras desayunaba, antes de ir al mercado.
Gracias Vicente (por cierto, las tostadas están buenísimas. Volveré).
«Estamos por el talento, la ética, la sensibilidad, el agua, el inconformismo, la política otra, la civilidad, las asociaciones de los ciudadanos, la paz, la conciencia, las artes, la educación, el mestizaje, el politeísmo, la cultura, las redes, la poligamia, la transgresión, lo raro, los olvidados, la creatividad, las víctimas, la cogestión, la libertad, la piel, la solidaridad, el sentido, el intercambio, la esperanza, la información …
Nos encantan los impacientes, los informales, los ardientes, las mujeres, los tópicos/reales, los altermundistas …
Vamos a construir una historia emocionante, vírica, vital, única, cómplice …
¡¡¡Queremos empujar un mundo mejor, otro, compartido!!!
Los Pepes A»
Dedicado a mi amigo José Illana.
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