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Millennials_1

Cuando alguien nos dice que el público objetivo de su producto son los “millennials” automáticamente brota en nuestra mente una imagen, cuyo contenido es una suerte de collage formado con fragmentos procedentes de la pléyade de estadísticas, informes, infografías, videos y noticias que se han publicado en los últimos cinco años.

Este tipo de publicaciones suelen ocupar bastante atención a describir cómo consumen los jóvenes llamados millennials, tratando de escudriñar qué criterios son los relevantes cuando toman decisiones de compra. Es lógico, los clientes de estos documentos son casi siempre marcas o empresas que prestan servicios a otras empresas, cuyo interés en los millennials es comprender sus patrones como consumidores.

Vistos desde esa mirada los millennials quedan reducidos a un “target”, otro más. Eso sí, de los más preciados. Leer más

Figura_1_5

Figura 1

En España, de cada diez usuarios de Spotify, nueve son de la cuenta gratuita y uno tiene cuenta de pago.

En el artículo nº 4 de esta saga (la Música, Internet y Yo) expresé que …

“… me sabe a poco que sólo el 10% de los usuarios de Spotify en España paguen por un producto tan relevante, en unos tiempos donde a) hay millones de personas apasionadas por la música, b) hay acceso a millones de títulos gracias a la red y c) los dispositivos tipo smartphone nos proveen de ubicuidad.

¿Tendrá algo que ver el precio de 9,99 euros/mes? ¿Tú qué crees?”

Hoy os propongo trabajar desde los datos de la investigación en torno a una idea: ¿qué pasaría si se facilitara el acceso a los servicios de pago mejorando la ratio valor/precio para el usuario?

Y lo voy a hacer focalizándome en Spotify por ser el servicio más maduro y con mayor volumen de usuarios en España, lo que nos permite tener una muestra suficiente de participantes en el estudio para alcanzar conclusiones basadas en datos estadísticamente fiables.

No obstante, creo que las conclusiones que podemos extraer son válidas para todo el conjunto de las plataformas de música en streaming.

Seis posiciones respecto a Spotify.
Comencemos ubicando que cada internauta se encuentra en alguna de estas seis posiciones respecto a Spotify (figura 1):

a) Usuario de una cuenta de pago. Son el 4% de los internautas españoles de 16 a 54 años. Es el grupo más implicado con el servicio.

b) Usuario de cuenta free – relevancia alta. Son las personas con cuenta gratuita que puntúan la utilidad de Spotify en su vida con una nota de 8, 9 ó 10, en una escala de 0 a 10. Son el grupo más numeroso de usuarios, integrado por el 22% de los internautas. Representan el “vivero” de futuros usuarios de pago si encuentran esa ratio valor/precio que consideren conveniente.

c) Usuario de cuenta free – relevancia media. Tienen cuenta gratuita y puntúan la utilidad de Spotify con nota de 6 ó 7. Son el 11% de los internautas.

d) Usuario de cuenta free – relevancia baja. Son los usuarios de Spotify menos implicados, pues le dan una nota de 0 a 5. Su tamaño es el 6% de los internautas.

e) Sólo conocen Spotify, pero no son usuarios. Representan el 46% de los internautas.

f) No conocen Spotify, ni siquiera de nombre. 12%.

Ahora veamos cuánto son de diferentes estos seis tipos de personas en las siguientes cuestiones:

1. Preferencia streaming / descargas.
2. Hábito de compra de música grabada.
3. Hábito de descargas gratuitas.
4. Hábito de compra de música en vivo.

Para finalmente concluir:

a) ¿Qué aporta el streaming de pago al ecosistema de la música?

b) ¿Qué pasaría si se facilitara el acceso al streaming de pago?

Streaming vs. Descargas.

Vamos con lo más intuitivo. La figura 2 recoge la preferencia streaming / descarga entre los seis tipos de internautas que acabamos de describir.

Los datos son elocuentes y confirman que Spotify es un eficaz embajador del streaming frente a la descarga. A medida que aumenta la relevancia de Spotify para la gente, también crece la preferencia por el streaming (franja azul) y decrece la preferencia por la descarga (franja amarilla). Sólo entre los NO usuarios es mayor la preferencia por la descarga que por el streaming.

Figura 2.

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¿Esto significa que los usuarios de Spotify descargan menos o tienden a no descargar? No exactamente. Lo que significa es que los usuarios de Spotify prefieren el streaming, aunque siguen acudiendo a las descargas. Avancemos.

Compra de música grabada.

La figura 3 recoge la proporción de personas que han comprado música grabada al menos una vez en los doce meses anteriores al estudio. Como en el gráfico anterior, podemos ver las diferencias entre los seis tipos de relación con Spotify.

Figura 3

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Vemos que hay más compradores de música entre los usuarios de Spotify que entre los no usuarios. Lógico: su afición a la música es mayor, de ahí que la probabilidad de compra sea también mayor.

Pero lo más interesante de estos datos es observar que la mayor tasa de compra de música en los últimos doce meses se alcanza entre los usuarios con cuentas de pago. Podemos afirmar que el hecho de pagar la cuota de streaming no implica que el usuario deje de comprar música. Es más, de momento, está ocurriendo lo contrario.

La Figura 4 nos muestra esta misma idea de otro modo. La predisposición a comprar música también crece con la satisfacción a Spotify, alcanzando el máximo nivel entre los usuarios de pago. De nuevo, vemos que el hecho de pagar la cuota de streaming no implica que el usuario deje de mostrar mayor predisposición a comprar música.

Figura 4

Figura_4_5

¿Y qué pasa con las descargas gratuitas?

Nos lo muestra la figura 5 donde recogemos la opinión sobre el hábito de descargar música gratuita, diferenciando las seis posiciones respecto a Spotify.

Figura 5

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Aquí vemos que son los usuarios de la cuenta gratuita (y no los de pago) los que muestran mayor predisposición a las descargas gratuitas. Estos usuarios (con restricciones de uso, especialmente en movilidad) buscan la alternativa de las descargas gratuitas para salvar esas restricciones. Al ver estos datos, es bastante probable que la existencia de Spotify free esté actuando como un facilitador indirecto de las descargas: “primero exploro con el servicio gratuito de Spotify y si me gusta lo descargo gratis, y la almaceno a mi modo para escucharla y compartirla cuando/donde quiera.”

En cambio, quienes ya pagan por el servicio de streaming y, por tanto, no tienen restricciones de uso muestran un descenso en las descargas gratuitas. Nótese que es un descenso significativo pero no se eliminan completamente. Algunas razones que explican este hecho son que el catálogo no es el 100% y, sobre todo, que subyace una pregunta clave ¿cómo accedo a mi selección de música favorita si un día decido darme de baja del servicio de streaming?

En cualquier caso, con estos datos sobre la mesa es muy razonable pensar que si la industria facilitara a los aficionados la entrada en las cuentas de pago sin restricciones de uso (para escuchar, organizar y compartir), descenderían las descargas.

¿Y con la música en vivo?

En la figura 6 vemos que el interés por la música en vivo está correlacionado con el interés por Spotify. Las cifras indican que a medida que crece la relevancia de Spotify para la gente también crece la asistencia a conciertos, siendo el punto más álgido, de nuevo, los usuarios de pago.

Estos datos expresan que el servicio prestado por Spotify es un alimentador de la asistencia a conciertos. Poniendo la música al alcance de los aficionados estimula el deseo de todo fan: acercarse a sus bandas favoritas en directo.

Figura 6

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Lo mismo puede ser dicho de los conciertos de pago (figura 7).

Figura 7

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Concluimos:

a) ¿Qué aporta el streaming de pago al ecosistema de la música?

1. El usuario de pago compra más música que el resto. El hecho de pagar su cuota no implica que deje de comprar música.

2. También hace menos descargas gratuitas que los demás, aunque no las elimina del todo, lo que nos indica que el streaming en su versión premium también tiene limitaciones que aún debe superar para sustituir el hábito de la descarga.

3. Y acude con más frecuencia a conciertos.

b) ¿Qué pasaría si se facilitara el acceso al streaming de pago?

1. Se incrementaría el número de clientes del servicio, descendiendo las descargas.

2. Se incrementaría el tiempo de uso del servicio, gracias a que las personas podrían escuchar y compartir SU música en cualquier espacio, tiempo y dispositivo.

3. Este incremento en el tiempo de uso amplificaría para el aficionado las probabilidades de descubrir por sí mismo y, por tanto, de hacer más grande SU planeta musical.

4. Al hacer más grande su planeta, se incrementan las probabilidades de establecer vínculos de “fan” con nuevos artistas lo que, a su vez, incrementa la probabilidad de comprar música grabada y, especialmente, en vivo (así como todo tipo de contenidos como novelas, biografías, películas…).

5. Y, muy importante, facilita la recomendación hacia sus círculos: la mejor difusión posible.

En definitiva, la extensión del streaming de pago (sin restricciones de uso) es aumentar la base de aliados de la música, algo mucho más grande y más rentable que simplemente “vender” música.

Sin embargo hay una barrera a la extensión del streaming de pago. Esa barrera es la que decide mantener una ratio valor/precio que para una amplia base de aficionados a la música se considera no conveniente.

En el caso de Spotify en España míralo así: por cada cliente de pago (4%) hay otros cinco que estarían encantadísimos de usarlo (22%) pero no están dispuestos a pagarlo en las condiciones que actualmente se lo propone el mercado.

¿Te parece esta una historia de piratas, o crees que algo podrían hacer quienes fijan las condiciones de la oferta?

Y no sólo me refiero al precio, que también. Pero, pongamos un ejemplo (un inocente ejemplo) ¿qué pasaría si la gente pudiera cambiar de plataforma de streaming haciendo una “portabilidad” y llevándose consigo toda la música organizada como quieren?

Otro ¿y si pudiera elegir lo que quiere gastar cada mes? Otro más ¿y si pudiera hacer un pre-pago por los días/horas que quisiera? Ya acabo ¿y si la gente pudiera acogerse a una sistema híbrido de pago y publicidad? La última ¿y una tarifa de grupo?

En fin, aún queda mucho por explorar. Conveniencia no es sólo cuestión de precio.

Para ver o descargar la metodología empleada en el estudio:

Para ver o descargar gráficos de este artículo 5.

Este artículo fue publicado originalmente en el site de BIME.

“Aquí no compra música ni dios”. Esto, o algo parecido, escuchamos habitualmente en cualquier foro relacionado con la industria musical. En este artículo queremos decir “vamos a ver, ni tanto ni tan calvo”. En España hay compradores de música ¿quieres saber quién? Te invito a descubrirlo y documentarlo con datos procedentes de la investigación sociológica que Two Much Research Studio ha realizado para BIME.

En la anterior entrega de esta saga dejamos planteado que hay cinco tipos de aficionados a la música que hemos llamado “núcleo”, “sociales”, “audición”, “tibios” y “fríos”.

Figura 1

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Vamos a entender qué les hace diferentes entre sí, observando los datos que hemos recogido sobre streaming, descargas y compras de música.

Streaming y descargas.

La figura 2 muestra las respuestas a la pregunta “¿Qué es para ti lo más cómodo a la hora de escuchar música procedente de Internet?

Figura 2

Figura_2_2Los internautas expresan con claridad que la fórmula del streaming es la más cómoda, vamos la preferida. Y además, esta preferencia es mayor cuanto más aficionado se es, de ahí que podamos concluir que el crecimiento del streaming está garantizado en el futuro próximo porque es la forma que mejor se ajusta, hoy por hoy, a los aficionados cuando quieren disfrutar de la música grabada.

El streaming crecerá pero ¿lo harán las suscripciones de pago? Ahí dejo la pregunta, de la que nos ocuparemos en las próximas semanas al entrar en detalle con lo que el líder, Spotify, representa para los internautas españoles.

Compra de música grabada.

Avancemos ahora por la figura 3, donde nos espera un dato contundente: el 2,8 de los internautas españoles de 16 a 54 años se definen como compradores habituales de música. Aproximadamente medio millón de personas (gráfico de la izquierda).

Tan sólo en el segmento de aficionados “núcleo” emerge un 10% de compradores habituales de música. Dicho de otro modo, si nos fijamos en los “heavy users” de la música, sólo 1 de cada 10 son compradores habituales de música grabada.

Si a eso añadimos a) la comparación con las cifras de descargas gratuitas (gráfico de la derecha) y b) la pujanza del streaming que antes veíamos, llegamos a la conclusión de que el “mercado” de la música grabada está en declive, siendo bastante raro –estadísticamente hablando- encontrar a alguien que sea comprador habitual.

Subrayo que hablo de “mercado” entendido como ese lugar donde vamos a proveernos con normalidad de lo que necesitamos. El hecho de que haya un 2,8% de compradores habituales de música nos índica que la compra no es patrón de “normalidad”, sino de excepcionalidad.

Figura 3

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¿Significa esto que sólo compra música grabada el 2,8% de los internautas? No, esos son los compradores habituales. Afortunadamente para todas las personas que forman parte de la industria musical la cifra de compradores es mayor, pero su importancia cualitativa es escasa dado que se nutre de compras esporádicas.

La figura 4 nos indica la cantidad de personas que han comprado música grabada en los doce meses anteriores a la realización de la encuesta. El 38% de los internautas españoles de 16 a 54 años ha comprado música grabada alguna vez en ese período (6,3 millones de personas).

Figura 4

Figura_4_2Ese 38% no se mantiene constante en los cinco tipos de aficionados. La figura 5 nos indica que la relación que cada persona mantiene con la música es la que explica su mayor o menor permeabilidad a comprar música grabada. Así, los datos muestran que cuanto mayor es la afición más crece el porcentaje de personas que han comprado algo en los últimos doce meses.

Los más compradores –a gran distancia de los demás- son el segmento “núcleo” que, recordemos, está formado por los aficionados que sienten pasión por la música y además son amantes de la música en vivo. Ellos son el cimiento donde se asienta la industria musical.

Figura 5

Figura_5_2Compra de música en vivo.

En la compra de música en vivo aparece un patrón parecido. Observa la figura 6, que nos muestra la asistencia a conciertos de pago en los últimos doce meses. Ahí apreciamos que el 38,5% de los internautas españoles de 16 a 54 ha pagado por asistir al menos a un concierto en los últimos doce meses (7,7% cuatro o más + 14,8% dos o tres + 16,0% uno).

¿Se distribuye uniformemente la frecuencia entre los cinco segmentos de aficionados? Claramente no. Volvemos a ver un patrón similar: cuánto mayor es el grado de afición, mayor es la frecuencia con la que se asiste a conciertos de pago.

Figura 6

 

Figura_6_2

 

Pero -y aquí reside la idea principal- si comparamos el patrón de compra de la música grabada y el de la música en vivo (figura 7) vamos a ver algo que intuitivamente muchos hemos pensado, y ahora se manifiesta ante nuestros ojos, limpiamente.

Figura 7

Figura_7_2En dos de los tres segmentos de mayor afición hay más frecuencia de compra de música en vivo que de música grabada. Es decir, el grupo de personas que más influencia tiene sobre la industria de la música está más abierto a “consumir y pagar” música en vivo que música grabada.

Un dato sumamente relevante en estos tiempos de efervescencia digital, pues pone sobre la mesa la creciente aceptación social de conciertos, festivales y cualquier otro formato que permita a las personas vivir una experiencia orgánica con la música.

Una experiencia que se adentra dónde no puede llegar la música grabada. Me refiero a esa comunión a tres bandas: mi artista, yo, y otros como yo.

 

Para ver o descargar la metodología empleada en el estudio:

 

Para ver o descargar gráficos de este artículo 2.

 

Este artículo fue publicado originalmente en el site de BIME.

 

Fundadores de Riot Cinema Collective

Fundadores de Riot Cinema CollectiveUna cita con la Obra de una gente maravillosa, valiente, inspiradora, generosa … una gente Genial!

Es el estreno en Madrid -cine Callao- de El Cosmonauta, una historia transmedia que nos va a remover, en todos los sentidos.

En su web te cuentan cómo puedes organizar tu propio pase en tu ciudad, en tu pueblo, en tu comunidad de vecinos … Tan fácil como decirlo y ellos te facilitan las cosas.

Carola, Bruno, Nicolás ¡GRACIAS! Vuestra Obra habla bien a las claras de quién sois.

Trailer El Cosmonauta (En todas tus pantallas el 14 de Mayo) from Riot Cinema on Vimeo.

A medidados de octubre de 2012 prácticamente se terminó de rodar LIBRES, la serie de okupación rural, que ha elegido la localidad de Yeste en el Pirineo Aragonés para su rodaje.

LIBRES es un ejemplo -otro más- de artistas comprometidos con su Oficio que deciden dar el paso adelante y cabalgar a lomos de su Sueño, sin esperar a que se den las circunstancias favorables para que «alguien ponga la pasta» que dé cauce a su talento.

No, ellos han decidido ser Causa en vez de Consecuencia.

Crearon su Proyecto, se encomendaron a su Comunidad y lanzaron una campaña de crowdfunding en goteo.org donde la gente podía apoyar económicamente desde 10 euros.

Pidieron 4.900 euros; obtuvieron 5.556 provenientes de 89 mecenas. En dos meses.

Consiguieron el dinero que pidieron. No sé si el que verdaderamente necesitaban, pero desde luego fue el que pidieron. Ellos mismos en su página de Facebook hablan de «cómo» lo han logrado citando a un Grande:

“A propósito de todas las iniciativas, hay una verdad elemental cuya ignorancia mata innumerables ideas y espléndidos planes: en el momento en el que uno se compromete de verdad, la Providencia también lo hace. Toda clase de cosas comienzan a ocurrir para ayudar a esa persona, cosas que sin su previo compromiso jamás habrían ocurrido. Todo un caudal de sucesos se pone en marcha con aquella decisión ayudándole por medio de incidentes inesperados, encuentros insospechados y ayuda material que nadie hubiera soñado que pudieran ocurrir. Si sabes que puedes, o crees que puedes, ponte en marcha. La audacia tiene genio, poder y magia.”

Johann Wolfgang von Goethe

Muchas Felicidades. Os deseo lo mejor y os expreso mi Gratitud por darme la Oportunidad de sentirme tan bien apoyando proyectos como el vuestro, en el que siento la integración de Coraje, Inteligencia y Confianza.

Teaser


Making of «Teaser Libres»

Se llama Hördur Torfason y es uno de los protagonistas de la «revolución islandesa». Son dos minutos de video; por favor que alguien me diga donde está lo anti-sistema, dónde está la violencia, dónde la irracionalidad.

Yo al verlo siento mucha afinidad con esa serenidad de ánimo. ¿Y a ti qué te parece?

asistentes acampada en sol mayo 2011

En este video de 4 minutos nos cuentan cómo se organizan los ciudadanos que protagonizan la acampada en la Puerta del Sol del movimiento Democracia Real Ya. Sigo sin ver nada de antisistemas, sólo gente con propuestas.

Cuánto podemos aprender de este impulso!! Muchas gracias por lo que estais haciendo.

Acampada Puerta del Sol (Madrid). Mayo 2011

La democracia necesita a la política, pero los partidos tienen que experimentar su metamorfosis para sobrevivir en la Era de la Participación. Necesitan tomar baños de inteligencia ciudadana.

Los jóvenes que han convertido las plazas en ágoras nos están enseñando algo muy importante a las generaciones que les hemos precedido. Nos dicen que no están dispuestos a pagar mansamente -como esclavos de alta gama- la factura del festín «finanfiero» que nos hemos pegado durante una década. Y nos lo dicen indignados, sí, pero pacíficamente y apelando a nuestra capacidad de cambiar las cosas, si asumimos nuestra responsabilidad como ciudadanos: su propuesta es un ejercicio de co-creación entre instituciones y ciudadanía. Yo no veo «anti-nada» en estos jóvenes, al contrario les veo creadores de propuestas: «pro-activismo».

Ya basta de perfumar bares y reuniones familiares de indignación y pesimismo anónimos. Ellos salen a la calle a decirlo públicamente, dando la cara, a comunicarlo a los cuatro vientos, sin complejos, con respeto … asumiendo su responsabilidad ciudadana: este movimiento es poderoso porque es responsable.

Y personalmente, celebro que haya personas con el coraje y la claridad suficientes para poblar las plazas de España de propuestas ciudadanas.

¿Tras las elecciones del 22-M se apagará esto?

A quienes lideran los partidos y las instituciones les animo a que «pongan una plaza en su vida». Ustedes pueden crear los cauces y permitir que la ciudadanía exprese sus creaciones. Confíen en el fenómeno de la escucha, tomen la distancia necesaria para poder contextualizar lo que les dicen, y a continuación háganse la pregunta ¿Qué puedo yo co-crear en estos tiempos junto a la ciudadanía?

Tómense su tiempo para cuajar su propuesta, pero INSPIREN su legítima creación política en las voces ciudadanas. Somos mucho más inteligentes cuando compartimos nuestros saberes y ustedes, hasta ahora, han escuchado poco a la ciudadanía. Ese es el GRAN derroche de nuestros tiempos: el derroche de la inteligencia ciudadana.

Cambiemos esto. Podemos.

El 72% de los jóvenes madrileños no encuentran ningún partido político que les resulte interesante.

Esta es una de las principales conclusiones de la encuesta que en Two Much research studio hemos hecho en febrero-2011 en la ciudad de Madrid, capital de España.

No significa que los jóvenes se abstengan en esa proporción durante las próximas elecciones municipales (mayo 2011), porque la tasa de abstención entre los jóvenes será “sólo” del 51% (ver diapositivas), pero al conocer estos datos me han surgido algunas preguntas que quiero compartir en la Red.

1) ¿Realmente los jóvenes nos están diciendo que la política no les interesa? ¿No será más bien que nos dicen que estos partidos políticos no les interesan?

2) ¿Qué responsabilidad hay en las generaciones precedentes para que los jóvenes de hoy muestren este distanciamiento de la política o de los partidos políticos?

3) ¿Qué mensaje hay en el voto de un joven que va a las urnas, aun cuando no hay ningún partido que le interese verdaderamente? ¿es eso responsabilidad ciudadana? ¿es un hábito mecánico? ¿es …?

4) ¿Por qué les cuesta tanto a los partidos políticos “vibrar” en el mismo código de los jóvenes? Por cierto, dicho sea de paso, la generación mejor formada y más conectada de la historia de este país.

5) Ante este desinterés por los partidos políticos o por la política ¿está en riesgo la democracia en nuestro país a medio plazo?

Seguiría con unas cuantas más, pero quisiera escucharte a ti ¿tú qué opinas?