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Fotograma de «La teoría sueca del amor».

La gente lleva vidas cada vez más solitarias en un planeta cada vez más conectado”. Yuval Noah Harari, en 21 lecciones para el Siglo XXI, página 109.

Fue mi querido Javier Creus quien me dio la noticia: “uno de cada cuatro suecos que fallecen, mueren solos”. Nadie reclama o vela su cadáver. Nadie les echa de menos.

También me puso en la pista de La teoría sueca del amor, un documental de 2015 que retrata en qué punto está la sociedad sueca, tras haberse cumplido más de cuarenta años desde que decidieron poner la independencia del individuo en el centro de su cultura ciudadana. Es para flipar.

En Reino Unido, el gobierno de Theresa May decidió en enero de 2018 crear el Ministerio de la Soledad, por ser esta una patología epidémica que merma significativamente la calidad de vida de las personas.

Asimismo, existe el riesgo de encasillar la soledad en “eso que les pasa a los ancianos”.Cristina Paez, directora técnica de la Fundació Salut Mental Catalunya afirma:

se envejece tal y como se ha vivido. Si la persona ha tenido una vida rica en relaciones sociales, en la participación en la comunidad, en la realización de lazos de amistad, de voluntariado, de ayuda mutua… envejece rodeada de mucha gente y de redes sociales, familiares y de amigos que favorecen su calidad de vida física y emocional. Si la persona ha cultivado una vida individual y cerrada en sí misma, en su pareja, en su familia y el cuidado de sus hijos y en su trabajo, cuando envejece, lo hace sin haber aprendido a vivir y a desarrollar estos lazos y vínculos que le permitirán sentirse más arropada en su comunidad”.

“Se envejece tal y como se ha vivido”

A una conclusión similar llega el  Harvard Study of Adult Development, la investigación más completa que se conoce sobre la felicidad. Se trata de un estudio longitudinal que se inició en 1938 monitorizando a 724 personas y sus 2.000 descendientes, a lo largo del tiempo.

Durante más de 75 años los participantes en la investigación han ido aportando datos sobre su vida, cada dos años. La gran conclusión del estudio es que la buena vida se construye con buenas relaciones. Así, las personas que en sus cincuentas tienen relaciones más satisfactorias, son las más sanas y felices cuando llegan a sus ochentas.

Desde la evidencia empírica, esta investigación aporta tres aprendizajes clave:

1. Los vínculos afectivos con otras personas, familia, amigos, comunidad, nos hacen bien y la soledad es tóxica.

2. No tiene que ver con la cantidad de vínculos sociales sino con la calidad de las relaciones más cercanas.

3. Las buenas relaciones protegen nuestro cerebro: los recuerdos son más nítidos entre los octogenarios que saben que pueden contar con otras personas, porque su memoria está más protegida.

Robert Waldinger, el actual director de ese estudio (el cuarto desde que se inició), lo explica magníficamente en esta TED talk de 2015.

¿Crear ministerios es una solución? No creo que sea “la solución”, pero al menos pone en la agenda el asunto. Otros caminos parecen más poderosos, me explico.

¿Tienes sal?: una gran noticia.

Esta plataforma originaria de Berlín ha llegado recientemente a España, comenzando por Madrid y Barcelona. En ¿tienes sal? se crean vecindarios digitales donde las personas se registran, ubican un perfil con sus preferencias y tienen acceso al perfil de otras personas que viven en su proximidad, pudiendo establecer conexiones según sus intereses.

 

¿Para qué ha nacido?

“Queremos que la gente se sienta cómoda en sus barrios y que los desconocidos se conviertan de nuevo en vecinos.

Estamos convencidos de que con ¿Tienes-sal? podemos hacer una pequeña contribución a los grandes retos sociales de hoy en día. A nivel de barrio, podemos dar respuestas a desafíos como la anonimización de la sociedad, la crisis económica, el consumo excesivo y el desarrollo de la economía compartida.

Los vecindarios fuertes y unidos actúan a pequeña escala y benefician a cada individuo, porque juntos somos más fuertes. Mejoran nuestra calidad de vida donde pasamos la mayor parte del tiempo: en casa, en nuestras calles, en nuestro barrio. Con una buena idea y este compromiso, queremos ayudar a revivir y echar sal a nuestros barrios”.

Es una plataforma que conecta personas donde lo importante no es lo que pasa dentro de la plataforma, sino lo que pasa fuera de ella, cuando las personas se conocen, se tratan y deciden (o no) hacer algo «orgánico» en común.

Funciona como un gran tablón de anuncios de proximidad. Alguien que pregunta si hay profesores de inglés en el barrio. Una vecina que se va de viaje y regala alimentos para que no se echen a perder. Alguien que se ofrece a hacer arreglos de ropa. Padres que proponen quedadas para jugar con sus hijos en el parque. Una chica que quiere montar un grupo de bailes de salón. Una aficionada a correr pregunta qué otras personas del barrio se animan a salir juntas, etc… La lista es infinita.

El bien a crear y proteger es la interacción, sin más. La plataforma facilita la conexión de afines para que estas personas hagan vida orgánica fuera de ella. Es un ingenio que facilita conexiones relevantes que pueden luego convertirse en relaciones relevantes, mercantilizadas o no

A todas luces es un antídoto a esa soledad epidémica en la paradójica sociedad de individuos hiperconectados.

Es gratuita, aún no hay “modelo de negocio”. No me imagino que el modelo de negocio futuro sea captar la atención de las personas para vendérsela a los anunciantes en código publicitario. Lo imagino más próximo a un esquema de suscripción, una vez demostrado que los usuarios, gracias a esa conexión inicial, disfrutan de valor relevante creado por ellos mismos.

En suma, la plataforma debería tener ingresos por el valor que crea (la conexión) y no por el valor que no crea (la relación). Ojalá que los “ministerios-de-la-soledad” comprendan y estimulen el funcionamiento de estos aceleradores de partículas vecinales.

Interdependencia.

El documental sueco al que antes me refería finaliza dando voz al maestro Zygmunt Bauman, referente de las ciencias sociales contemporáneas fallecido en 2017 a la edad de 92 años.

 

Citar aquí una selección de sus palabras es mi agradecimiento a las personas que están impulsando el proyecto ¿Tienes Sal?, y a todos los vecinos que han decidido estar ahí, tejiendo una vida comunitaria fértil.

“Una cosa que el estado no puede proveer es estar entre otras personas, ser uno en compañía. Eso lo tienes que hacer tú mismo… Las personas entrenadas en la independencia están perdiendo su capacidad para negociar la convivencia con otras personas porque estás privado de las habilidades de socialización…

 … Ahora estamos dividiendo nuestra vida entre dos mundos diferentes, on line y off line, conectado y desconectado. La vida on line está en gran medida libre de riesgos, es tan fácil hacer amigos en Internet que nunca estás realmente sintiendo tu soledad. Si no te gustan las actitudes representadas por otros usuarios, simplemente dejas de comunicarte con ellos. Cuando estás off line lo que inevitablemente ves es la realidad de la diversidad de la raza humana … tendrás que enfrentarte a la necesidad de dialogar, de entablar una conversación. Tienes que enfrentar el hecho de que hay muchas maneras de ser humano y cuando se inicia un diálogo nunca se sabe cómo va a terminar, tal vez en lugar de demostrar que eres sabio y todos los demás estúpidos, descubres que otros son sabios y tú estúpido. La independencia te quita la capacidad de hacer precisamente eso. Cuanto más independiente eres, menos eres capaz de detener tu independencia y reemplazarla con una agradable interdependencia. Al final de la independencia no está la felicidad, sino un vacío de vida, una pérdida de sentido de la vida y un aburrimiento inimaginable”.

Gracias maestro.

(Publicado originalmente en Innovación Audiovisual)

Ciclo Brande Content Talks organizado por UNIR y el Colectivo Innovación Audiovisual.

“Tu cerebro está cincuenta veces más ocupado que el de tus padres a tu edad, y el suyo cincuenta veces más que el de sus padres. Es decir, tu cerebro está 2.500 veces más ocupado que el de tus abuelos, y eso es producto de la cantidad de noticias, de anuncios y de todo el ruido comunicacional que nos envuelve. Hoy cualquier niño de 10 años es capaz de reconocer más de 1.000 logos, tal es la enorme cantidad de anuncios que vemos todos los días cuando navegamos en Internet o escuchamos la radio o vemos la televisión. La única manera en que podemos convivir con ello es ignorando casi todo”.

Estas palabras pronunciadas por Seth Godin en una de sus sesiones de The Marketing Seminar, sirven de contexto para apreciar el valor actual que el branded content tiene en la comunicación y el marketing modernos: lidiar con la ignorancia y el olvido, que es otra forma de ignorar.

Hacer Branded Content en 2018 es un oficio apasionante donde las Artes y las Ciencias se dan la mano, donde Tecnología y Humanismo cooperan, haciendo de la comunicación algo relevante para quien la recibe. Por eso, las marcas invierten recursos en crear contenidos relevantes para sus públicos, con tres objetivos:

  • Que consigan atraer su atención.
  • La nutran con historias de su interés.
  • Y sean eficaces trasladando los mensajes que la marca considera acordes a su estrategia de negocio.

Fruto del convenio de colaboración entre UNIR y la Asociación Innovación Audiovisual a comienzos de 2018 celebramos el programa ‘Branded Content Talks’, un ciclo compuesto por cuatro diálogos.

Programa y ponentes.

El ciclo se abrió el jueves 1 de febrero con el título: ‘¿Por qué el Branded Content? ¿Es fruto de la evolución publicitaria o hay algo más de fondo?’. El encargado de desarrollarlo fue Jaime López-Amor, miembro de Innovación Audiovisual, y productor ejecutivo en DIP 360. Jaime tuvo la genial idea de concebir el evento como el diálogo entre tres generaciones de espectadores: su madre, su hija y él. Aquí puedes seguir la charla completa.

El segundo diálogo se celebró el jueves 15 de febrero protagonizado por otros dos socios de Innovación Audiovisual, Jorge Guillén y Elena Neira quienes conversaron sobre “Branded content multiplataforma: el juego de los contenidos líquidos”. Aquí tienes el link.

Dos semanas después fue el turno de otros dos socios del colectivo Innovación Audiovisual, Montecarlo y Daniel Resnich, storytellers empedernidos que nos hablaron de “Back to the future: las marcas que harán historia”. Daniel y Montecarlo dialogaron sobre el futuro que se perfila en el ámbito del Branded content. Aquí el acceso a la charla.

El jueves 8 de marzo tuve la fortuna de conversar con un provocador, Pedro Serrahima, quien durante ocho años vivió la experiencia de dirigir el crecimiento de Pepephone, compitiendo con gigantes como Movistar, Vodafone y Orange, sin apenas invertir en publicidad. Nuestra charla sobrevoló, sobre “qué ocurre cuando el branded content es la experiencia que la marca hace vivir a sus clientes”. Aquí os dejo el link.

Creación colaborativa.

Este ciclo para mi tuvo, además, el valor de ser un experimento de trabajo colaborativo entre las diez personas que cooperamos en el proyecto. Comenzamos a trabajar en el mismo a mediados de diciembre, y desde el principio me propuse observar “micro claves” que hacen más productivo el trabajo en colaboración con otros. Comparto con vosotros un decálogo de las enseñanzas que me he llevado.

1) Todo es más eficiente si acordamos claramente, al inicio, el propósito de lo que estamos haciendo: por qué, para qué y a quién nos dirigimos. Con ese trabajo hecho, encontrar el qué y el cómo es sencillo, y pivotar también. Merece la pena dedicar tiempo en los inicios a acordar un propósito que todos los integrantes del equipo hacen suyo

2) Los miembros del equipo han de compartir una afinidad, algo que les pone en relación, y no tiene porqué ser la amistad. Una afición, una pasión común, compartir una visión sobre el oficio …

3) Ser precisos y certeros en la comunicación entre los miembros del equipo. Trabajar en una red deslocalizada, con pocas ocasiones de contacto orgánico, implica que las ocasiones de encuentros sincrónicos son escasas. Más del 90% de la comunicación entre nosotros es asincrónica, son mensajes que se dejan en un lugar para que los otros lo reciban en su momento e interactúen, cada uno en sus ritmos, por lo que no hay oportunidades de interacciones rápidas o matices y aclaraciones sobre la marcha. Esto requiere que los mensajes que nos emitimos sean muy precisos, muy certeros, que no lleven a ningún malentendido y esto, queridos, es una bendición porque te permite ejercitar la empatía: leer todo lo que tu escribes como si lo estuvieras leyendo sin haberlo escrito.

4) La precisión, si breve, es puro tesoro. Di todo lo que tengas que decir, pero lo más brevemente que puedas, pues al otro lado tienes personas híper ocupadas que tienen que entenderte rápidamente e interactuar contigo llegado el momento de la respuesta, o de la reacción al mensaje que has enviado. Esta es una muy buena oportunidad de poner en juego tus habilidades para expresar mucho con poco, usar las palabras justas, los giros, las imágenes, las metáforas …

5) Acuso de recibo y prontitud de respuesta. Pocas cosas hay tan paralizantes como enviar un mensaje y no saber si al otro lado se ha recibido. Acusa recibo de los mensajes que te lo requieren y comprométete a responder en el tiempo que consideres, pero con un plazo. Si no hay acuse de recibo y compromiso de respuesta en un plazo, los compañeros de equipo que necesitan tu feedback se quedarán sumidos en la incertidumbre y perderán direccionalidad, al no saber qué es lo mejor para su próximo paso.

6) Puntualidad. Suena a Perogrullo, pero en los trabajos en grupo ser puntual en las entregas de tus compromisos es más necesario que nunca.

7) Jerarquía. Crear colaborativamente no significa ausencia de jerarquía. Cada proyecto requiere liderazgo, lo que pasa es que ese liderazgo no se corresponde siempre con el mismo nodo de la red. La persona que hace el rol de “jefa” de la acción no es siempre la misma, de tal modo que cada miembro del equipo a veces lidera y a veces provee a quien lidera. Este es un ejercicio impagable de ego-free.

8) Deliberación y decisiones. Colaborar implica conversar, y conversar requiere de sentirse libre para expresar sin ser enjuiciado. La deliberación, que es la antesala de las decisiones, implica escucha, diálogo, enriquecimiento de puntos de vista … . Antes de decidir sobre algún asunto importante la deliberación es necesaria. Y decir deliberación no es debatir sine díe, es debatir sabiendo que una decisión importante espera al fruto de ese debate.

9) Votar, aunque en cierto modo es la “solución fracasada”. El trabajo colaborativo entre personas afines, con propósito compartido, jerarquía distribuida variable y unos hábitos de comunicación saludables, será en la mayoría de los casos suficiente para que no tengas que pasar a votación propuestas carentes de consenso. Pero, hay momentos en que se hace necesario votar y hay que hacerlo rápidamente y con normas claras. Una votación no tiene porqué reducirse a sí o no. Ante una idea cabe una pluralidad de posiciones más allá de la lógica binaria: sí lo apoyo; ni sí, ni no; no lo apoyo pero acepto que otros lo apoyen; no lo apoyo y me opongo a que esta idea se desarrolle.

10) Bendigo a Loomio, una herramienta sencilla que ha sido concebida como nativa de la deliberación y la toma de decisiones. Loomio nos ayuda a conversar más eficazmente.

11) Este modo de trabajar me enriquece, me hace danzar simultáneamente con el yo y el nosotros. Me descubre, en todos los sentidos.

(Envío un agradecimiento especial a Berni Melero, que me ayudó a trabajar este post).

Este post se basa en el publicado en Innovación Audiovisual el 25 de enero de 2018.

http://innovacionaudiovisual.com/2018/01/25/hacer-branded-content-del-branded-content/

 

Hoy día de San Jorge, 23 de abril, he encontrado un buen motivo para homenajear a los libros viendo en streaming «Un enemigo del pueblo«, esa pieza maestra sobre la soledad de la Ética que publicó el dramaturgo Henrik Ibsen en 1883.

A pesar de ser escrita hace más de 130 años es de rabiosa actualidad, máxime en estos días en que los oligarcas de la Comunidad de Madrid nos brindan el tufo de su cloaca, por enésima vez.

¿Quién drenará la charca de esta democracia?

Encuentro la respuesta en la frase final de esta obra de teatro: «el hombre más poderoso del mundo es el que está más solo«. La suma de soledades multiplica.

Aquí podéis verla, en RTVE, emitida en el mítico programa Estudio 1, en mayo de 1981.

Sinopsis: La vida de un pequeño pueblo de Noruega gira en torno a un balneario, su mayor fuente de ingresos. Al descubrirse ciertas anomalías en sus instalaciones que pueden producir infecciones, el alcalde trata de convencer a su hermano, médico de pueblo, para callar lo sucedido.

Lo llaman tiempo real, pero se refieren a lo instantáneo. ¿Acaso no es «tiempo real» los 365 días que tarda la tierra en viajar alrededor del sol? ¿Y las dos horitas que esas lentejas se abrigan a fuego lento? ¿No es esto también tiempo real?

Si sólo lo instantáneo es tiempo real ¿todo lo demás es tiempo irreal? Ojo.

¿Ves de qué modo tan sutil nace un nueva realidad imaginaria que genera realidad real?: la realidad imaginaria es el hecho de anudar «tiempo real» con «lo instantáneo», lo que genera una realidad real: vivir nuestra vida cotidiana con la lengua fuera.

A menudo entendemos que la meta es el lugar de llegada, cuando en realidad es el lugar que ha de ser atravesado. La meta es la puerta de acceso a tu más allá, lo que te permite ensanchar tus límites.

Qué fácil resulta desviar el sentido de las cosas viviendo a lomos de lo instantáneo.

 

Somos seres sociales, como muchos bichos. Vivimos en sociedad, como muchos bichos. Y las historias nos dan forma, en esto ya no hay bichos como nosotros.

Como dice y razona Yuval Noah Harari el Homo Sapiens es la especie que ha llegado a gobernar este planeta gracias a que es capaz de construir mecanismos de cooperación masiva entre extraños, tales como naciones, iglesias, empresas, cooperativas, ong’s, clubes de fútbol …

En este enlace tienen una TED Talk en inglés con subtítulos en español.

Siguiendo con la tesis que este autor desarrolla en “Sapiens. De animales a dioses”, estos mecanismos de cooperación masiva se hacen posibles cuando se orquestan con historias –él dirá mitos- que los legitiman y orientan su acción. Así, las naciones crean sus mitos que legitiman a gobernantes y ciudadanos; las iglesias crean los de la santidad y los feligreses; las empresas el mito del emprendimiento y el empleado; las cooperativas enfocan los suyos desde el igualitarismo y lo colectivo; las ong’s desde la causa noble y el voluntario; el club de fútbol declina el mito de la rivalidad y la adhesión a los colores, etc…

El mito es lo que aporta familiaridad, lubricando de ese modo la cooperación entre extraños. Por ejemplo el mito del Estado del Bienestar en España me conduce a pagar impuestos a favor de la cooperación entre ciudadanos españoles, de los cuales a lo sumo conozco directamente a 200. O sea, de los 45 millones de españoles hay 44.999.800 que son, en sentido estricto, extraños para mi. Sin embargo son españoles, como yo. Compartimos mito y esto nos permite cooperar con eficacia.

Escribe Harari en un pasaje de su libro que “contar relatos efectivos no es fácil. La dificultad no estriba en contarlos, sino en convencer a todos y cada uno para que se los crean”. Por esta razón todos los mecanismos de cooperación masiva entre extraños necesitan mitos seductores y medios a través de los que circular.

Hoy somos muchos medios de comunicación.

Desde que vivimos en plataformas de conectividad y vamos con ellas a todas partes, hemos añadido el rol de productor de contenido al que ya teníamos tradicionalmente de receptor paciente del que otros producían en nuestro nombre. Ahora se nos ha facilitado ser nodos. Emitimos y recibimos contenido desde y hacia nuestras áreas de influencia. Así vamos constituyendo ese relato que llamamos actualidad.

Hace tan sólo diez años esto no era así. Los medios de comunicación “de masas” eran pocos y el rol dominante en la humanidad era el de receptores del relato que estos medios hilvanaban de noticia en noticia, de reportaje en reportaje. Titular a titular, portada a portada, entrevista a entrevista ese alimento social llamado actualidad se cocinaba en los fogones del poder.

¿En qué momento estamos hoy?

¿Todos los medios contribuyen a conformar este relato que llamamos actualidad? Mira este gráfico por favor. Recoge lo que 6.300 personas de 16 a 65 años, compradores habituales de tickets online, contestaron en julio de 2015 a la pregunta “para informarte sobre la actualidad ¿cuál es el medio o los medios que usas más habitualmente?»

La foto resultante nos habla de una transición en lo que respecta a los medios elegidos para estar al día de lo que se cuece en los tiempos que vivimos. Comenzaré por la parte derecha del gráfico, donde aparecen los datos de las generaciones más talluditas, los mayores de 50 años.

Llama la atención lo variado del menú. Los seis medios dibujan un escenario con poca distancia entre los extremos. Entre el medio favorito (la prensa digital) y el menos frecuente (blogs y sites) hay 25 puntos de diferencia.

Asimismo los medios clásicos de televisión, radio y prensa en papel siguen teniendo una presencia muy destacada en el seguimiento de la actualidad. El tamaño que tienen radio y prensa en papel entre los mayores de cincuenta nos habla de que son singularidades propias de esa generación. Ya no se aprecian con vigor en los otros grupos de edad, especialmente por debajo de los 40 años.

La generación intermedia de 40 a 49 años -nacidos entre 1966 y 1975- deja ver su papel de generación bisagra. Por un lado refleja la pujanza de los medios de natividad digital y, por otro, la inercia de los medios crecidos al amor de la lumbre analógica.

Los medios y los menores de 30 años.

Vayamos ahora a la zona de la izquierda del gráfico, donde se ubican las preferencias de los españoles más jóvenes. De entrada apreciamos la polarización. Más de 60 puntos separan al medio más frecuente del menos frecuente. El menú es menos variado y sin duda son las redes sociales el medio más importante para seguir la actualidad, sobre lo que luego incidiré.

Pero ahora quiero llevar tu atención a que la televisión sigue siendo habitual para el 44% de estos jóvenes, tan sólo 13 puntos por debajo de lo que es para los mayores de 50 años, y muy parecido a lo que supone para las dos generaciones de españoles que caben entre 30 y 50 años. Cuando se dice que “los jóvenes ya no ven la televisión” se está haciendo una simplificación que impide ver un fenómeno completamente normal, como es que la televisión sigue siendo para los jóvenes un medio importante para seguir la actualidad, en la misma medida que para quienes ya no son tan jóvenes. Otra cosa es que no quieran “televisión de entretenimiento a la parrilla”, eso es así, pero esto no lleva aparejado que le den la espalda como contacto con la actualidad del tiempo que vivimos.

Como vemos son las redes sociales (línea amarilla) el medio favorito para la generación más joven, y lo es de modo contundente y singular con respecto a los otras generaciones. Este hecho nos indica que son los “amigos” que se eligen seguir en las redes (ya sean personas o medios) quienes están sirviendo la dieta que nutre su visión de la actualidad. Son las noticias que provienen de esos círculos de confianza las que entran a la ración diaria, siendo así que lo que llega a través de estos círculos está inscribiendo en los más jóvenes el mito que llamamos actualidad.

Sabemos que una gran parte de ese contenido es en realidad el re-envío de contenidos creados en las redacciones de los medios de comunicación de siempre. Sí, pero Juan abre ese link porque se lo envía Noelia. Su confianza primaria está depositada en Noelia, no en el medio que ha publicado el contenido o en la persona que lo ha redactado. Así desembocamos en una nueva fuerza constituyente que es especialmente visible en los más jóvenes: los círculos de confianza de “amigos” actuando como curadores espontáneos de lo noticiable, no porque creen el contenido sino porque se creen entre ellos.

El fenómeno Me-We.

Llevamos un tiempo apreciando en diferentes investigaciones el afloramiento de un fenómeno muy notable entre los jóvenes, aunque no es exclusivo de ellos. Consiste en dinámicas de creación colaborativa donde sólo hay beneficio individual si también lo hay colectivo. Y sólo se alcanza la meta colectiva si el individuo obtiene su retorno, a su escala.

Es una danza simultánea entre el Yo y el Nosotros, a pequeña escala, en círculos de confianza relativamente pequeños y manejables. Este fenómeno está ubicando los círculos de confianza entre amigos en el epicentro de nuevas formas de crear vida social y soluciones a necesidades-deseos que van desde la vivienda, la movilidad, el aprendizaje o la fabricación.

Los círculos de amigos danzando al son del Me-We como mito constituyente de nuevas realidades.

Este fenómeno es una extensión muy natural para una generación acostumbrada a conformar su visión del mundo desde los contenidos que llegan a su vida a través de los círculos de confianza. Tras una década de conversaciones en el «Social Media» está brotando y creciendo una mutación que me gusta llamar «Crowd Media», y que defino como ese nuevo marco donde los círculos de confianza ya no sólo comparten conversando, sino que también comparten haciendo.

Haciendo colaborativamente al son del Me-We.

(Este artículo se publicó originalmente en Innovación Audiovisual).

Eratostenes_CarlSagan

Eratóstenes dedujo la longitud del perímetro de la Tierra hace 2.200 años sin tener la posibilidad de circundarlo. Lo hizo gracias a un espíritu libre de prejuicios que le permitió interrogarse sobre lo que observaba con la suficiente limpieza en la mirada, como para no dejarla empañar por las ideas establecidas en su época.

Y lo hizo empleando unas sencillas herramientas llamadas rayos de sol, varas, cuerdas, sombras, ángulos y pasos. Herramientas puestas al servicio de ese espíritu libre que busca la verdad en lo que observa, y no sólo constatar lo que le cuentan.

El proyecto #WHYDEMOCRACY es el resultado de una indagación similar a la de Eratóstenes. Brota del genio creativo convergente en Sergio de Pazos (@sdepazos) y Bruno Teixidor (@bruteix). El objeto de la pregunta es ¿Qué es -realmente- la democracia?

Usando herramientas elementales (papel, rotuladores, mapas, libros, textos, música, un narrador …) penetran en esa ficción cómoda que llamamos democracia. El relato se infiltra dulcemente por nuestras ideas ya asentadas, empapa con respeto toda nuestra zona de confort y finaliza con … (bueno, eso mejor te lo dejo a ti).

A mi me corresponde decirte con franqueza que #WHYDEMOCRACY me resulta brillante. Un modo seductor de desnudar con «cuatro trapos» una historia compleja, de un modo elegante e incisivo. Y funciona. Ya se cuentan por cientos de miles las veces que esta historia ha sido compartida. En su anterior proyecto #WHYSYRIA fueron varios millones en todo el mundo. Sin hormonas.

Sergio y Bruno nos regalarán en los próximos días una nueva historia: #WHYELECTIONS.

El hallazgo de Eratóstenes animó a muchos navegantes a aventurarse en la exploración del planeta pues, a partir de ese momento, su dimensión ya era conocida y, por tanto, manejable. Su cálculo redujo considerablemente la incertidumbre facilitando el tránsito desde el conocimiento a la acción. #WHYDEMOCRACY también, porque te ayuda a comprender cómo te relacionas con las ideas intocables. Te ayuda a aprender de ti, y esta es una gran noticia para el mejor navegante de tu propia vida. Que lo disfrutes.

(este artículo fue publicado originalmente en Innovación Audiovisual)

Ha llegado el momento de tomar la iniciativa, de empezar a construir comunidades igualitarias y productivas no como experimentos ni como «islas» en un océano de grandes escalas. Al principio serán solo «ejemplos». Pero el ejemplo, acompañado de la idea de que la emulación es posible, es más poderoso que cualquier forma de propaganda.

La alternativa comunera no aporta la seguridad gregaria del hooligan político ni el orgullo vacío del racista. La pertenencia comunitaria es un reconocimiento en el trabajo y el aprendizaje, no es una «esencia» heredada de la cultura nacional o el nacimiento, ni el resultado de una adhesión insustancial o un carné. No es el producto de la imaginación permanente de un enfrentamiento con unos malvados universales. Es un construir constante con otros, un hacer en el que todos crecemos juntos, compartiendo cada vez más responsabilidad, dando y recibiendo confianza. Es lo opuesto al sentimiento de impunidad que «libera» al «seguidor» protegido por el líder, la bandera o la marca política en el ruido de las barricadas callejeras, los rifirrafes virtuales y los «zascas» mediáticos. Ser comunero es ganar autonomía y seguridad en la fraternidad del aprendizaje, redescubrirse valioso y valorado en el trabajo compartido. Ser comunero es poner en acción los valores en los que creemos, no competir por gritarlos más fuerte o enarbolarlos como un arma amenazante. Ser comunero no da la tranquilidad estática del yogui o el místico que busca el silencio de la soledad, sino la serenidad del que escucha y propone incluyendo al otro, sin escudarse en la indignación para no hacer nada ni ocultarse en el desdén de una pretendida superioridad. Ser comunero es un modo de vivir, aprender y construir compartiéndolo todo con los demás.

Necesitamos crecer con otros para poder reconquistar la vida de verdad. Toda «salida individual» no es más que una forma más del «sálvese quien pueda». Por supuesto que ante un entorno en descomposición se puede intentar acumular algo de dinero, encontrar una casa lejos de todo y vivir sin querer saber nada de nadie; o ganar un empleo estable aunque mal remunerado, interactuar lo menos posible en él y relegar la vida a lo que queda del día tras la jornada. Pero todas estas estrategias no son realmente satisfactorias sino distintas formas de hacer una retirada más o menos ordenada. A medio plazo son una autocondena a la melancolía. Aislarse, ponerse al margen, aun si llevara a vivir sin el apremio constante de la supervivencia monetaria, significaría renunciar a crecer, a desarrollarse, a realizar los ideales personales en la propia vida. Es otra forma de exilio.”

Fragmento de: “Manifiesto Comunero”, Las Indias, páginas 74-76.

Si sientes que este texto habla de ti, no esperes más lee el Manifiesto Comunero completo. Sentirás el deseo de compartirlo y de sumarte a multiplicar.

Mil gracias a los amigos de Las Indias por esta iniciativa, cuyo texto está abierto al enriquecimiento colaborativo de los lectores.

manifiesto-comunero

 

 

 

 

Millennials_1

Cuando alguien nos dice que el público objetivo de su producto son los “millennials” automáticamente brota en nuestra mente una imagen, cuyo contenido es una suerte de collage formado con fragmentos procedentes de la pléyade de estadísticas, informes, infografías, videos y noticias que se han publicado en los últimos cinco años.

Este tipo de publicaciones suelen ocupar bastante atención a describir cómo consumen los jóvenes llamados millennials, tratando de escudriñar qué criterios son los relevantes cuando toman decisiones de compra. Es lógico, los clientes de estos documentos son casi siempre marcas o empresas que prestan servicios a otras empresas, cuyo interés en los millennials es comprender sus patrones como consumidores.

Vistos desde esa mirada los millennials quedan reducidos a un “target”, otro más. Eso sí, de los más preciados. Leer más

Zapatos_Ciutadella

Lo de que el “mundo es limitado” tiene mucha miga. Si pienso en el mundo-planeta como un contenedor de todas las materias nutrientes que los seres vivos necesitamos, sí tiene sentido hablar de mundo limitado. Pero creo que es una visión limitada esta del mundo limitado.

La del contenedor es una metáfora que, de aceptarla sin más, nos conduce a entender la vida como una competición entre organismos que se disputan ese capital finito.

Desde esta visión, la estrategia de supervivencia consiste en competir. Y solamente los MÁS … (educados, agresivos, listos, adaptados, fuertes, ahorradores, eficientes … elige lo que quieras) conquistan su derecho a existir por pura selección.

La metáfora matriz del mundo limitado estimula la ansiedad de todos los jugadores por alcanzar un cierto nivel por encima del promedio, lo que garantiza una diferencia positiva a favor respecto a otros jugadores (los que están por debajo). Esta visión legitima la creencia de que sobresalir aporta una mayor probabilidad de éxito en la competencia por sobrevivir.

¿Sobresalir de qué? de los promedios del grupo. Por tanto el referente no se pone en el valor intrínseco de cada jugador, sino en los indicadores con que se mide el valor medible del grupo (las notas en los sistemas educativos, las evaluaciones de desempeño en las empresas, los programas de fidelización de las marcas con sus clientes, etc…).

En este esquema no importa quién eres, o qué te hace disfrutar, o en qué puedes contribuir con brillantez al progreso de la comunidad … Lo que importa es en qué eres capaz de destacar. Esto se corresponde bastante fielmente con lo que vivimos en las sociedades occidentales

La energía que mueve todo este paradigma está contenida en la creencia tan socialmente aceptada de que el mundo es limitado. Y sí, parece ser cierto como contenedor de nutrientes pero creo que podemos entender «el mundo” también desde otro punto de vista. Me pregunto:

¿Todos los matemáticos, artistas y poetas que nos han precedido han “consumido” parte del caudal limitado de sabiduría que tenemos disponible y, por tanto, las futuras generaciones de matemáticos, artistas y poetas tendrán menos sabiduría a su disposición?

¿Tú yo somos mundo?

¿Tú y yo tenemos capacidad ilimitada para disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos?

¿Tú y yo podemos vivir sin límite el deleite de nuestras piezas de música favoritas?

¿Tú y yo podemos decir dónde acaba nuestra novela favorita? ¿Acaso empieza en la primera página y acaba en la última de su contenedor -el libro-, o la novela vive a través de las vivencias que inspira a todo aquel que la disfruta?

Si la obra de los hombres navega el tiempo de generación en generación. Si el disfrute que nos proporcionan las cosas que nos entusiasman es ilimitado. Si además ese disfrute lo protagonizamos tú y yo. Si somos también mundo … Entonces ¿Por qué aceptar mansamente que el mundo es limitado?

Los seres humanos tenemos la capacidad ilimitada de poner en juego nuestra mejor versión. Si concebimos que el mundo además de un contenedor de nutrientes está formado por millones de seres con capacidad ilimitada de desarrollar lo que les entusiasma, entenderemos fácilmente que la estrategia más beneficiosa es aprender a detectar y a conectar con eso que nos hace únicos, y favorecer los intercambios.

Visto desde esta perspectiva no tiene sentido querer formar parte de “los MÁS …” porque nadie puede ser más tú que tú mismo. Ya no es necesario competir, ahora el verbo útil es crear.

El modelo social no se enfocaría a conseguir individuos sobresalientes, sino miembros que desarrollan e intercambian su propia creación poniendo en juego lo que les hace felices. Una sociedad organizada desde la metáfora de un mundo integrado por seres ilimitados genera las condiciones para que sus integrantes:

a) Detecten y se conecten con lo que les hace únicos.
b) Desarrollen su capacidad de reciprocar: saber intercambiar con otros desde lo mejor para las partes.
c) Sean conscientes de que la buena salud de la comunidad genera mejores condiciones para el desarrollo de cada integrante.

Una sociedad de creadores se asemejaría a una orquesta de seres únicos que deciden libremente crear cooperando, lo que les reporta beneficio individual al que sólo pueden acceder gracias al trabajo conjunto.

Desde esta metáfora …

¿Cómo se educa en la infancia?
¿Cómo los padres fundan las familias y cómo es la convivencia de varias generaciones en su seno?
¿Cómo se ayuda al adolescente a encontrar su vocación?
¿Cómo se cultivan los campos y se producen los alimentos?
¿Cómo son los medios de comunicación?
¿Cómo son y a qué se dedican las empresas del IBEX 35?
¿Cómo vive una persona cuando está desempleada?
¿Cómo son las organizaciones políticas-ciudadanas que gobiernan alternativamente las instituciones?
¿Cómo participa la ciudadanía en las decisiones sobre la comunidad?
¿Cómo es la vida de profesores, científicos, investigadores, artistas …?
¿Cómo es el sistema de salud?
¿Cómo resuelve sus conflictos?
¿Cómo se defiende?
¿Cómo se honra a los ancianos?
(…)

Es fácil imaginar que el modelo social resultante sería completamente diferente al que estamos viviendo actualmente en España.

Nada va a cambiar si no cambiamos la creencia de que vivimos en un mundo limitado donde lo inteligente es competir, por otra en la que somos seres ilimitados que tenemos que conectar con lo que nos hace únicos.

Por eso es tan influyente el proyecto educativo. Si mañana creara un colegio todo sería inspirado desde la metáfora del mundo poblado por seres ilimitados y únicos. Ese colegio estaría enfocado a empoderar a las personas para encontrar su propio modo de navegar la incertidumbre.

Un colegio donde las personas conecten con su fuente de valor y manejen las tres estrategias básicas de convivir con la incertidumbre: resistir, adaptarse e innovar.

Te dejo link a un post en el que escribí sobre el tema:
http://inteligenciaetica.com/2011/07/tres-materias-lo-inerte-lo-vivo-lo-culto/

Y un referente para mi: Ken Robinson

 

Este artículo está inspirado en las preguntas que me propuso la periodista Rosae Martín de Tendencias 21, en abril de 2014.

1. ¿Qué tipo de soluciones se pueden dar en un mundo limitado donde los puestos de trabajo tradicionales ya no tienen cabida y además han resultado no ser sostenibles?

2. El concepto de progreso va ligado de algún modo al de crecimiento lineal, ¿no sería necesario también renovar el concepto de progreso para poder hablar de sostenibilidad en relación a unos modos de trabajo, y a unas profesiones que respeten justamente esos «límites del planeta» en cuanto a sus recursos limitados?

3. En España el desempleo juvenil es una realidad preocupante para determinados sectores. ¿No es justamente ahora el momento de potenciar otra serie de empleos que sean a su vez más respetuosos con los límites naturales del planeta? ¿Qué tipo de modelo de empleo se le puede ocurrir?

4. ¿ Por qué los gobiernos y otros organismos tanto nacionales como internacionales se centran en el factor del crecimiento y no en cómo se crece?

 

Los zapatos de la foto los compré a un artesano en su taller de Ciutadella, Menorca, en las navidades de 2015.