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Con ese título impartí una conferencia en el Inesdi Digital Business School el viernes 21 de febrero de 2014.

La conferencia forma parte de las actividades preparatorias del Postgrado en Branded Content and Transmedia Storytelling que se celebrará entre marzo y julio de 2014. El programa es de 120 horas de duración y ha sido cuidadosamente diseñado por Eduardo Prádanos.

Comparto con todos vosotros el material que utilicé en la conferencia la cual, en síntesis, trató los siguientes temas:

1. Las dos naturalezas de «lo crowd»: multitudes y comunidades.

2. ¿Qué está pasando con el crowdfunding? Una mirada sobre kickstarter, sobre el (interesantísimo) fenómeno Fair Phone y el impulso que tiene este fenómeno en España.

3. ¿Pueden las marcas nutrirse del CrowdPower, esa energía social que habita en las comunidades? ¿Pueden las marcas ser algo más que meros espectadores del fenómeno crowd?

4. Siempre hay pioneros: el caso Pepephone como marca-comunidad. Toqué el tema de Pepephone como marca con un modelo de negocio basado en la Integridad, entendida como la coherencia entre los dichos y los hechos. Con ello está logrando algo más que «clientes satisfechos»; está logrando «clientes agradecidos», casi casi podemos hablar de «Pepefans«.

5. El nuevo paradigma emergente: de impactar a dejar huella; de la notoriedad a la gestión del olvido; de la fidelidad a la colaboración; en definitiva: de la satisfacción a la gratitud.

 
Espero que este material os sea de utilidad. Y me encantará conocer vuestras impresiones, críticas, sugerencias …

 
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Portada Revista Investigación y Marketing. Dic. 2013

Portada Revista Investigación y Marketing. Dic. 2013

Con el título «Crowdfunding: antes del funding está el crowd» he publicado un artículo en el número de diciembre 2013 de la Revista de Investigación y Marketing, editada por AEDEMO, la asociación que en España agrupa a los profesionales de la investigación de mercados y opinión.

Doy las gracias a Juanjo Ibáñez, director de la revista, y a Xavier Moraño miembro del consejo editorial que solicitó mi colaboración en este número.

Comparto aquí el contenido del artículo.

Resumen.
El crowdfunding ha llegado para quedarse entre nosotros y jugar un papel relevante en la creación de nueva vida económica. Lo que comenzó siendo una fórmula de apoyo a proyectos culturales de raíz Indie, se ha ido extendiendo por todo tipo de proyectos y latitudes en los últimos cinco años.
Hablamos de un fenómeno global que en España ha prendido con fuerza.

Necesitamos entender lo crowd para comprender el funding.

Así, en el término “crowd” (traducido del inglés como multitud) conviven dos significados. De un lado “multitud” nos habla de colectivo desde lo numérico. Comparte con el término “masa” una inclinación al número grande.

Pero de otro, el término crowd nos habla de “comunidad”, entendida como ese lugar donde los individuos se encuentran desde la afinidad y el propósito en común. Esta condición de “comunidad” pesa más que la de “multitud” cuando hablamos del crowd que habita en el crowdfunding.

Desde este punto de vista lo crowd es, antes que un grupo de personas más o menos numeroso, una energía social disponible que se activa cuando cuaja en comunidad.

El crowd-building es una emergente disciplina socio-tecnológica, quienes la dominan dan vida a fenómenos donde apreciamos la integración de dos fuerzas convergentes:

  • Engagement: la implicación que los miembros de la comunidad dedican con su participación.
  • Empowerment: el empoderamiento personal de los sujetos que forman la comunidad.

Allí donde convergen engagement y empowerment está la clave de las comunidades que llevan adelante sus proyectos como comunidades. Este empower-gement es la danza entre el Yo y el Nosotros. Lo uno sin lo otro no alcanza para extraer el néctar de la energía social residente en lo crowd.

La exploración, descubrimiento y puesta en valor de esta energía social está creando nuevas formas de vida económica empresarial al calor de conceptos como Sharing Economy, Collaborative Consumption o Indie Capitalism. Una Nueva Economía impulsada por líderes empresariales de nuevo cuño que comprenden la potencia de la energía crowd y saben cómo activarla (recomiendo seguir los trabajos de la investigadora Rachel Botsman).

rachel_botsman

Una parte importante de esa nueva vida económica son las plataformas de crowdfunding, y dentro de ellas Kickstarter es el buque insignia de ese fenómeno. Un referente a escala global.

Algunos datos sobre Kickstarter:
Fundada en EE UU en abril de 2009. En 2012 abre oficinas en Reino Unido y desde 2013 en Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Los proyectos tienen un máximo de 60 días para conseguir la financiación que solicitan. Si en ese plazo no llegan a la cuantía solicitada no reciben nada. Si lo rebasan no hay limitaciones, reciben todo lo que sea aportado por los mecenas que apoyen el proyecto.

Kickstarter cobra el 5% de las contribuciones si el proyecto llega al éxito. Si no llega, no cobra nada.

En el momento que escribo estas líneas (viernes ocho de noviembre de 2013) hay 4.199 proyectos activos en Kickstarter solicitando financiación.

Desde su creación hasta hoy se han subido a esta plataforma 121.400 proyectos. De ellos el 43% logró su objetivo de financiación.

kickstarterEste ingenio socio-tecnológico ha contribuido a poner en juego más de 51.000 proyectos en menos de cinco años, concretamente en cuatro años y siete meses: 30 proyectos al día.

Desde su fundación los proyectos subidos a Kickstarter han logrado imantar la cuantía de 863 millones de dólares, de los cuales:

  • 739 millones corresponden a los más de 51.000 proyectos que llegaron al éxito.
  • 98 millones a los 70.000 proyectos que no lo alcanzaron.
  • Y 26 millones a los 4.199 proyectos que ahora mismo están activos.

Esos 863 millones de dólares han sido creados mediante 11,9 millones de aportaciones efectuadas por 5,1 millones de personas, de las cuales el 29% ha hecho aportaciones a más de un proyecto.

De lo anterior se desprende que la aportación media es de 72 dólares y que la ratio global es de 100 mecenas por proyecto. Hablamos por tanto de un fenómeno de magnitud considerable, pero compuesto por proyectos de escala bastante manejable. De hecho:

  • El 75% de los proyectos exitosos recabaron menos de 10.000 dólares.
  • Un 23% recabaron entre 10.000 y 100.000 dólares.
  • Y tan sólo el 2% consiguieron más de 100.000 dólares procedentes de sus mecenas, habiendo 51 proyectos hasta la fecha que han superado el millón de dólares. El record: 10,2 millones del proyecto Pebble, un smartwatch.

Esta idoneidad del crowdfunding para ser aplicado en escalas manejables es una de las principales razones por las que su uso se va extendiendo por todo tipo de actividades y latitudes.

Lo que comenzó siendo una fórmula para financiar proyectos culturales de naturaleza indie (música, cortometrajes, teatro, fotografía, comic, …), se fue extendiendo hacia todo tipo de proyectos e iniciativas donde un Creador busca establecer un puente directo con su Público, proponiendo que éste se implique en su desarrollo y obtenga, en intercambio, un beneficio que puede tomar diferentes formas.

Hay dos formatos básicos a través de los cuales se ha venido concretando esa relación directa entre Creadores y Público:

1. La donación, entendida como el apoyo a un proyecto simplemente “porque sí” por el simple -y gran- hecho de que el mecenas quiere que salga adelante, sin más retorno (que ya es), o con retornos de carácter sentimental (camisetas, chapas, figurar en los créditos …).

2. Pre-compra: antes de que un bien se fabrique o un servicio se preste, la idea me gusta, la quiero, confío en el creador y la pre-compro. Es decir, “comprar fiado”. Arriesgo mi dinero en la confianza de que ese producto/servicio va a satisfacer mis necesidades. A cambio obtengo el beneficio de adquirirlo a menor precio que si hubiera sido creado por el conducto clásico, o tener un producto o servicio en exclusiva que de otro modo no sería posible disfrutar.

Ambos formatos han estado -y están- muy presentes en la expansión del crowdfunding en el mundo. A medida que el fenómeno ha ido creciendo en tamaño y relevancia, van tomando cuerpo otros dos modos de participar como “mecenas”, que están siendo usados por algunos inversores:

3. Préstamo. Decido invertir en un proyecto prestando dinero a cambio de un interés, financiación sin más.

4. Accionista: aporto capital y tomo una participación en la propiedad.

crowdcubeEl préstamo y la participación en la propiedad son formas de lo que se viene denominando el Equity Crowdfunding, del que se espera un fuerte crecimiento en los próximos años por la capacidad de atraer el interés de inversores, especialmente micro-inversores (el lugar de referencia en estos momentos es la plataforma Crowdcube).

Esto hace que el ecosistema crowdfunding se haga más complejo, más diverso y con la participación de diferentes roles: gestores de las plataformas, creadores de proyectos, donantes, pre-compradores, inversores, analistas del riesgo, asesores de inversión … y, también, organismos reguladores.

Hasta hoy el crowdfunding se ha desarrollado por el impulso espontáneo de la sociedad civil orquestada en comunidades. Una vez demostrado su éxito y viabilidad, está en juego el Gran Salto que, para producirse, necesitará de una legislación que aporte garantías, sin mermar la frescura del fenómeno. En este asunto veremos una muestra del delicado equilibrio entre seguridad (jurídica) y libertad (creativa).

En cualquier caso, sea cual sea el tacto del legislador, el crowdfunding ha llegado a nuestras sociedades para quedarse entre nosotros. ¿Por qué pienso así?:

1) Porque es transparente.

2) Porque hay intercambio simétrico entre las partes.

3) Porque permite que una comunidad de personas afines y con un propósito en común se responsabilice por hacer posible lo que quiere.

4) Porque promueve la excelencia: los creadores tienen que ofrecer la mejor versión de sí mismos para captar el interés de su público.

5) Porque es altamente eficiente: el 100% de los recursos liberados van a la creación.

6) Porque protege la libertad creativa: el creador toma el control del proceso de creación, sin injerencias de los financiadores en sus decisiones. Este es un aspecto clave del fenómeno y el Equity Crowdfunding y los reguladores tienen ahí uno de los principales desafíos.

7) Porque gracias a las plataformas es sumamente sencillo el acto de participar para quien quiere apoyar una iniciativa.

8) Porque es un proceso de co-gestación, ya que el creador no sólo toma el recurso económico sino también el aliento de su público.

9) Porque hay sensación de conquista.

10) Porque, gracias a todo ello, la comunidad se empodera, dotándose de mayor capacidad para plantearse la siguiente iniciativa: es un modo de relación que guarda memoria y se hace cada vez más fuerte.

Todo ello nos ayuda a entender la curva que vemos en la figura 1 donde aparece la gráfica de Google Trends cuando le pedimos las búsquedas del término “crowdfunding” en el mundo. Ahí se aprecia como la naturaleza lineal del crecimiento de los primeros años da paso a una dinámica exponencial a partir de 2012.

SearchFor_Crowdfunding_worlwide

SearchFor_Crowdfunding_worlwide

Algo similar vemos en la figura 2 que muestra los resultados de la misma búsqueda en España. En nuestro país son varias las plataformas de crowdfunding que han visto la luz en los últimos años, siendo tres de ellas las que han alcanzado ya un punto de madurez: lánzanos, verkami y goteo.

SearchFor_Crowdfunding_Spain

SearchFor_Crowdfunding_Spain

Me detendré un momento a comentar algunos datos que cualquier persona puede consultar en la web de Verkami:

Fundada en Mataró a finales de 2010 por un padre y sus dos hijos, aficionados a las artes y la cultura.

Verkami_foundersEl pasado mes de octubre fue galardonado por Naciones Unidas.

Hoy, ocho de noviembre, tiene 180 proyectos activos.

Desde su fundación ha alojado 2.200 proyectos, de los cuales el 70% (1.530) alcanzó la financiación que solicitaba.

En un momento de profunda dificultad económica en nuestro país Verkami ha atraído 7,43 millones de euros procedentes de 189.000 contribuciones. La contribución media es de 32 euros.

Salvando las distancias, el fenómeno presenta claras simetrías de naturaleza con Kickstarter. Volvemos a ver la escala manejable de proyectos que tienden un puente directo entre Creadores y (su) Público, atrayendo aportaciones de pequeña cuantía que, sumadas, hacen un cambio sostenido y relevante.

El crowdfunding está permitiendo liberar micro-recursos hacia el torrente sanguíneo de la economía que de otro modo no se pondrían en juego.

Permite liberar en forma de dinero la energía social residente en las comunidades: crowdpower.

Nos muestra que lo pequeño no sólo es hermoso, también poderoso.

Por ello, para compensar cada Telediario que veáis, os animo a dar una vuelta por la plataforma de crowdfunding que más os guste. Y, por su puesto, os animo a que contribuyáis a los proyectos que os interesen.

Es un gozo para el alma Apreciar Verdaderos Brotes Verdes.

Referencias:
www.rachelbotsman.com
www.kickstarter.com
www.verkami.com
www.lanzanos.com
www.goteo.org
www.crowdacy.com
www.manifiestocrowd.com

El_2013_enKickstarterKickstarter en 2013 movilizó 480 millones de dólares aportados por más de tres millones de personas, procedentes de más de 200 países.

Párate a pensarlo: 1,3 millones de dólares al día (900 dólares por minuto).

Son cifras de Premio Nobel de Economía.

(más información aquí).

La música acompaña.

La música acompaña.

Esta encuesta que hemos realizado en España nos pone delante tres datos claros: a) la música es relevante para millones de personas, b) Internet nos da acceso a su inmensidad y c) el smartphone ubicuidad.

Son tres vientos favorables que hacen de la música tu compañera.

Nuestra relación con la música es una fuente de disfrute cotidiano, cómodo y relativamente económico. Es una experiencia recurrente, apetecible y, precisamente por ello, con alta probabilidad de ser compartida con el círculo de relaciones.

De ello se desprende que una marca que invierte en la música como puente de relación con los consumidores, no sólo está invirtiendo en una actividad con capacidad para captar la atención de su público objetivo, sino también con capacidad para formar parte de la relación que mantienen las personas entre sí.

A través de la música una marca puede formar parte de la Vida Social del Consumidor. La cuestión es ¿qué tipo de presencia en la música es adecuada para cada marca?

Comparto contigo mi punto de vista.

La música te permite dejar huella (no sólo impacto).
Todo es mucho más fácil si el público al que te diriges con tu inversión siente que tu presencia en la música es activa. Si entiende que gracias a tu marca se hace posible ese proyecto musical en el que estás invirtiendo y que, si lo hubiera hecho otra marca, sería de otro modo. Sería diferente.

Para obtener un retorno de calidad la marca que invierte tiene que dejar su huella en el proyecto, su sello. En definitiva, su marca.

Dejar huella es la condición necesaria para poder obtener reconocimiento, en el doble sentido de la palabra. El profesor José Antonio Marina nos habla de ese doble sentido:

“Reconocimiento es una palabra curiosa. En un principio designaba el mero percatarse de que ya habíamos conocido algo. Es la unión de una percepción con un recuerdo. ¿Cómo ha pasado a significar ‘mostrarse agradecido por cierto beneficio recibido’? (…)

El re del reconocimiento es el mismo re del recuerdo, palabra que procede de cor, corazón. Reconocer es aunar en nuestro corazón la alegría recibida y la causa de esa alegría.”

José Antonio Marina, Diccionario de los Sentimientos.

Este es el doble sentido del reconocimiento:

1) “Percatarse”: Notoriedad.
2) “Mostrarse agradecido por lo recibido”: Afecto (vía la gratitud).

Tenlo presente: tus opciones de retorno en notoriedad y afecto se verán incrementadas si tu marca deja su huella en los consumidores. Tienen que sentir que, en alguna medida, ese proyecto existe gracias a ti.

Crea algo Valioso, por Relevante, Coherente y Creíble.
Si quieres que tu marca deje huella, tu proyecto tiene que ser Valioso para ti y para el público al que te diriges. En el triángulo marcas-música-consumidor entiendo lo valioso como una síntesis de tres ingredientes: lo relevante, lo coherente y lo creíble.

Lo que considero Relevante atrae mi interés. Lo interesante capta mi atención. Prestando atención se esponjan los mecanismos de percepción, haciéndome más permeable a la experiencia que me están proponiendo.

Problema: ¿cómo voy a hacer algo relevante si mi marca no sabe de música?

No importa, ¿tu marca sabe de personas?

Si respondes afirmativamente busca al socio adecuado para crear el proyecto con el que imprimir tu huella en las personas a través de la música. Ese socio puede ser un artista conocido o anónimo, un instrumento musical, los propios fans de la música, los bares donde pinchan música, los emprendedores de barrio, un festival, un conservatorio, un futbolista, una película, Unicef …

La lista es prácticamente infinita.

Tu socio en un proyecto musical puede ser de cualquier naturaleza y estar en cualquier lugar. Sólo hay una cosa que todos los potenciales socios van a tener en común: también son una marca, como tú. Por lo tanto cualquier iniciativa de inversión en el territorio de la música es, por naturaleza, un Co-Branded Content Project.

Y ello implica que los valores de la /marca-inversor/ y los valores de la /marca-socio/ tienen que maridar adecuadamente pues, lo quieras o no, van a formar un todo. Ese trabajo de maridaje de valores cristaliza en una relación donde las dos marcas se prestan mutuamente poder en un efecto sinérgico.

El retorno de tu inversión será mejor si el consumidor percibe en vuestro proyecto …

Algo Coherente, con lo que ya sabe, piensa o imagina de vosotros.

Y si le parece Creíble viniendo de ambos.

La coherencia facilita la credibilidad. Si el proyecto se desarrolla en un territorio relevante, ya tienes los tres ingredientes de lo valioso para trabajar a favor de tu marca.

Es el momento de dar otro paso.

Contar una historia.
Pero no cualquier historia.

Tu proyecto musical tiene que ser una historia que genere en el público una vivencia acorde a vuestros intereses. La buena noticia es que la música es un lenguaje de gran plasticidad para contar historias.

La música se crea; se toca; se escucha; se baila; se canta; se ve; se disfruta; se descubre; se comparte; se discute; se compra; se regala; se recuerda; se ríe; se llora etc …

Se vive en vivo; se ve en la tele; se escucha en la radio; cuando conduzco, cuando cocino, cuando estudio … ; en casa, fuera de casa; cuando hago deporte; hablo de música con mis amigos; escucho a entendidos; mis músicos favoritos son personas a las que admiro; la tengo en soporte físico; en toda clase de dispositivos, etc…

¿Hay algo que quieras contar donde no haya sitio para la música?

Nos acompaña desde la noche de los tiempos, y hoy la tecnología nos da acceso continuo. Por su riqueza de recursos narrativos es genuinamente transmedia. No sólo por la diversidad de su lenguaje y de las situaciones en que se disfruta, sino también por la fertilidad en la relación interactiva con el público: la música facilita la participación de la gente.

Por todo ello es un territorio versátil para albergar e inspirar cualquier historia que provoque en el público la vivencia que tu marca quiere.

Si esa vivencia es valiosa las personas sentirán la necesidad de compartirla con sus círculos de relaciones. Formaréis parte de lo compartido. Tu marca y la de tu socio estaréis navegando la Vida Social de las Personas, y vuestro mensaje viajará más lejos, más tiempo.

Y aún tu proyecto puede tener más recorrido.

#nosolocompartir: dinámicas de creación colaborativa.
Tu historia puede alcanzar un nivel de atractivo tal que haya una porción de tu público objetivo que se muestre dispuesto a participar re-creando contenidos, añadiendo nuevas capas de interés a la historia inicial.

No serán muchas las personas que den el paso de crear contenidos nuevos, pero serán muchas más las que quieran ser espectadores de la participación de otros, añadiendo así una nueva capa de interés a tu historia, la cual ve incrementada la probabilidad de ser compartida.

Puedes optar por dejarlo ser de forma absolutamente espontánea, o también puedes optar por alentar y ofrecer un marco a este impulso co-creador dando paso a una creación colaborativa organizada o semi-organizada que, de nuevo, vuelve a generar contenido y alimenta la historia en una espiral que puede no tener fin.

Se difuminan los límites de la creación musical.
Este modelo de relación que favorece la participación y, en su caso, la creación colaborativa, es una propuesta donde se difuminan los límites entre el creador y la audiencia. Entre los productores y los creadores. Entre las marcas inversoras y los beneficiarios de la inversión.

Aflora un espacio de naturaleza “magmática”, una especie de sopa creativa en la que flotan artistas, productores, audiencia y anunciantes. Cuando una historia anida en esa sopa, todos sus integrantes tienen algo que ganar:

• Los artistas, hacer llegar su obra y vivir de ello.
• Los productores, su beneficio.
• La audiencia, disfrutar, compartir y participar.
• Los anunciantes, el retorno de su inversión en notoriedad y afecto.

El interés común a todos ellos es dar vida a una (buena) historia que imante con interés la atención de las personas. Este modo de estar presente en la música tiende a superar el corsé del concepto clásico de “campaña”. Una campaña vive lo que decide su anunciante. Una historia está viva mientras la gente le presta atención.

Si cuentas una buena historia en tu proyecto musical, durará mientras esté vivo el interés del público por relacionarse con esa historia y hacerla crecer. Y esto no se mide en tiempo “de reloj” sino en unidades de atención que la historia es capaz de atraer.

¿Se difuminan también los límites del negocio?
Si todos los ingredientes de la sopa tienen en común que el negocio se sostiene dando vida a buenas historias …

¿Podemos concebir un modelo de relación entre marcas, productores, artistas y público que no sólo tenga capacidad de crear y expandir cultura popular colaborativa, sino también de monetizarla y repartir los beneficios entre todas las partes que lo hacen posible?

¿Podemos imaginar a una marca co-creando proyectos musicales de tal calidad que haya personas dispuestas a pagar por ellos, y cuyo beneficio se reparte con los co-creadores, o se reinvierte en otros proyectos colaborativos?

¿Estamos en condiciones de imaginar que las inversiones en patrocinio musical de una marca se transformen en un acelerador de partículas creativas, que genere fenómenos culturales monetizables, enfocados a una audiencia que ya no es sólo un simple receptor pasivo de contenidos, sino un público que también puede ser co-creador y co-productor?

Quizás sean preguntas que hoy nos produzcan vértigo, pero creo que la puerta ya está abierta y es sólo cuestión de tiempo porque una comunidad de personas enfocadas a apoyar lo que consideran valioso es una energía social de gran poder.

Kickstarter nos lo está mostrando. En sus cuatro primeros años de vida (abril 2009-abril 2013) ha promovido 39.000 proyectos financiados con éxito vía crowdfunding (25 proyectos al día). De ellos, 11.100 (28%) son proyectos musicales.

Vivimos en la Era del Crow-Media.
El público ya no es una masa. Ahora se configura como multitud compuesta de comunidades que pueden organizarse en red para obtener lo que consideran valioso.

En la música ese consumidor crowd hoy puede …

• Participar en la difusión.
• Participar en la creación de contenidos.
• Participar en la financiación de los costes de producción.

¿Por qué no participar también en la inversión y en los beneficios?

¿Te imaginas a una marca contándote (buenas) historias a través de la música, que además te genere dinero?

¿Compartirías esa historia con tus amigos?

¿Esa marca obtendría tu reconocimiento?

¿Te dejaría huella?

Post publicado originalmente en el blog de MUWOM el 17 de junio de 2013, invitado por @RobertoCarreras.

Joan Melé trabaja en Triodos Bank, un banco diferente por transparente y ético. En esta entrevista en La 2 Joan habla sobre nuestra relación con el dinero.

Te la recomiendo entera, pero si no tienes tiempo ahora para disfrutarla te sugiero que veas del minuto 7:34 al 9:08.

Si te animas me encantaría saber qué te parece lo que nos dice Joan. Puedes escribirlo ahí abajo, en los comentarios. Muchas gracias!

Ya está aquí. El póster oficial del largometraje cuyo estreno mundial será en Madrid, cine Callao, el próximo 14 de mayo.

¿Qué es lo que hace especial a esta película?

De entrada, que no es una película. Es una historia transmedia que se desarrolla en un largometraje (90′) y más de 30 piezas alrededor que enriquecen lo que la película cuenta, ofreciendo puntos de vista complementarios que, si tú lo deseas, te permiten vivir esta historia con más intensidad y lujo de detalles.

De hecho la trama de la peli ya se está desarrollando en Facebook desde el pasado cinco de abril. Seis semanas antes del estreno once personajes de la película han empezado a conversar sobre aspectos de la historia que no salen en el largo, pero que te viene genial conocer para vivirlo más intensamente. Puedes seguir la narración en Facebook, llamada Nayik, aquí.

A decir verdad esta historia comenzó su vida pública hace seis años cuando tres jóvenes sin dinero pero con sueños, y coraje para aterrizarlos, decidieron que iban a contar la historia que querían contar. Antes de que hubiéramos descubierto el crowdfunding invocaron a su incipiente comunidad de fans y, desde entonces, han ido obteniendo lo necesario para poder hacer la obra que querían, sin injerencias.

La suma se llama 400,000 euros procedentes de 5.000 personas; y otros 500.000 euros procedentes del trabajo de un equipo de profesionales que han diferido el cobro de sus salarios hasta que la película genere los ingresos.

Asimismo, estos tres jóvenes -Nicolás, Carola y Bruno- han logrado algo muy difícil de ver: una marca, Pepephone, ha aportado una cuantía importante a la producción (80.000 euros) sin poner condiciones que afecten de ninguna manera a la calidad de la historia o a la libertad creativa de sus creadores. Todo un ejemplo de inteligencia, pues sin imponer nada están obteniendo el más valioso de los retornos: aquel que es fruto de la gratitud.

Esta película se podrá ver desde el día 17 de mayo en Internet en una modalidad francamente interesante. Desde su site podrás acceder al visionado completo sin pagar ninguna cantidad, simplemente compartiendo con tus círculos de relaciones (facebook, twitter…) que la vas a ver: «share per view». Tras ver la película podrás aportar la cuantía que consideres, si quieres. Si no, está bien, no pagas nada. ¿Te suena? ¿Recuerdas los excelentes museos de ciudades como Londres? ¿Recuerdas lo que hiciste la última vez que ese músico te pellizcó el corazón en algún vagón de metro?

Esto sólo es posible si hay Confianza. Confiar en que el público sabrá reconocer y contribuir con sus artistas si estos les proporcionan una experiencia grata. En el fondo, es confiar en la calidad de tu propio trabajo y en la íntima conexión entre creador y fan. Aquí no hablamos de una relación. Hablamos de comunión.

Otra cualidad que me gusta de este proyecto es que cualquier persona del mundo está autorizada por los creadores de El Cosmonauta para organizar un pase público de la película … y cobrar entrada. Ellos te envían una copia licenciada, te envían el material promocional necesario y, simplemente, te piden que una vez que descuentes los gastos del evento hagáis el reparto del beneficio. Te conciben como un socio, no como un pirata.

Además, claro está, se podrá ver en salas, en TV y en los sites de Video On Demand (VOD). También podrás comprar en su tienda el DVD donde, junto al largo, tendrás las otras más de 30 piezas -unas de ficción, otras no- que componen la historia, cuyo metraje sumado es como el del largo. También, si lo deseas, podrás adquirir merchandising (libros, diario de rodaje …).

Todos los detalles los encontrarás en este documento, llamado The Plan-versión 3. Os lo recomiendo si os interesa ver cómo una idea radicalmente nueva se aterriza, permaneciendo fiel a la nobleza de su propósito. No me extraña que este proyecto sea caso de estudio en universidades y escuelas de negocio, sin ir más lejos, en el reputado Instituto de Empresa.

Por si fuera poco, estos tres creadores van a poner en la red más de 140 horas de grabaciones en bruto, de calidad profesional, licenciado con Creative Commons para que cualquier persona haga el montaje que le dé la gana, o lo mezcle a su antojo. No hay ninguna prohibición para usar este material, sólo te piden dos cosas: que cites la fuente original, y que si lo haces con fines lucrativos repartas el beneficio con ellos.

En fin, no puedo ocultar el entusiasmo, ni lo voy a hacer. Admiro a Nicolás, Bruno, Carola y a su obra. Soy uno de los cinco mil productores y hablo de este proyecto en cuanto tengo ocasión. Me siento muy agradecido de poder contribuir con este fenómeno, y me MUERO de ganas por ver la peli, que tiene una pinta estupenda.

Os dejo con el trailer.

Fundadores de Riot Cinema Collective

Fundadores de Riot Cinema CollectiveUna cita con la Obra de una gente maravillosa, valiente, inspiradora, generosa … una gente Genial!

Es el estreno en Madrid -cine Callao- de El Cosmonauta, una historia transmedia que nos va a remover, en todos los sentidos.

En su web te cuentan cómo puedes organizar tu propio pase en tu ciudad, en tu pueblo, en tu comunidad de vecinos … Tan fácil como decirlo y ellos te facilitan las cosas.

Carola, Bruno, Nicolás ¡GRACIAS! Vuestra Obra habla bien a las claras de quién sois.

Trailer El Cosmonauta (En todas tus pantallas el 14 de Mayo) from Riot Cinema on Vimeo.

Mientras escribo estas letras aún puedo notar en mis ojos las «frescas guirnaldas del llanto». De un llanto alegre; un llanto nacido de la más Profunda Admiración.

Es lo que ha provocado en mi Landfill Harmonic, una historia de Amor, Música, Educación, Libertad, Talento, Dignidad y … Basura.

Son doce minutos. El regalo más bonito que he recibido esta Navidad. Gracias Nati.

Concibo el Crowdmedia como ese campo formado por personas conectadas que interactúan, fenómeno que hoy es muy relevante gracias a los ingenios tecnológicos del social media.

Si una parte de esas personas deciden intercambiar experiencias entre sí con un propósito puede aflorar el fruto de la inteligencia colectiva que, en síntesis, nos dice que el conocimiento compartido nos puede ayudar a inspirar las decisiones individuales.

Puestos en el contexto del consumo la pregunta es obligada: ¿el consumidor está afianzando el hábito de acudir a la inteligencia colectiva para inspirar sus decisiones de compra?

Supongamos que la respuesta sea afirmativa. En ese caso se abre un campo en forma de hipótesis, veamos.

Cuando un consumidor pone en juego su pregunta a la inteligencia colectiva – ¿qué coche híbrido me compro?- ¿qué profesor de inglés contrato para mis hijos? – obtiene en su búsqueda respuestas que provienen de una miríada de medios de comunicación potenciales: comparativas, artículos en los medios clásicos, post en blogs, comentarios de otros usuarios en todo tipo en foros y redes y, por supuesto, los medios corporativos de las marcas.

Atendiendo a su naturaleza podemos hablar de tres grandes tipos de contenidos:

1) Contenidos propios de las marcas: de naturaleza controlable.

2) Contenidos semi-controlables: medios e influencers concertados.

3) Contenidos naturales, no controlables en absoluto.

Los dos primeros son de sobra conocidos por las marcas y desde siempre han sido contemplados en las estrategias de comunicación. Sin embargo el tercer tipo –los contenidos naturales- son un fenómeno emergente, líquido, de textura resbaladiza que aún no sabemos cómo lidiar, pero que va tomando cada vez más protagonismo, ¿por qué?

1. Porque el consumidor que pregunta a la inteligencia colectiva cada vez más encuentra respuestas –aunque no siempre soluciones- provenientes de otros pares que deciden contestar a sus preguntas desde una posición independiente, sin tener ningún interés directo en cuál sea la decisión del que pregunta, simplemente por colaborar con un desconocido con quien empatiza momentáneamente.

2. Porque no sólo son los pares. También expertos y entidades independientes realizan y comparten análisis comparativos de las posibilidades presentes en el mercado.

3. Porque hay unos conductos-redes asequibles, accesibles y ubicuos por donde puede fluir rápidamente la información.

4. Porque, dada la suma de todo lo anterior, el consumidor está acortando la curva de aprendizaje en la búsqueda de información que percibe independiente y relevante para su necesidad de decidir.

5. Porque esta búsqueda de la independencia de criterio está empujada también por una crisis de confianza en el discurso propio de las marcas, macerado en un marketing que, después de 60 años de “living-la-vida-loca”, se ha creado la fama de ser una factoría de apariencias, seductoras sí, pero apariencias al fin y al cabo.

En consecuencia, el consumidor invoca cada vez más a la inteligencia colectiva para que le asista en sus decisiones de consumo.

Y esto es una gran noticia para las marcas.

Si una marca en sus intercambios con sus consumidores genera experiencias positivas estará fertilizando su terreno, porque incrementa la probabilidad de que haya usuarios hablando bien de ella en ese magma de contenidos naturales que se cuecen en el Crowdmedia.

Por tanto, la capacidad de una marca de ser elegida por una decisión de consumo cada vez está más influida por lo que las opiniones independientes expresen sobre ella, ya sea espontáneamente o cuando se les pregunta.

La conclusión es sencilla: asegúrate de que tu experiencia de marca proporciona a la gente un motivo para hablar bien de ti, y deja que lo digan a su modo, a quien quieran, donde quieran y cuando quieran.

Así vemos que cada consumidor conectado en Red es un medio de comunicación. La suma de consumidores y las relaciones entre ellos es el Crowdmedia.

Gestionar la presencia de una marca en el Crowdmedia tiene su epicentro en el diseño de la experiencia en el cliente: back to basics. Y esto es muy buena noticia para las marcas auténticas porque una experiencia no se puede aparentar. Se vive y punto.

Entonces, ¿quiere decir que una marca debe abandonar su comunicación publicitaria, o dejar de prestar atención y presupuesto a tener un discurso propio?

No, ¡ni por asomo!

Este capital de comunicación en forma de contenidos naturales va a convivir en la vida de la marca con los contenidos propios y los concertados. Por mucho que el consumidor acuda a la inteligencia colectiva, las marcas no pueden dejar de contar historias ni en su publicidad, ni en sus promociones, ni en sus patrocinios, ni en las apariciones de sus líderes, ni en sus notas de prensa, etc…

La cuestión es ¿qué tiene una marca que enfocar para que el discurso propio empaste con ese otro caudal de contenidos naturales, de tal modo que hagan un todo coherente donde se presten mutuamente poder?

(si quieres seguir leyendo, aquí tienes la segunda parte).

(este post tiene una primera parte aquí).

Transmedia storytelling

Creo que estamos ante la necesidad de evolucionar los modos en que las marcas cuentan sus historias. Me pregunto ¿podemos aprender de los nuevos modos en que los artistas están contando sus historias a sus audiencias?

¿Podemos aprender de fenómenos de la cultura popular como Matrix, Star Wars y Harry Potter, historias todas ellas que trascienden con mucho su expresión cinematográfica? Estos tres ejemplos (analizados en profundidad por el profesor Jenkins en su libro Convergence Culture) son universos narrativos que se encarnan en diferentes soportes –cine, series, videojuegos, novelas, comics, ropa, eventos, música … – orquestados de tal modo que proveen de una experiencia extendida a la audiencia.

En el código de la narrativa transmedia cada pieza es una puerta de entrada a la historia, con un sentido propio por sí misma, pero está hermanada al resto con hilos sutiles que provocan ecos de unas a otras, haciendo que el espectador que pasa por todas ellas viva finalmente una experiencia mucho más intensa que si sólo ve la película, o juega, o lee la novela.

Y en este punto planteo una hipótesis de trabajo:

Una marca también puede ser concebida como un universo narrativo con una propuesta de valor en el núcleo de su trama, cuya historia se encarna en diferentes soportes: el producto, la publicidad, las promociones, los patrocinios, la PR, etc…

¿Podemos evolucionar del concepto multimedia al concepto transmedia cuando hablamos de las historias que cuenta una marca a su audiencia?

Multimedia:
a) La misma idea de comunicación declinada en diferentes soportes: spot Tv, radio, gráfica, exterior …
b) Su sentido es ampliar la cobertura: puedo llegar a más cantidad de público, con la misma idea expresada.
c) La repetición de la misma idea termina llegando a un punto de saturación, con la consiguiente fatiga: me aburro, cierro mi atención.

Transmedia:
a) Una constelación de piezas con sentido completo por separado que, siendo orquestadas, se complementan y se prestan mutuamente poder provocando finalmente una experiencia global sinérgica.
b) Se amplía la cobertura y también intensifica la comunicación: llego a los mismos públicos que en lo multimedia pero con distintas historias, hermanadas entre sí.
c) Si la historia interesa, se hace más fácil captar y mantener la atención del mismo consumidor pues no hay repetición de la misma idea una y otra vez. Es una comunicación mucho menos previsible.

 Si la presencia inteligente de una marca en el Crowdmedia se fundamenta en dar a la gente un motivo para que quieran hablar bien de ti … ¿Qué pasaría si las marcas aplicaran los principios de la narrativa transmedia cuando nos muestran sus propuestas de valor en forma de historias?

¿Qué pasaría si descubro que, mientras espero el bus, una marquesina me invita a participar en un juego interesante que recuerda a lo que acabo de escuchar en la radio –pero no es lo mismo- y a un personaje que salía ayer en un anuncio que vi en la tele?

¿Esta experiencia extendida, envolvente, no crees que sería un motivo suficiente para captar mi atención y hablar de ello en el magma de contenidos naturales que se cuecen en el Crowdmedia?

El ciudadano consumidor agradece una comunicación que le acreciente la historia con cada nueva pieza y no el machacón repetitivo de una misma idea cientos de veces remachada. Gracias a ello, los tiempos que corren están mostrando a las marcas una Gran Oportunidad de volver a ser relevantes contando historias e invitando a la gente a participar en ellas, y no sólo a ser receptores pasivos.

El ciudadano consumidor ya no quiere más impactos. Prefiere que le dejen huella.

Por cierto, ¿por qué hacemos “campañas”? La narrativa transmedia para una marca puede ser una historia interminable que vaya pasando de un cuento a otro, sin fin. Esta forma de narrar tiene la capacidad de acabar con el concepto de campaña, entendido como una inversión intensificada en un período de tiempo.

Si la marca cuenta una buena historia, la historia durará mientras se alimente del interés de la gente. Y eso no tiene tiempo.

(pincha aquí si quieres ver la primera parte de este post).