Los amigos de Netquest han creado una sección en su blog llamada «Héroes de la Investigación» donde van a publicar entrevistas con investigadores sociales. He tenido el honor de inaugurar la sección.

Os dejo aquí el link a la entrevista donde podrás conocerme un poco mejor.

Luis Miguel Barral

 

Portada Revista Investigación y Marketing. Dic. 2013

Portada Revista Investigación y Marketing. Dic. 2013

Con el título «Crowdfunding: antes del funding está el crowd» he publicado un artículo en el número de diciembre 2013 de la Revista de Investigación y Marketing, editada por AEDEMO, la asociación que en España agrupa a los profesionales de la investigación de mercados y opinión.

Doy las gracias a Juanjo Ibáñez, director de la revista, y a Xavier Moraño miembro del consejo editorial que solicitó mi colaboración en este número.

Comparto aquí el contenido del artículo.

Resumen.
El crowdfunding ha llegado para quedarse entre nosotros y jugar un papel relevante en la creación de nueva vida económica. Lo que comenzó siendo una fórmula de apoyo a proyectos culturales de raíz Indie, se ha ido extendiendo por todo tipo de proyectos y latitudes en los últimos cinco años.
Hablamos de un fenómeno global que en España ha prendido con fuerza.

Necesitamos entender lo crowd para comprender el funding.

Así, en el término “crowd” (traducido del inglés como multitud) conviven dos significados. De un lado “multitud” nos habla de colectivo desde lo numérico. Comparte con el término “masa” una inclinación al número grande.

Pero de otro, el término crowd nos habla de “comunidad”, entendida como ese lugar donde los individuos se encuentran desde la afinidad y el propósito en común. Esta condición de “comunidad” pesa más que la de “multitud” cuando hablamos del crowd que habita en el crowdfunding.

Desde este punto de vista lo crowd es, antes que un grupo de personas más o menos numeroso, una energía social disponible que se activa cuando cuaja en comunidad.

El crowd-building es una emergente disciplina socio-tecnológica, quienes la dominan dan vida a fenómenos donde apreciamos la integración de dos fuerzas convergentes:

  • Engagement: la implicación que los miembros de la comunidad dedican con su participación.
  • Empowerment: el empoderamiento personal de los sujetos que forman la comunidad.

Allí donde convergen engagement y empowerment está la clave de las comunidades que llevan adelante sus proyectos como comunidades. Este empower-gement es la danza entre el Yo y el Nosotros. Lo uno sin lo otro no alcanza para extraer el néctar de la energía social residente en lo crowd.

La exploración, descubrimiento y puesta en valor de esta energía social está creando nuevas formas de vida económica empresarial al calor de conceptos como Sharing Economy, Collaborative Consumption o Indie Capitalism. Una Nueva Economía impulsada por líderes empresariales de nuevo cuño que comprenden la potencia de la energía crowd y saben cómo activarla (recomiendo seguir los trabajos de la investigadora Rachel Botsman).

rachel_botsman

Una parte importante de esa nueva vida económica son las plataformas de crowdfunding, y dentro de ellas Kickstarter es el buque insignia de ese fenómeno. Un referente a escala global.

Algunos datos sobre Kickstarter:
Fundada en EE UU en abril de 2009. En 2012 abre oficinas en Reino Unido y desde 2013 en Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Los proyectos tienen un máximo de 60 días para conseguir la financiación que solicitan. Si en ese plazo no llegan a la cuantía solicitada no reciben nada. Si lo rebasan no hay limitaciones, reciben todo lo que sea aportado por los mecenas que apoyen el proyecto.

Kickstarter cobra el 5% de las contribuciones si el proyecto llega al éxito. Si no llega, no cobra nada.

En el momento que escribo estas líneas (viernes ocho de noviembre de 2013) hay 4.199 proyectos activos en Kickstarter solicitando financiación.

Desde su creación hasta hoy se han subido a esta plataforma 121.400 proyectos. De ellos el 43% logró su objetivo de financiación.

kickstarterEste ingenio socio-tecnológico ha contribuido a poner en juego más de 51.000 proyectos en menos de cinco años, concretamente en cuatro años y siete meses: 30 proyectos al día.

Desde su fundación los proyectos subidos a Kickstarter han logrado imantar la cuantía de 863 millones de dólares, de los cuales:

  • 739 millones corresponden a los más de 51.000 proyectos que llegaron al éxito.
  • 98 millones a los 70.000 proyectos que no lo alcanzaron.
  • Y 26 millones a los 4.199 proyectos que ahora mismo están activos.

Esos 863 millones de dólares han sido creados mediante 11,9 millones de aportaciones efectuadas por 5,1 millones de personas, de las cuales el 29% ha hecho aportaciones a más de un proyecto.

De lo anterior se desprende que la aportación media es de 72 dólares y que la ratio global es de 100 mecenas por proyecto. Hablamos por tanto de un fenómeno de magnitud considerable, pero compuesto por proyectos de escala bastante manejable. De hecho:

  • El 75% de los proyectos exitosos recabaron menos de 10.000 dólares.
  • Un 23% recabaron entre 10.000 y 100.000 dólares.
  • Y tan sólo el 2% consiguieron más de 100.000 dólares procedentes de sus mecenas, habiendo 51 proyectos hasta la fecha que han superado el millón de dólares. El record: 10,2 millones del proyecto Pebble, un smartwatch.

Esta idoneidad del crowdfunding para ser aplicado en escalas manejables es una de las principales razones por las que su uso se va extendiendo por todo tipo de actividades y latitudes.

Lo que comenzó siendo una fórmula para financiar proyectos culturales de naturaleza indie (música, cortometrajes, teatro, fotografía, comic, …), se fue extendiendo hacia todo tipo de proyectos e iniciativas donde un Creador busca establecer un puente directo con su Público, proponiendo que éste se implique en su desarrollo y obtenga, en intercambio, un beneficio que puede tomar diferentes formas.

Hay dos formatos básicos a través de los cuales se ha venido concretando esa relación directa entre Creadores y Público:

1. La donación, entendida como el apoyo a un proyecto simplemente “porque sí” por el simple -y gran- hecho de que el mecenas quiere que salga adelante, sin más retorno (que ya es), o con retornos de carácter sentimental (camisetas, chapas, figurar en los créditos …).

2. Pre-compra: antes de que un bien se fabrique o un servicio se preste, la idea me gusta, la quiero, confío en el creador y la pre-compro. Es decir, “comprar fiado”. Arriesgo mi dinero en la confianza de que ese producto/servicio va a satisfacer mis necesidades. A cambio obtengo el beneficio de adquirirlo a menor precio que si hubiera sido creado por el conducto clásico, o tener un producto o servicio en exclusiva que de otro modo no sería posible disfrutar.

Ambos formatos han estado -y están- muy presentes en la expansión del crowdfunding en el mundo. A medida que el fenómeno ha ido creciendo en tamaño y relevancia, van tomando cuerpo otros dos modos de participar como “mecenas”, que están siendo usados por algunos inversores:

3. Préstamo. Decido invertir en un proyecto prestando dinero a cambio de un interés, financiación sin más.

4. Accionista: aporto capital y tomo una participación en la propiedad.

crowdcubeEl préstamo y la participación en la propiedad son formas de lo que se viene denominando el Equity Crowdfunding, del que se espera un fuerte crecimiento en los próximos años por la capacidad de atraer el interés de inversores, especialmente micro-inversores (el lugar de referencia en estos momentos es la plataforma Crowdcube).

Esto hace que el ecosistema crowdfunding se haga más complejo, más diverso y con la participación de diferentes roles: gestores de las plataformas, creadores de proyectos, donantes, pre-compradores, inversores, analistas del riesgo, asesores de inversión … y, también, organismos reguladores.

Hasta hoy el crowdfunding se ha desarrollado por el impulso espontáneo de la sociedad civil orquestada en comunidades. Una vez demostrado su éxito y viabilidad, está en juego el Gran Salto que, para producirse, necesitará de una legislación que aporte garantías, sin mermar la frescura del fenómeno. En este asunto veremos una muestra del delicado equilibrio entre seguridad (jurídica) y libertad (creativa).

En cualquier caso, sea cual sea el tacto del legislador, el crowdfunding ha llegado a nuestras sociedades para quedarse entre nosotros. ¿Por qué pienso así?:

1) Porque es transparente.

2) Porque hay intercambio simétrico entre las partes.

3) Porque permite que una comunidad de personas afines y con un propósito en común se responsabilice por hacer posible lo que quiere.

4) Porque promueve la excelencia: los creadores tienen que ofrecer la mejor versión de sí mismos para captar el interés de su público.

5) Porque es altamente eficiente: el 100% de los recursos liberados van a la creación.

6) Porque protege la libertad creativa: el creador toma el control del proceso de creación, sin injerencias de los financiadores en sus decisiones. Este es un aspecto clave del fenómeno y el Equity Crowdfunding y los reguladores tienen ahí uno de los principales desafíos.

7) Porque gracias a las plataformas es sumamente sencillo el acto de participar para quien quiere apoyar una iniciativa.

8) Porque es un proceso de co-gestación, ya que el creador no sólo toma el recurso económico sino también el aliento de su público.

9) Porque hay sensación de conquista.

10) Porque, gracias a todo ello, la comunidad se empodera, dotándose de mayor capacidad para plantearse la siguiente iniciativa: es un modo de relación que guarda memoria y se hace cada vez más fuerte.

Todo ello nos ayuda a entender la curva que vemos en la figura 1 donde aparece la gráfica de Google Trends cuando le pedimos las búsquedas del término “crowdfunding” en el mundo. Ahí se aprecia como la naturaleza lineal del crecimiento de los primeros años da paso a una dinámica exponencial a partir de 2012.

SearchFor_Crowdfunding_worlwide

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Algo similar vemos en la figura 2 que muestra los resultados de la misma búsqueda en España. En nuestro país son varias las plataformas de crowdfunding que han visto la luz en los últimos años, siendo tres de ellas las que han alcanzado ya un punto de madurez: lánzanos, verkami y goteo.

SearchFor_Crowdfunding_Spain

SearchFor_Crowdfunding_Spain

Me detendré un momento a comentar algunos datos que cualquier persona puede consultar en la web de Verkami:

Fundada en Mataró a finales de 2010 por un padre y sus dos hijos, aficionados a las artes y la cultura.

Verkami_foundersEl pasado mes de octubre fue galardonado por Naciones Unidas.

Hoy, ocho de noviembre, tiene 180 proyectos activos.

Desde su fundación ha alojado 2.200 proyectos, de los cuales el 70% (1.530) alcanzó la financiación que solicitaba.

En un momento de profunda dificultad económica en nuestro país Verkami ha atraído 7,43 millones de euros procedentes de 189.000 contribuciones. La contribución media es de 32 euros.

Salvando las distancias, el fenómeno presenta claras simetrías de naturaleza con Kickstarter. Volvemos a ver la escala manejable de proyectos que tienden un puente directo entre Creadores y (su) Público, atrayendo aportaciones de pequeña cuantía que, sumadas, hacen un cambio sostenido y relevante.

El crowdfunding está permitiendo liberar micro-recursos hacia el torrente sanguíneo de la economía que de otro modo no se pondrían en juego.

Permite liberar en forma de dinero la energía social residente en las comunidades: crowdpower.

Nos muestra que lo pequeño no sólo es hermoso, también poderoso.

Por ello, para compensar cada Telediario que veáis, os animo a dar una vuelta por la plataforma de crowdfunding que más os guste. Y, por su puesto, os animo a que contribuyáis a los proyectos que os interesen.

Es un gozo para el alma Apreciar Verdaderos Brotes Verdes.

Referencias:
www.rachelbotsman.com
www.kickstarter.com
www.verkami.com
www.lanzanos.com
www.goteo.org
www.crowdacy.com
www.manifiestocrowd.com

La música acompaña.

La música acompaña.

Esta encuesta que hemos realizado en España nos pone delante tres datos claros: a) la música es relevante para millones de personas, b) Internet nos da acceso a su inmensidad y c) el smartphone ubicuidad.

Son tres vientos favorables que hacen de la música tu compañera.

Nuestra relación con la música es una fuente de disfrute cotidiano, cómodo y relativamente económico. Es una experiencia recurrente, apetecible y, precisamente por ello, con alta probabilidad de ser compartida con el círculo de relaciones.

De ello se desprende que una marca que invierte en la música como puente de relación con los consumidores, no sólo está invirtiendo en una actividad con capacidad para captar la atención de su público objetivo, sino también con capacidad para formar parte de la relación que mantienen las personas entre sí.

A través de la música una marca puede formar parte de la Vida Social del Consumidor. La cuestión es ¿qué tipo de presencia en la música es adecuada para cada marca?

Comparto contigo mi punto de vista.

La música te permite dejar huella (no sólo impacto).
Todo es mucho más fácil si el público al que te diriges con tu inversión siente que tu presencia en la música es activa. Si entiende que gracias a tu marca se hace posible ese proyecto musical en el que estás invirtiendo y que, si lo hubiera hecho otra marca, sería de otro modo. Sería diferente.

Para obtener un retorno de calidad la marca que invierte tiene que dejar su huella en el proyecto, su sello. En definitiva, su marca.

Dejar huella es la condición necesaria para poder obtener reconocimiento, en el doble sentido de la palabra. El profesor José Antonio Marina nos habla de ese doble sentido:

“Reconocimiento es una palabra curiosa. En un principio designaba el mero percatarse de que ya habíamos conocido algo. Es la unión de una percepción con un recuerdo. ¿Cómo ha pasado a significar ‘mostrarse agradecido por cierto beneficio recibido’? (…)

El re del reconocimiento es el mismo re del recuerdo, palabra que procede de cor, corazón. Reconocer es aunar en nuestro corazón la alegría recibida y la causa de esa alegría.”

José Antonio Marina, Diccionario de los Sentimientos.

Este es el doble sentido del reconocimiento:

1) “Percatarse”: Notoriedad.
2) “Mostrarse agradecido por lo recibido”: Afecto (vía la gratitud).

Tenlo presente: tus opciones de retorno en notoriedad y afecto se verán incrementadas si tu marca deja su huella en los consumidores. Tienen que sentir que, en alguna medida, ese proyecto existe gracias a ti.

Crea algo Valioso, por Relevante, Coherente y Creíble.
Si quieres que tu marca deje huella, tu proyecto tiene que ser Valioso para ti y para el público al que te diriges. En el triángulo marcas-música-consumidor entiendo lo valioso como una síntesis de tres ingredientes: lo relevante, lo coherente y lo creíble.

Lo que considero Relevante atrae mi interés. Lo interesante capta mi atención. Prestando atención se esponjan los mecanismos de percepción, haciéndome más permeable a la experiencia que me están proponiendo.

Problema: ¿cómo voy a hacer algo relevante si mi marca no sabe de música?

No importa, ¿tu marca sabe de personas?

Si respondes afirmativamente busca al socio adecuado para crear el proyecto con el que imprimir tu huella en las personas a través de la música. Ese socio puede ser un artista conocido o anónimo, un instrumento musical, los propios fans de la música, los bares donde pinchan música, los emprendedores de barrio, un festival, un conservatorio, un futbolista, una película, Unicef …

La lista es prácticamente infinita.

Tu socio en un proyecto musical puede ser de cualquier naturaleza y estar en cualquier lugar. Sólo hay una cosa que todos los potenciales socios van a tener en común: también son una marca, como tú. Por lo tanto cualquier iniciativa de inversión en el territorio de la música es, por naturaleza, un Co-Branded Content Project.

Y ello implica que los valores de la /marca-inversor/ y los valores de la /marca-socio/ tienen que maridar adecuadamente pues, lo quieras o no, van a formar un todo. Ese trabajo de maridaje de valores cristaliza en una relación donde las dos marcas se prestan mutuamente poder en un efecto sinérgico.

El retorno de tu inversión será mejor si el consumidor percibe en vuestro proyecto …

Algo Coherente, con lo que ya sabe, piensa o imagina de vosotros.

Y si le parece Creíble viniendo de ambos.

La coherencia facilita la credibilidad. Si el proyecto se desarrolla en un territorio relevante, ya tienes los tres ingredientes de lo valioso para trabajar a favor de tu marca.

Es el momento de dar otro paso.

Contar una historia.
Pero no cualquier historia.

Tu proyecto musical tiene que ser una historia que genere en el público una vivencia acorde a vuestros intereses. La buena noticia es que la música es un lenguaje de gran plasticidad para contar historias.

La música se crea; se toca; se escucha; se baila; se canta; se ve; se disfruta; se descubre; se comparte; se discute; se compra; se regala; se recuerda; se ríe; se llora etc …

Se vive en vivo; se ve en la tele; se escucha en la radio; cuando conduzco, cuando cocino, cuando estudio … ; en casa, fuera de casa; cuando hago deporte; hablo de música con mis amigos; escucho a entendidos; mis músicos favoritos son personas a las que admiro; la tengo en soporte físico; en toda clase de dispositivos, etc…

¿Hay algo que quieras contar donde no haya sitio para la música?

Nos acompaña desde la noche de los tiempos, y hoy la tecnología nos da acceso continuo. Por su riqueza de recursos narrativos es genuinamente transmedia. No sólo por la diversidad de su lenguaje y de las situaciones en que se disfruta, sino también por la fertilidad en la relación interactiva con el público: la música facilita la participación de la gente.

Por todo ello es un territorio versátil para albergar e inspirar cualquier historia que provoque en el público la vivencia que tu marca quiere.

Si esa vivencia es valiosa las personas sentirán la necesidad de compartirla con sus círculos de relaciones. Formaréis parte de lo compartido. Tu marca y la de tu socio estaréis navegando la Vida Social de las Personas, y vuestro mensaje viajará más lejos, más tiempo.

Y aún tu proyecto puede tener más recorrido.

#nosolocompartir: dinámicas de creación colaborativa.
Tu historia puede alcanzar un nivel de atractivo tal que haya una porción de tu público objetivo que se muestre dispuesto a participar re-creando contenidos, añadiendo nuevas capas de interés a la historia inicial.

No serán muchas las personas que den el paso de crear contenidos nuevos, pero serán muchas más las que quieran ser espectadores de la participación de otros, añadiendo así una nueva capa de interés a tu historia, la cual ve incrementada la probabilidad de ser compartida.

Puedes optar por dejarlo ser de forma absolutamente espontánea, o también puedes optar por alentar y ofrecer un marco a este impulso co-creador dando paso a una creación colaborativa organizada o semi-organizada que, de nuevo, vuelve a generar contenido y alimenta la historia en una espiral que puede no tener fin.

Se difuminan los límites de la creación musical.
Este modelo de relación que favorece la participación y, en su caso, la creación colaborativa, es una propuesta donde se difuminan los límites entre el creador y la audiencia. Entre los productores y los creadores. Entre las marcas inversoras y los beneficiarios de la inversión.

Aflora un espacio de naturaleza “magmática”, una especie de sopa creativa en la que flotan artistas, productores, audiencia y anunciantes. Cuando una historia anida en esa sopa, todos sus integrantes tienen algo que ganar:

• Los artistas, hacer llegar su obra y vivir de ello.
• Los productores, su beneficio.
• La audiencia, disfrutar, compartir y participar.
• Los anunciantes, el retorno de su inversión en notoriedad y afecto.

El interés común a todos ellos es dar vida a una (buena) historia que imante con interés la atención de las personas. Este modo de estar presente en la música tiende a superar el corsé del concepto clásico de “campaña”. Una campaña vive lo que decide su anunciante. Una historia está viva mientras la gente le presta atención.

Si cuentas una buena historia en tu proyecto musical, durará mientras esté vivo el interés del público por relacionarse con esa historia y hacerla crecer. Y esto no se mide en tiempo “de reloj” sino en unidades de atención que la historia es capaz de atraer.

¿Se difuminan también los límites del negocio?
Si todos los ingredientes de la sopa tienen en común que el negocio se sostiene dando vida a buenas historias …

¿Podemos concebir un modelo de relación entre marcas, productores, artistas y público que no sólo tenga capacidad de crear y expandir cultura popular colaborativa, sino también de monetizarla y repartir los beneficios entre todas las partes que lo hacen posible?

¿Podemos imaginar a una marca co-creando proyectos musicales de tal calidad que haya personas dispuestas a pagar por ellos, y cuyo beneficio se reparte con los co-creadores, o se reinvierte en otros proyectos colaborativos?

¿Estamos en condiciones de imaginar que las inversiones en patrocinio musical de una marca se transformen en un acelerador de partículas creativas, que genere fenómenos culturales monetizables, enfocados a una audiencia que ya no es sólo un simple receptor pasivo de contenidos, sino un público que también puede ser co-creador y co-productor?

Quizás sean preguntas que hoy nos produzcan vértigo, pero creo que la puerta ya está abierta y es sólo cuestión de tiempo porque una comunidad de personas enfocadas a apoyar lo que consideran valioso es una energía social de gran poder.

Kickstarter nos lo está mostrando. En sus cuatro primeros años de vida (abril 2009-abril 2013) ha promovido 39.000 proyectos financiados con éxito vía crowdfunding (25 proyectos al día). De ellos, 11.100 (28%) son proyectos musicales.

Vivimos en la Era del Crow-Media.
El público ya no es una masa. Ahora se configura como multitud compuesta de comunidades que pueden organizarse en red para obtener lo que consideran valioso.

En la música ese consumidor crowd hoy puede …

• Participar en la difusión.
• Participar en la creación de contenidos.
• Participar en la financiación de los costes de producción.

¿Por qué no participar también en la inversión y en los beneficios?

¿Te imaginas a una marca contándote (buenas) historias a través de la música, que además te genere dinero?

¿Compartirías esa historia con tus amigos?

¿Esa marca obtendría tu reconocimiento?

¿Te dejaría huella?

Post publicado originalmente en el blog de MUWOM el 17 de junio de 2013, invitado por @RobertoCarreras.

Con ese título impartí una conferencia en el congreso MKT Summit 2012, celebrado en julio de 2012 en Guatemala City, invitado por Enae business school y Panamerican business school.

La idea central de la conferencia gravita en torno al Empower-gement, el fenómeno que se da en las comunidades poderosas, allí donde se funden empowerment y engagement. En esos casos aparece la danza entre el YO y el NOSOTROS, para indicarnos que lo uno con lo otro hacen la fuerza que extrae el néctar de la inteligencia colectiva.

El fenómeno queda ilustrado con experiencias como las de Kickstarter, Kiva, Orsai o los ingenios diseñados por Luis Von Ahn.

A partir de ahí formulo la pregunta ¿Pueden las marcas sumarse al cambio que vivimos, siendo algo más que simples espectadores?

Y doy paso a una serie de hipótesis de trabajo:

1) Las marcas tienen que aprender a Gestionar el Olvido como complemento de la tradicional Gestión de la Notoriedad.

2) Para ello las marcas tendrán que asumir el desafío de crear Huella (en su comunidad) y no sólo Impacto (sobre las masas).

3) La comunicación vía los Hechos toma más relevancia que el discurso publicitario.

4) Si las marcas quieren tomar un préstamo de atención de la gente, tienen que devolverlo con intereses. La cultura, el ocio y el estímulo de la inteligencia social son campos especialmente indicados para que las marcas puedan generar huella, cosechando la gratitud del ciudadano consumidor.

5) La Satisfacción del cliente produce fidelidad y patrón repetitivo de compra; la Gratitud del cliente genera colaboración y recomendación hacia la red de relaciones.

6) La pregunta clásica «¿Cómo puedo tener clientes fieles?» tiene que dar paso a esta otra: «¿Cómo puedo ser fiel a mis clientes?»

Finalmente expongo el caso de colaboración entre Pepephone y El Cosmonauta, dos marcas-comunidad que han decidido unir fuerzas en la creación de huella cultural.

Os dejo aquí la presentación que utilicé como apoyo, lista para su descarga gratuita y con licencia Creative Commons.

Hoy traigo dos modos de afrontar el mismo objetivo: reducir emisiones de CO2.

Dos modos de comunicar básicamente lo mismo al mismo público objetivo: el conjunto de la ciudadanía.

Uno, es un ejemplo clásico de campaña-monólogo. Es el tipo de comunicación que nos ha envuelto los últimos cincuenta o sesenta años. El otro es un ejemplo de comunicación-acción donde lo que cuentan son los hechos.

En la primera campaña el público objetivo es una «masa» a quien decirle qué tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer. En la segunda, al público objetivo se le hace una invitación.

Uno apela a la responsabilidad «porque si no hacemos esto la vamos a liar parda». El otro enfoca su mensaje hacia la sensibilidad como ser vivo que, siendo ya un organismo inteligente de base, simplemente necesita algo útil para sí + fácil de usar + agradable = experiencia apetecible, por tanto, me implico.

La primera campaña propone una tarea; la segunda un juego.

Para mover el comportamiento la primera campaña apela periféricamente al sentimiento de culpa; la segunda al sentido lúdico de la vida.

La primera se sustancia en consignas; la segunda simplemente confía en los ciudadanos.

¿Cuál crees tú que es más efectiva?

Ecoactúa: Junta de Andalucía 2009.

The Fun Theory. 2010

Yo tenía quince años cuando en Televisión Española se emitió la serie Cosmos, producida por Carl Sagan. Corría el año de 1981 y recuerdo que aquella serie de divulgación sobre astronomía despertó una auténtica ola de pasión en la sociedad española de la época.

Hace unos días visionando de nuevo la serie reviví con mis hijos la bella historia de cómo Eratóstenes dedujo la longitud de la circunferencia del planeta Tierra hace 2.200 años sin tener la posibilidad de circundarlo. ¿Cómo lo hizo?

Gracias a un espíritu libre de prejuicios que le permitió interrogarse sobre lo que observaba con la suficiente limpieza en la mirada, como para no dejarla empañar por las ideas establecidas en su época.

Cuenta la historia que llegó a oídos de Eratóstenes como en una ciudad del sur de Egipto llamada Siena, al mediodía del 21 de junio se podía ver el sol reflejado en el agua de un pozo hondo, y que las columnas del templo no proyectaban sombra alguna.

Esperó un nuevo solsticio para observar que en Alejandría, situada a orillas del Mediterráneo -mucho más al norte-, no acontecía ese fenómeno, pues una vara perfectamente vertical sí proyectaba sombra al mediodía del 21 de junio.

Este “simple” detalle le llevó a concluir que tal fenómeno sólo podía explicarse si la superficie de la tierra no fuera plana, sino curva. Imaginó que la tierra se asemejara a una esfera y su espíritu buscador le llevó a querer calcular el tamaño de su perímetro, para lo cual ideó un experimento.

Contrató a un hombre que midió en pasos la distancia que separaba a las dos ciudades (el equivalente a 800 kilómetros). Cuando llegó el nuevo solsticio de verano clavó una vara vertical en Alejandría y lanzó una cuerda desde el extremo superior de la vara hasta el extremo de la sombra que proyectaba en el suelo. El ángulo medía siete grados.

Por sus conocimientos de geometría dedujo que ese ángulo era exactamente el mismo que formarían dos hipotéticas varas, una clavada en Alejandría y otra en Siena, si se prolongaran y encontraran en el centro de la Tierra.

Siete grados es aproximadamente la cincuentava parte de una circunferencia. Multiplicó cincuenta por los ochocientos kilómetros de distancia entre las dos ciudades y ¡plup! estimó la longitud de la circunferencia en 40.000 kilómetros.

Las mediciones actuales nos indican que esa cifra es de 40.076 km en el ecuador y de 40.009 km entre los polos.

Este hallazgo animó a muchos navegantes a aventurarse en la exploración del planeta pues, a partir de ese momento, su dimensión ya era conocida y, por tanto, manejable. La conclusión de Eratóstenes redujo considerablemente la incertidumbre facilitando el tránsito desde el conocimiento a la acción.

¿Qué enseñanza extraigo yo, investigador social?

Esta historia me sugiere que el valor del investigador no está en la calidad de sus respuestas, sino en la calidad de las preguntas que plantea, entendiendo la calidad en un doble sentido.

1) La finalidad de las preguntas, esto es, su capacidad para desafiar la “franja de confort” del paradigma imperante en el momento. En la época de Eratóstenes, la creencia dominante en una tierra plana.

2) La imaginación para diseñar la pregunta. El experimento ideado por Eratóstenes es la forma que eligió para preguntarle al universo: “Dime, ¿cuánto mide el perímetro de este planeta?” Para lo cual el genio del investigador construyó un lenguaje a base de rayos de sol, pasos, varas, sombras y cuerdas.

Y aquí quiero que te detengas conmigo un instante, pues la experiencia de Eratóstenes me hace pensar sobre el tecno-ilusionismo que observo a menudo en los tiempos que corren. Como si la tecnología fuera la solución a todo y nos liberara de la responsabilidad de crear el conocimiento.

Ojo. La tecnología nos abre un mundo fascinante de posibilidades para interrogar al universo, cierto. Pero es el genio humano quien puede dirigir las preguntas, porque les imprime el propósito, las diseña e interpreta la información que producen a la luz del conocimiento previo, ya sea para re-validarlo o cuestionarlo.

Tengámoslo presente. Nos ayudará a educar a nuestros hijos como genuinos herederos de todos los Eratóstenes que nos han precedido.

Y por último, compañeros responsables de marcas y organizaciones: por favor, no renuncieis al espíritu de Eratóstenes que habita en vosotros. Las herramientas tecnológicas que los investigadores llevamos bajo el brazo son eso, herramientas. No conocen el lenguaje del universo social por sí mismas. Conectad con el «Punto Eratóstenes» en vuestra vida profesional y os ayudará a mejor comprender para mejor actuar, como ya les pasó a los navegantes en ese lejano siglo II antes de Cristo.

(En dos minutos de video Carl Sagan cuenta la experiencia).

Es muy probable que en la última semana hayas recibido varias invitaciones a colaborar con iniciativas solidarias, pues la Red es un hervidero de campañas de comunicación que buscan cosechar ese «momento yes» que nos dirige al click, ya sea con un me gusta, con un re-tweet, con un dejo mis datos, con una donación, con una afiliación …

Por encargo de iwith.org, en Two Much hemos realizado una investigación sobre «La Solidaridad y Yo en Internet», con una muestra de 1.184 internautas españoles tomados del panel Netquest. El estudio revela que 5,4 millones de internautas españoles se muestran permeables a realizar contribuciones económicas a iniciativas solidarias.

Este dato nos habla de la existencia de un importante «mercado» de potenciales donantes y como en cualquier otra meta que persigas, cuanto más afines tu comunicación y tu experiencia de marca, mejor te irá en la suma de voluntades.

Al indagar entre los entrevistados sobre qué es lo que motiva o inhibe a contribuir con un determinado proyecto solidario hemos encontrado la existencia de estas diez claves para cuidar la propuesta de valor de tu proyecto (seis impulsos y cuatro frenos):
Seis aspectos que motivan:

1) Sentir la transparencia, entendida en un triple sentido: a) en el destino de los fondos, b) en quién está detrás –mejor dicho, al frente- del proyecto y c) en la clara comprensión de la meta que se persigue.

Decimos “sentir” y no otro verbo porque la transparencia debe estar en cada poro de la comunicación. No es algo que el potencial donante tenga que ir buscando, sino algo que invada a quien recibe el mensaje.

2) Afinidad con el propósito: estar 100% de acuerdo personalmente con la meta.

3) Percibir Profesionalidad en la organización que promueve o lidera la iniciativa.

4) Cercanía con los beneficiarios: hay un plus de interés si los beneficios de la iniciativa se dan en el entorno más cercano.

5) Ir también más allá de la ayuda “clásica”: proyectos que Despiertan la Conciencia de todo tipo de personas y no sólo prestan ayuda a los más necesitados.

6) Feedback sobre los logros: que el proyecto informe de los logros, de los avances, de los resultados.
Cuatro aspectos que inhiben:

1) Participación en el proyecto (aunque sea la idea del siglo) de organizaciones o instituciones en las que no se confía, especialmente si éstas son políticas, religiosas o grandes empresas o empresarios.

2) Percibir opacidad o falta de transparencia.

3) Sensación de “manipulación emocional”: cuando se comunica desde el alarmismo, el paternalismo, se busca la lágrima fácil o se transmite al ciudadano algún sentimiento de culpa.

4) Temores a introducir los datos personales en el site, especialmente si se trata de los datos bancarios en las aportaciones económicas.

 

Ya lo ves. Hay millones de personas dispuestas a contribuir si encuentran proyectos de interés liderados por organizaciones confiables. Cuida tu propuesta de valor y verás crecer los apoyos.

Si te interesa profundizar, los resultados del estudio se encuentran disponibles para su descarga gratuita en estos enlaces de Slideshare:

Versión principales conclusiones (30 páginas); Versión informe completo (100 páginas).

También te dejamos la información de este post en formato de video-report.

 

 

Encuentro en el blog de Francisco Polo este video de 4 minutos. Una joya creada por kiva.org, la organización internacional especializada en microcréditos.

La pieza nos permite experimentar qué ocurre cuando 620.000 personas de todo el planeta prestan dinero (no donan, prestan) a otras 615.000 personas: emprendedores y estudiantes.

El crowdpower es un hecho -siempre lo fue- pero amigos creo que es el tema de la década: la fiesta del intercambio de unidades de vida entre las personas. Gracias Francisco por hacerte eco de esta iniciativa.

Qué importante es visualizar!

Intercontinental Ballistic Microfinance from Kiva on Vimeo.

5,4 millones de internautas españoles se muestran permeables a realizar contribuciones económicas a iniciativas solidarias. Y la fórmula preferida es el apoyo puntual a proyectos concretos, muy por encima del clásico pago de una cuota periódica a una organización.

Son datos extraídos del estudio «La Solidaridad y Yo en Internet», que Two Much research studio y Netquest hicimos en septiembre de 2011 por encargo de iwith.org, una ONG fundada en 2001 cuya misión es prestar servicios de tecnología de la comunicación a otras ONG’s, en los cinco continentes.

Los resultados del estudio se encuentran disponibles para su descarga gratuita en estos enlaces de Slideshare:

Versión principales conclusiones (30 páginas); Versión informe completo (100 páginas).

En este post os dejamos con una de las conclusiones más relevantes de esta investigación: en un video de 7 minutos hablamos del potencial que tiene el crowdfunding como medio para obtener apoyos económicos de la ciudadanía.

Ella más madridista que el escudo. Él barcelonista en vena. Ella blogea con su gracejo del barrio de Carabanchel («Madrí»). Él navega entre mitologías noveladas.

Desde hace tiempo se siguen en la Red. Se dejan comentarios en sus bitácoras, se echan piropos literarios y de vez en cuando algún requiebro zumbón.

Él acaba de publicar Antigua Vamurta, su primera novela. ¡Qué ilusión!

Ella tiene una hermana que, más que trabajar, da vida a una librería de barrio que no para de crecer en ventas desde su apertura -por algo será-, con un amplio escaparate que invita al paseante a leer. Librería Escolar y Mayo, calle de La Laguna, 32. Madrid.

Sin ponerse de acuerdo, sin que forme parte de la urdimbre de algún plan, la novela ya mira a los curiosos desde el otro lado del amplio escaparate.

Ella se siente feliz de haber creado esta estampa. Él, agradecido, celebra con todo el universo que a su Antigua Vamurta le han hecho un hueco en una librería con vistas a Carabanchel.

El encuentro que empezó siendo digital ya ha dejado su huella Off. Maravilla de hibridación. Ahora tienen más motivos para «ahONdar», pues lo que se encarnó Off, ya pide más vida On.

Escribo este post porque todos los días en este país, en este planeta, están pasando cosas así. Historías de armonía y colaboración desinteresada, porque sí. Historias que crecen al abrigo de ese contacto entre el mundo On y el mundo Off, como una suerte de marisma donde lo dulce y lo salado se besan, creando un estuario fértil de colaboraciones y posibilidades.

Son historias escritas en un idioma que nunca entenderán las agencias de rating, pero es el lenguaje de la Vida.

(Fotografía: Rubén Morales, de la serie Cuba 2009. Gracias Rubén)