Así se llama el primer documental sobre consumo colaborativo que se realiza en España, que se estrenó el 4 de diciembre de 2014 en los cines Renoir de Madrid.

Impresionante trabajo de la productora Alfa Zulú que ha logrado hilvanar un relato donde había más de cuarenta aportaciones, cada una de su padre y de su madre.

Compartir Mola

https://www.tutellus.com/3469/compartir-mola–la-revolucion-colaborativa

La iniciativa partió de Miguel Caballero y Héctor Castillo, la pareja que está liderando el proyecto de Tutellus, la plataforma colaborativa donde aprender y enseñar entre pares.

Desde Two Much research studio hemos tenido el honor de participar en la cinta aportando nuestro punto de vista sobre este fenómeno social que va a contribuir a transformar nuestras vidas, y no sólo la económica.

Estamos cambiando hacia una nueva sociedad colaborativa donde un buen número de personas está poniendo su confianza en juego, desatando el poder que habita en una paradoja: al confiar en desconocidos descubro que, realmente, confío más en mi.

Esta es la fuerza del intercambio Peer to Peer.

El documental es de 35 minutos. Y, además, hay más de dos horas de material extra con testimonios interesantísimos de las empresas y profesionales que están protagonizando este cambio.

Si te interesa el consumo colaborativo aquí tienes (mucha) tela que cortar.

Captura de pantalla 2014-12-07 a las 19.31.11

 

Este gráfico nos indica la evolución de los últimos años de las búsquedas en Google del término «crowdfunding», para todo el mundo.

GoogleSearch_crowdfunding_Worldwide

En Kickstarter, la plataforma referente del crowdfunding, desde su fundación en abril de 2009 hasta el día de hoy …

  • Han sido financiados con éxito 62.000 proyectos (34 al día).
  • Más del 85% son iniciativas relacionadas con las industrias culturales (música, cine, videojuegos, comics, novelas, fotografía, teatro, danza, etc…)
  • Han participado como mecenas 6,2 millones de personas repartidas por todo el mundo.
  • Que, juntas, han hecho 15,2 millones de aportaciones económicas, siendo la media de 70 dólares.
  • Lo que resulta en una atracción de más de 1.100 millones de dólares (sí, has calculado bien: 600.000 dólares al día).

Leer más

Con ese título impartí una conferencia en el Inesdi Digital Business School el viernes 21 de febrero de 2014.

La conferencia forma parte de las actividades preparatorias del Postgrado en Branded Content and Transmedia Storytelling que se celebrará entre marzo y julio de 2014. El programa es de 120 horas de duración y ha sido cuidadosamente diseñado por Eduardo Prádanos.

Comparto con todos vosotros el material que utilicé en la conferencia la cual, en síntesis, trató los siguientes temas:

1. Las dos naturalezas de «lo crowd»: multitudes y comunidades.

2. ¿Qué está pasando con el crowdfunding? Una mirada sobre kickstarter, sobre el (interesantísimo) fenómeno Fair Phone y el impulso que tiene este fenómeno en España.

3. ¿Pueden las marcas nutrirse del CrowdPower, esa energía social que habita en las comunidades? ¿Pueden las marcas ser algo más que meros espectadores del fenómeno crowd?

4. Siempre hay pioneros: el caso Pepephone como marca-comunidad. Toqué el tema de Pepephone como marca con un modelo de negocio basado en la Integridad, entendida como la coherencia entre los dichos y los hechos. Con ello está logrando algo más que «clientes satisfechos»; está logrando «clientes agradecidos», casi casi podemos hablar de «Pepefans«.

5. El nuevo paradigma emergente: de impactar a dejar huella; de la notoriedad a la gestión del olvido; de la fidelidad a la colaboración; en definitiva: de la satisfacción a la gratitud.

 
Espero que este material os sea de utilidad. Y me encantará conocer vuestras impresiones, críticas, sugerencias …

 
[slideshare id=31580689&doc=justcrowdit-140224113714-phpapp02]

Portada Revista Investigación y Marketing. Dic. 2013

Portada Revista Investigación y Marketing. Dic. 2013

Con el título «Crowdfunding: antes del funding está el crowd» he publicado un artículo en el número de diciembre 2013 de la Revista de Investigación y Marketing, editada por AEDEMO, la asociación que en España agrupa a los profesionales de la investigación de mercados y opinión.

Doy las gracias a Juanjo Ibáñez, director de la revista, y a Xavier Moraño miembro del consejo editorial que solicitó mi colaboración en este número.

Comparto aquí el contenido del artículo.

Resumen.
El crowdfunding ha llegado para quedarse entre nosotros y jugar un papel relevante en la creación de nueva vida económica. Lo que comenzó siendo una fórmula de apoyo a proyectos culturales de raíz Indie, se ha ido extendiendo por todo tipo de proyectos y latitudes en los últimos cinco años.
Hablamos de un fenómeno global que en España ha prendido con fuerza.

Necesitamos entender lo crowd para comprender el funding.

Así, en el término “crowd” (traducido del inglés como multitud) conviven dos significados. De un lado “multitud” nos habla de colectivo desde lo numérico. Comparte con el término “masa” una inclinación al número grande.

Pero de otro, el término crowd nos habla de “comunidad”, entendida como ese lugar donde los individuos se encuentran desde la afinidad y el propósito en común. Esta condición de “comunidad” pesa más que la de “multitud” cuando hablamos del crowd que habita en el crowdfunding.

Desde este punto de vista lo crowd es, antes que un grupo de personas más o menos numeroso, una energía social disponible que se activa cuando cuaja en comunidad.

El crowd-building es una emergente disciplina socio-tecnológica, quienes la dominan dan vida a fenómenos donde apreciamos la integración de dos fuerzas convergentes:

  • Engagement: la implicación que los miembros de la comunidad dedican con su participación.
  • Empowerment: el empoderamiento personal de los sujetos que forman la comunidad.

Allí donde convergen engagement y empowerment está la clave de las comunidades que llevan adelante sus proyectos como comunidades. Este empower-gement es la danza entre el Yo y el Nosotros. Lo uno sin lo otro no alcanza para extraer el néctar de la energía social residente en lo crowd.

La exploración, descubrimiento y puesta en valor de esta energía social está creando nuevas formas de vida económica empresarial al calor de conceptos como Sharing Economy, Collaborative Consumption o Indie Capitalism. Una Nueva Economía impulsada por líderes empresariales de nuevo cuño que comprenden la potencia de la energía crowd y saben cómo activarla (recomiendo seguir los trabajos de la investigadora Rachel Botsman).

rachel_botsman

Una parte importante de esa nueva vida económica son las plataformas de crowdfunding, y dentro de ellas Kickstarter es el buque insignia de ese fenómeno. Un referente a escala global.

Algunos datos sobre Kickstarter:
Fundada en EE UU en abril de 2009. En 2012 abre oficinas en Reino Unido y desde 2013 en Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

Los proyectos tienen un máximo de 60 días para conseguir la financiación que solicitan. Si en ese plazo no llegan a la cuantía solicitada no reciben nada. Si lo rebasan no hay limitaciones, reciben todo lo que sea aportado por los mecenas que apoyen el proyecto.

Kickstarter cobra el 5% de las contribuciones si el proyecto llega al éxito. Si no llega, no cobra nada.

En el momento que escribo estas líneas (viernes ocho de noviembre de 2013) hay 4.199 proyectos activos en Kickstarter solicitando financiación.

Desde su creación hasta hoy se han subido a esta plataforma 121.400 proyectos. De ellos el 43% logró su objetivo de financiación.

kickstarterEste ingenio socio-tecnológico ha contribuido a poner en juego más de 51.000 proyectos en menos de cinco años, concretamente en cuatro años y siete meses: 30 proyectos al día.

Desde su fundación los proyectos subidos a Kickstarter han logrado imantar la cuantía de 863 millones de dólares, de los cuales:

  • 739 millones corresponden a los más de 51.000 proyectos que llegaron al éxito.
  • 98 millones a los 70.000 proyectos que no lo alcanzaron.
  • Y 26 millones a los 4.199 proyectos que ahora mismo están activos.

Esos 863 millones de dólares han sido creados mediante 11,9 millones de aportaciones efectuadas por 5,1 millones de personas, de las cuales el 29% ha hecho aportaciones a más de un proyecto.

De lo anterior se desprende que la aportación media es de 72 dólares y que la ratio global es de 100 mecenas por proyecto. Hablamos por tanto de un fenómeno de magnitud considerable, pero compuesto por proyectos de escala bastante manejable. De hecho:

  • El 75% de los proyectos exitosos recabaron menos de 10.000 dólares.
  • Un 23% recabaron entre 10.000 y 100.000 dólares.
  • Y tan sólo el 2% consiguieron más de 100.000 dólares procedentes de sus mecenas, habiendo 51 proyectos hasta la fecha que han superado el millón de dólares. El record: 10,2 millones del proyecto Pebble, un smartwatch.

Esta idoneidad del crowdfunding para ser aplicado en escalas manejables es una de las principales razones por las que su uso se va extendiendo por todo tipo de actividades y latitudes.

Lo que comenzó siendo una fórmula para financiar proyectos culturales de naturaleza indie (música, cortometrajes, teatro, fotografía, comic, …), se fue extendiendo hacia todo tipo de proyectos e iniciativas donde un Creador busca establecer un puente directo con su Público, proponiendo que éste se implique en su desarrollo y obtenga, en intercambio, un beneficio que puede tomar diferentes formas.

Hay dos formatos básicos a través de los cuales se ha venido concretando esa relación directa entre Creadores y Público:

1. La donación, entendida como el apoyo a un proyecto simplemente “porque sí” por el simple -y gran- hecho de que el mecenas quiere que salga adelante, sin más retorno (que ya es), o con retornos de carácter sentimental (camisetas, chapas, figurar en los créditos …).

2. Pre-compra: antes de que un bien se fabrique o un servicio se preste, la idea me gusta, la quiero, confío en el creador y la pre-compro. Es decir, “comprar fiado”. Arriesgo mi dinero en la confianza de que ese producto/servicio va a satisfacer mis necesidades. A cambio obtengo el beneficio de adquirirlo a menor precio que si hubiera sido creado por el conducto clásico, o tener un producto o servicio en exclusiva que de otro modo no sería posible disfrutar.

Ambos formatos han estado -y están- muy presentes en la expansión del crowdfunding en el mundo. A medida que el fenómeno ha ido creciendo en tamaño y relevancia, van tomando cuerpo otros dos modos de participar como “mecenas”, que están siendo usados por algunos inversores:

3. Préstamo. Decido invertir en un proyecto prestando dinero a cambio de un interés, financiación sin más.

4. Accionista: aporto capital y tomo una participación en la propiedad.

crowdcubeEl préstamo y la participación en la propiedad son formas de lo que se viene denominando el Equity Crowdfunding, del que se espera un fuerte crecimiento en los próximos años por la capacidad de atraer el interés de inversores, especialmente micro-inversores (el lugar de referencia en estos momentos es la plataforma Crowdcube).

Esto hace que el ecosistema crowdfunding se haga más complejo, más diverso y con la participación de diferentes roles: gestores de las plataformas, creadores de proyectos, donantes, pre-compradores, inversores, analistas del riesgo, asesores de inversión … y, también, organismos reguladores.

Hasta hoy el crowdfunding se ha desarrollado por el impulso espontáneo de la sociedad civil orquestada en comunidades. Una vez demostrado su éxito y viabilidad, está en juego el Gran Salto que, para producirse, necesitará de una legislación que aporte garantías, sin mermar la frescura del fenómeno. En este asunto veremos una muestra del delicado equilibrio entre seguridad (jurídica) y libertad (creativa).

En cualquier caso, sea cual sea el tacto del legislador, el crowdfunding ha llegado a nuestras sociedades para quedarse entre nosotros. ¿Por qué pienso así?:

1) Porque es transparente.

2) Porque hay intercambio simétrico entre las partes.

3) Porque permite que una comunidad de personas afines y con un propósito en común se responsabilice por hacer posible lo que quiere.

4) Porque promueve la excelencia: los creadores tienen que ofrecer la mejor versión de sí mismos para captar el interés de su público.

5) Porque es altamente eficiente: el 100% de los recursos liberados van a la creación.

6) Porque protege la libertad creativa: el creador toma el control del proceso de creación, sin injerencias de los financiadores en sus decisiones. Este es un aspecto clave del fenómeno y el Equity Crowdfunding y los reguladores tienen ahí uno de los principales desafíos.

7) Porque gracias a las plataformas es sumamente sencillo el acto de participar para quien quiere apoyar una iniciativa.

8) Porque es un proceso de co-gestación, ya que el creador no sólo toma el recurso económico sino también el aliento de su público.

9) Porque hay sensación de conquista.

10) Porque, gracias a todo ello, la comunidad se empodera, dotándose de mayor capacidad para plantearse la siguiente iniciativa: es un modo de relación que guarda memoria y se hace cada vez más fuerte.

Todo ello nos ayuda a entender la curva que vemos en la figura 1 donde aparece la gráfica de Google Trends cuando le pedimos las búsquedas del término “crowdfunding” en el mundo. Ahí se aprecia como la naturaleza lineal del crecimiento de los primeros años da paso a una dinámica exponencial a partir de 2012.

SearchFor_Crowdfunding_worlwide

SearchFor_Crowdfunding_worlwide

Algo similar vemos en la figura 2 que muestra los resultados de la misma búsqueda en España. En nuestro país son varias las plataformas de crowdfunding que han visto la luz en los últimos años, siendo tres de ellas las que han alcanzado ya un punto de madurez: lánzanos, verkami y goteo.

SearchFor_Crowdfunding_Spain

SearchFor_Crowdfunding_Spain

Me detendré un momento a comentar algunos datos que cualquier persona puede consultar en la web de Verkami:

Fundada en Mataró a finales de 2010 por un padre y sus dos hijos, aficionados a las artes y la cultura.

Verkami_foundersEl pasado mes de octubre fue galardonado por Naciones Unidas.

Hoy, ocho de noviembre, tiene 180 proyectos activos.

Desde su fundación ha alojado 2.200 proyectos, de los cuales el 70% (1.530) alcanzó la financiación que solicitaba.

En un momento de profunda dificultad económica en nuestro país Verkami ha atraído 7,43 millones de euros procedentes de 189.000 contribuciones. La contribución media es de 32 euros.

Salvando las distancias, el fenómeno presenta claras simetrías de naturaleza con Kickstarter. Volvemos a ver la escala manejable de proyectos que tienden un puente directo entre Creadores y (su) Público, atrayendo aportaciones de pequeña cuantía que, sumadas, hacen un cambio sostenido y relevante.

El crowdfunding está permitiendo liberar micro-recursos hacia el torrente sanguíneo de la economía que de otro modo no se pondrían en juego.

Permite liberar en forma de dinero la energía social residente en las comunidades: crowdpower.

Nos muestra que lo pequeño no sólo es hermoso, también poderoso.

Por ello, para compensar cada Telediario que veáis, os animo a dar una vuelta por la plataforma de crowdfunding que más os guste. Y, por su puesto, os animo a que contribuyáis a los proyectos que os interesen.

Es un gozo para el alma Apreciar Verdaderos Brotes Verdes.

Referencias:
www.rachelbotsman.com
www.kickstarter.com
www.verkami.com
www.lanzanos.com
www.goteo.org
www.crowdacy.com
www.manifiestocrowd.com

El_2013_enKickstarterKickstarter en 2013 movilizó 480 millones de dólares aportados por más de tres millones de personas, procedentes de más de 200 países.

Párate a pensarlo: 1,3 millones de dólares al día (900 dólares por minuto).

Son cifras de Premio Nobel de Economía.

(más información aquí).

Mi hijo me preguntó ¿Por qué es tan importante Internet en tu vida?

Esto se me ocurrió:

Al nacer no elegí mi nombre, tampoco mis apellidos: Luis Miguel Barral González.

Tampoco mis padres eligieron la dirección postal de la casa donde vivíamos: calle independencia, 3, 2º piso, Madrid.

El número de teléfono fue asignado por otros: 91 228 4700.

Mi número de móvil también: +34 616 11 43 47.

En cambio he podido decidir cómo Quiero que sea mi dirección de e-mail, salvo la arroba: hola@twomuchrs.com

¿Ves la diferencia hijo? desde que ponemos el primer pie en Internet empezamos a ejercer nuestra Soberanía.

Por eso me parece tan importante.

 

La música acompaña.

La música acompaña.

Esta encuesta que hemos realizado en España nos pone delante tres datos claros: a) la música es relevante para millones de personas, b) Internet nos da acceso a su inmensidad y c) el smartphone ubicuidad.

Son tres vientos favorables que hacen de la música tu compañera.

Nuestra relación con la música es una fuente de disfrute cotidiano, cómodo y relativamente económico. Es una experiencia recurrente, apetecible y, precisamente por ello, con alta probabilidad de ser compartida con el círculo de relaciones.

De ello se desprende que una marca que invierte en la música como puente de relación con los consumidores, no sólo está invirtiendo en una actividad con capacidad para captar la atención de su público objetivo, sino también con capacidad para formar parte de la relación que mantienen las personas entre sí.

A través de la música una marca puede formar parte de la Vida Social del Consumidor. La cuestión es ¿qué tipo de presencia en la música es adecuada para cada marca?

Comparto contigo mi punto de vista.

La música te permite dejar huella (no sólo impacto).
Todo es mucho más fácil si el público al que te diriges con tu inversión siente que tu presencia en la música es activa. Si entiende que gracias a tu marca se hace posible ese proyecto musical en el que estás invirtiendo y que, si lo hubiera hecho otra marca, sería de otro modo. Sería diferente.

Para obtener un retorno de calidad la marca que invierte tiene que dejar su huella en el proyecto, su sello. En definitiva, su marca.

Dejar huella es la condición necesaria para poder obtener reconocimiento, en el doble sentido de la palabra. El profesor José Antonio Marina nos habla de ese doble sentido:

“Reconocimiento es una palabra curiosa. En un principio designaba el mero percatarse de que ya habíamos conocido algo. Es la unión de una percepción con un recuerdo. ¿Cómo ha pasado a significar ‘mostrarse agradecido por cierto beneficio recibido’? (…)

El re del reconocimiento es el mismo re del recuerdo, palabra que procede de cor, corazón. Reconocer es aunar en nuestro corazón la alegría recibida y la causa de esa alegría.”

José Antonio Marina, Diccionario de los Sentimientos.

Este es el doble sentido del reconocimiento:

1) “Percatarse”: Notoriedad.
2) “Mostrarse agradecido por lo recibido”: Afecto (vía la gratitud).

Tenlo presente: tus opciones de retorno en notoriedad y afecto se verán incrementadas si tu marca deja su huella en los consumidores. Tienen que sentir que, en alguna medida, ese proyecto existe gracias a ti.

Crea algo Valioso, por Relevante, Coherente y Creíble.
Si quieres que tu marca deje huella, tu proyecto tiene que ser Valioso para ti y para el público al que te diriges. En el triángulo marcas-música-consumidor entiendo lo valioso como una síntesis de tres ingredientes: lo relevante, lo coherente y lo creíble.

Lo que considero Relevante atrae mi interés. Lo interesante capta mi atención. Prestando atención se esponjan los mecanismos de percepción, haciéndome más permeable a la experiencia que me están proponiendo.

Problema: ¿cómo voy a hacer algo relevante si mi marca no sabe de música?

No importa, ¿tu marca sabe de personas?

Si respondes afirmativamente busca al socio adecuado para crear el proyecto con el que imprimir tu huella en las personas a través de la música. Ese socio puede ser un artista conocido o anónimo, un instrumento musical, los propios fans de la música, los bares donde pinchan música, los emprendedores de barrio, un festival, un conservatorio, un futbolista, una película, Unicef …

La lista es prácticamente infinita.

Tu socio en un proyecto musical puede ser de cualquier naturaleza y estar en cualquier lugar. Sólo hay una cosa que todos los potenciales socios van a tener en común: también son una marca, como tú. Por lo tanto cualquier iniciativa de inversión en el territorio de la música es, por naturaleza, un Co-Branded Content Project.

Y ello implica que los valores de la /marca-inversor/ y los valores de la /marca-socio/ tienen que maridar adecuadamente pues, lo quieras o no, van a formar un todo. Ese trabajo de maridaje de valores cristaliza en una relación donde las dos marcas se prestan mutuamente poder en un efecto sinérgico.

El retorno de tu inversión será mejor si el consumidor percibe en vuestro proyecto …

Algo Coherente, con lo que ya sabe, piensa o imagina de vosotros.

Y si le parece Creíble viniendo de ambos.

La coherencia facilita la credibilidad. Si el proyecto se desarrolla en un territorio relevante, ya tienes los tres ingredientes de lo valioso para trabajar a favor de tu marca.

Es el momento de dar otro paso.

Contar una historia.
Pero no cualquier historia.

Tu proyecto musical tiene que ser una historia que genere en el público una vivencia acorde a vuestros intereses. La buena noticia es que la música es un lenguaje de gran plasticidad para contar historias.

La música se crea; se toca; se escucha; se baila; se canta; se ve; se disfruta; se descubre; se comparte; se discute; se compra; se regala; se recuerda; se ríe; se llora etc …

Se vive en vivo; se ve en la tele; se escucha en la radio; cuando conduzco, cuando cocino, cuando estudio … ; en casa, fuera de casa; cuando hago deporte; hablo de música con mis amigos; escucho a entendidos; mis músicos favoritos son personas a las que admiro; la tengo en soporte físico; en toda clase de dispositivos, etc…

¿Hay algo que quieras contar donde no haya sitio para la música?

Nos acompaña desde la noche de los tiempos, y hoy la tecnología nos da acceso continuo. Por su riqueza de recursos narrativos es genuinamente transmedia. No sólo por la diversidad de su lenguaje y de las situaciones en que se disfruta, sino también por la fertilidad en la relación interactiva con el público: la música facilita la participación de la gente.

Por todo ello es un territorio versátil para albergar e inspirar cualquier historia que provoque en el público la vivencia que tu marca quiere.

Si esa vivencia es valiosa las personas sentirán la necesidad de compartirla con sus círculos de relaciones. Formaréis parte de lo compartido. Tu marca y la de tu socio estaréis navegando la Vida Social de las Personas, y vuestro mensaje viajará más lejos, más tiempo.

Y aún tu proyecto puede tener más recorrido.

#nosolocompartir: dinámicas de creación colaborativa.
Tu historia puede alcanzar un nivel de atractivo tal que haya una porción de tu público objetivo que se muestre dispuesto a participar re-creando contenidos, añadiendo nuevas capas de interés a la historia inicial.

No serán muchas las personas que den el paso de crear contenidos nuevos, pero serán muchas más las que quieran ser espectadores de la participación de otros, añadiendo así una nueva capa de interés a tu historia, la cual ve incrementada la probabilidad de ser compartida.

Puedes optar por dejarlo ser de forma absolutamente espontánea, o también puedes optar por alentar y ofrecer un marco a este impulso co-creador dando paso a una creación colaborativa organizada o semi-organizada que, de nuevo, vuelve a generar contenido y alimenta la historia en una espiral que puede no tener fin.

Se difuminan los límites de la creación musical.
Este modelo de relación que favorece la participación y, en su caso, la creación colaborativa, es una propuesta donde se difuminan los límites entre el creador y la audiencia. Entre los productores y los creadores. Entre las marcas inversoras y los beneficiarios de la inversión.

Aflora un espacio de naturaleza “magmática”, una especie de sopa creativa en la que flotan artistas, productores, audiencia y anunciantes. Cuando una historia anida en esa sopa, todos sus integrantes tienen algo que ganar:

• Los artistas, hacer llegar su obra y vivir de ello.
• Los productores, su beneficio.
• La audiencia, disfrutar, compartir y participar.
• Los anunciantes, el retorno de su inversión en notoriedad y afecto.

El interés común a todos ellos es dar vida a una (buena) historia que imante con interés la atención de las personas. Este modo de estar presente en la música tiende a superar el corsé del concepto clásico de “campaña”. Una campaña vive lo que decide su anunciante. Una historia está viva mientras la gente le presta atención.

Si cuentas una buena historia en tu proyecto musical, durará mientras esté vivo el interés del público por relacionarse con esa historia y hacerla crecer. Y esto no se mide en tiempo “de reloj” sino en unidades de atención que la historia es capaz de atraer.

¿Se difuminan también los límites del negocio?
Si todos los ingredientes de la sopa tienen en común que el negocio se sostiene dando vida a buenas historias …

¿Podemos concebir un modelo de relación entre marcas, productores, artistas y público que no sólo tenga capacidad de crear y expandir cultura popular colaborativa, sino también de monetizarla y repartir los beneficios entre todas las partes que lo hacen posible?

¿Podemos imaginar a una marca co-creando proyectos musicales de tal calidad que haya personas dispuestas a pagar por ellos, y cuyo beneficio se reparte con los co-creadores, o se reinvierte en otros proyectos colaborativos?

¿Estamos en condiciones de imaginar que las inversiones en patrocinio musical de una marca se transformen en un acelerador de partículas creativas, que genere fenómenos culturales monetizables, enfocados a una audiencia que ya no es sólo un simple receptor pasivo de contenidos, sino un público que también puede ser co-creador y co-productor?

Quizás sean preguntas que hoy nos produzcan vértigo, pero creo que la puerta ya está abierta y es sólo cuestión de tiempo porque una comunidad de personas enfocadas a apoyar lo que consideran valioso es una energía social de gran poder.

Kickstarter nos lo está mostrando. En sus cuatro primeros años de vida (abril 2009-abril 2013) ha promovido 39.000 proyectos financiados con éxito vía crowdfunding (25 proyectos al día). De ellos, 11.100 (28%) son proyectos musicales.

Vivimos en la Era del Crow-Media.
El público ya no es una masa. Ahora se configura como multitud compuesta de comunidades que pueden organizarse en red para obtener lo que consideran valioso.

En la música ese consumidor crowd hoy puede …

• Participar en la difusión.
• Participar en la creación de contenidos.
• Participar en la financiación de los costes de producción.

¿Por qué no participar también en la inversión y en los beneficios?

¿Te imaginas a una marca contándote (buenas) historias a través de la música, que además te genere dinero?

¿Compartirías esa historia con tus amigos?

¿Esa marca obtendría tu reconocimiento?

¿Te dejaría huella?

Post publicado originalmente en el blog de MUWOM el 17 de junio de 2013, invitado por @RobertoCarreras.

Joan Melé trabaja en Triodos Bank, un banco diferente por transparente y ético. En esta entrevista en La 2 Joan habla sobre nuestra relación con el dinero.

Te la recomiendo entera, pero si no tienes tiempo ahora para disfrutarla te sugiero que veas del minuto 7:34 al 9:08.

Si te animas me encantaría saber qué te parece lo que nos dice Joan. Puedes escribirlo ahí abajo, en los comentarios. Muchas gracias!

transmedia_tucamon_abril_2013«La distancia más corta entre dos personas es una historia
Esta frase la escuché hace un año en boca de Bill Boyd un maestro de lengua inglesa que utiliza las artes del storytelling para conectar con sus alumnos de secundaria.

Creo que la frase es un buen comienzo para enmarcar un post donde te propongo hablar de conectar a personas a través de historias, una cuestión que nos acompaña desde la noche de los tiempos. Y si no ¿porqué las culturas de la Antigüedad crearon Mitos para transmitir su visión de la Vida?

El poder de las historias fue uno de los temas centrales el pasado cuatro de abril en Camon Madrid, donde participé en una mesa redonda sobre Transmedia y Social TV compartiendo cartel con Melanie Parejo (youtube) y Nacho Gómez (Radio Televisión Española), invitados por Rafael Linares (Universidad Rey Juan Carlos).

En este foro pude esbozar algunas reflexiones que van madurando en los últimos meses y que ahora quiero compartir con todos vosotros.

El principio de todo lo demás.
Las buenas historias tienen el poder de imantar la atención del público. Su fuerza magnética es su capacidad de interesar. O si lo prefieres lo podemos poner en código banquero: sólo recibes un préstamo de atención si lo vas a devolver con intereses.

Hoy somos parte de un ecosistema sociotecnológico –personas conectadas, dispositivos y aplicaciones- que pone a nuestro alcance nuevas y diversas puertas de acceso a las historias. Hoy, si queremos, podemos «vivir en» una historia y no sólo ser espectadores de la misma. ¿Qué quiero decir? Déjame que te cuente lo que estoy experimentando con El Cosmonauta.

Desde el 5 de abril sigo en Facebook (Nayik) las conversaciones que tienen once personajes de la película, seis semanas antes del estreno (14 de mayo). Estoy afiliado a su comunidad, el Programa K, y recibo periódicamente la newsletter donde los creadores me amplían aspectos de la historia, a veces usando ficción y otras veces tirando de contexto histórico documental. Junto al largometraje hay otras 34 piezas -entre 4 y 15 minutos- que cuentan aspectos de la historia. No son imprescindibles para entender el largo, pero sí me lo harán una experiencia más rica e intensa. Puedo entrar en su web y descargarme el guión, o comprar «Poética para Cosmonautas» un poemario que ha inspirado aspectos de la historia. Si quiero puedo hasta organizar un estreno-fiesta, o re-mezclar la película a mi antojo etc, etc, etc…

En fin, los creadores han puesto ante mi un menú de posibilidades para que sea yo quien elija cómo y hasta dónde me quiero implicar en el disfrute de esta historia, inspirada en la carrera espacial rusa de los años 60 y 70.

Que cada cual elija la experiencia.

Está claro, los «cuentacuentos» contemporáneos disponen de un utillaje más rico para poner en juego su talento y creatividad, lo que trae aparejado una de las cosas más interesantes de las historias transmediadas: que permiten a sus seguidores elegir el grado de implicación.

Hay quien decide ser espectador pasivo; quien decide comentar y compartir con sus círculos de relaciones; quien va un paso más allá e interactúa con los personajes en Twitter o Facebook o en la App creada al efecto; quien participa creando contenidos en colaboración con los guionistas; hasta quien decide crear historias que enriquecen el universo narrativo … Lo transmedia facilita la participación del público y eso es fuente de riqueza para la historia.

En la mesa redonda Nacho Gómez contó la deliciosa anécdota de un fan de la serie Isabel, experto en latín, que hizo llegar a los guionistas el juramento que los Reyes Católicos usaron en una ceremonia real, escrito en el latín del siglo XV. Se incorporó a la ficción.

isabel-tve

Los Fans y la Gratitud.
Y todo ello facilita la creación de comunidades de personas que viven en la historia y la hacen crecer tanto en contenidos como en difusión porque, simplemente, les gusta y forma parte de sus vidas. Es una modalidad de intercambio que se basa en el principio de Gratitud, más poderoso que el de Satisfacción.

La Gratitud es un sentimiento que impulsa a querer corresponder porque lo recibido se considera sorprendentemente valioso; la Satisfacción en cambio es el sentimiento de estar conforme con lo recibido porque se ajusta a lo pactado, pertenece al reino de lo esperado. La Gratitud moviliza hacia un nuevo intercambio; la Satisfacción complace.

Los fans de una historia vibran en Gratitud, razón por la que late en ellos su impulso a corresponder colaborando del modo que está a su alcance para que esa historia sea aún mejor. Los fans no son gente rara, son gente agradecida.

La reconversión publicitaria.
Y este momento maravilloso para contar historias convive con la necesidad de reconvertir el discurso publicitario de las marcas. Los consumidores-ciudadanos mostramos cada vez más reparos a prestar atención a los mensajes envasados en códigos publicitarios convencionales, pues los asociamos con a) apariencia y b) interrupción. Hemos desarrollado una profilaxis para protegernos de la publicidad “monda y lironda”.

Las marcas necesitan recuperar su prestigio social como elementos centrales de la cultura en la que viven. Pero …

¿Cómo labrarse un prestigio social si los destinatarios de tu mensaje no quieren prestarte atención en el lenguaje en que les hablas?

Un camino para volver a ser relevantes: contar historias.
Si damos por bueno que “la distancia más corta entre dos personas es una historia», comprendemos que las marcas tienen ahí la oportunidad de generar un espacio de cercanía con sus consumidores, tendiendo un puente por donde podrán circular sus decisiones de compra cuando llegue la ocasión. Si esas historias están tejidas con los mimbres de la narrativa transmedia podrán ser más intensas, más interactivas, más completas, más ubicuas … más envolventes.

Estoy convencido de que la próxima década nos deparará suficientes ejemplos de historias relevantes para el público que se van a producir o co-producir con una parte del dinero que hoy está en los presupuestos publicitarios.

Dinero que en vez de ir destinado a conseguir impacto, irá enfocado a generar huella.

Dinero que no sólo buscará mantener o incrementar la notoriedad, sino que tendrá como misión gestionar el olvido, creando sentimientos duraderos de aprecio, afecto o simpatía hacia la marca que lo invierte.

En definitiva, dinero invertido para retornar en Gratitud, ese sentimiento que moviliza a querer corresponder.

En los actuales tiempos del Crowd Media la forma más habitual de corresponder es compartir las experiencias gratas con nuestros círculos de relaciones. La recomendación de nuestros pares es un capital social circulante que está ahí, disponible para toda marca que sepa tocar el punto “G”, el de la Gratitud.

¿Qué necesitamos para reconvertir el discurso publicitario?
Provocar el encuentro y el diálogo fértil entre marcas y creadores de historias.

Necesitamos anunciantes que confíen sus necesidades de comunicación a cuentacuentos que sepan manejar la presencia sutil de una marca en una historia.

Necesitamos creadores que quieran y sepan contar historias que generen el legítimo y necesario retorno a sus mecenas.

Y necesitamos no perder de vista que el público no presta su atención a una historia para comprar yogures. Presta su atención porque esa historia le está hablando de él.

Ya comprará el yogur cuando toque. Y ahí estará tu marca … si no cae en el olvido.

 

Gracias a todos mis compañeros y profesores de la primera promoción del Curso Superior Universitario de TV Social, Transmedia y Nuevas Narrativas Audiovisuales,  orquestados por Eduardo Prádanos. Gracias por ayudarme a explorar en esta nueva frontera.

Aquí os dejo el video de la jornada (la mesa redonda comienza en el momento 1 hora y 13 minutos. Antes está la conferencia de Rafael Linares sobre Transmedia, y después la de Eduardo Prádanos sobre Social TV).

Ya está aquí. El póster oficial del largometraje cuyo estreno mundial será en Madrid, cine Callao, el próximo 14 de mayo.

¿Qué es lo que hace especial a esta película?

De entrada, que no es una película. Es una historia transmedia que se desarrolla en un largometraje (90′) y más de 30 piezas alrededor que enriquecen lo que la película cuenta, ofreciendo puntos de vista complementarios que, si tú lo deseas, te permiten vivir esta historia con más intensidad y lujo de detalles.

De hecho la trama de la peli ya se está desarrollando en Facebook desde el pasado cinco de abril. Seis semanas antes del estreno once personajes de la película han empezado a conversar sobre aspectos de la historia que no salen en el largo, pero que te viene genial conocer para vivirlo más intensamente. Puedes seguir la narración en Facebook, llamada Nayik, aquí.

A decir verdad esta historia comenzó su vida pública hace seis años cuando tres jóvenes sin dinero pero con sueños, y coraje para aterrizarlos, decidieron que iban a contar la historia que querían contar. Antes de que hubiéramos descubierto el crowdfunding invocaron a su incipiente comunidad de fans y, desde entonces, han ido obteniendo lo necesario para poder hacer la obra que querían, sin injerencias.

La suma se llama 400,000 euros procedentes de 5.000 personas; y otros 500.000 euros procedentes del trabajo de un equipo de profesionales que han diferido el cobro de sus salarios hasta que la película genere los ingresos.

Asimismo, estos tres jóvenes -Nicolás, Carola y Bruno- han logrado algo muy difícil de ver: una marca, Pepephone, ha aportado una cuantía importante a la producción (80.000 euros) sin poner condiciones que afecten de ninguna manera a la calidad de la historia o a la libertad creativa de sus creadores. Todo un ejemplo de inteligencia, pues sin imponer nada están obteniendo el más valioso de los retornos: aquel que es fruto de la gratitud.

Esta película se podrá ver desde el día 17 de mayo en Internet en una modalidad francamente interesante. Desde su site podrás acceder al visionado completo sin pagar ninguna cantidad, simplemente compartiendo con tus círculos de relaciones (facebook, twitter…) que la vas a ver: «share per view». Tras ver la película podrás aportar la cuantía que consideres, si quieres. Si no, está bien, no pagas nada. ¿Te suena? ¿Recuerdas los excelentes museos de ciudades como Londres? ¿Recuerdas lo que hiciste la última vez que ese músico te pellizcó el corazón en algún vagón de metro?

Esto sólo es posible si hay Confianza. Confiar en que el público sabrá reconocer y contribuir con sus artistas si estos les proporcionan una experiencia grata. En el fondo, es confiar en la calidad de tu propio trabajo y en la íntima conexión entre creador y fan. Aquí no hablamos de una relación. Hablamos de comunión.

Otra cualidad que me gusta de este proyecto es que cualquier persona del mundo está autorizada por los creadores de El Cosmonauta para organizar un pase público de la película … y cobrar entrada. Ellos te envían una copia licenciada, te envían el material promocional necesario y, simplemente, te piden que una vez que descuentes los gastos del evento hagáis el reparto del beneficio. Te conciben como un socio, no como un pirata.

Además, claro está, se podrá ver en salas, en TV y en los sites de Video On Demand (VOD). También podrás comprar en su tienda el DVD donde, junto al largo, tendrás las otras más de 30 piezas -unas de ficción, otras no- que componen la historia, cuyo metraje sumado es como el del largo. También, si lo deseas, podrás adquirir merchandising (libros, diario de rodaje …).

Todos los detalles los encontrarás en este documento, llamado The Plan-versión 3. Os lo recomiendo si os interesa ver cómo una idea radicalmente nueva se aterriza, permaneciendo fiel a la nobleza de su propósito. No me extraña que este proyecto sea caso de estudio en universidades y escuelas de negocio, sin ir más lejos, en el reputado Instituto de Empresa.

Por si fuera poco, estos tres creadores van a poner en la red más de 140 horas de grabaciones en bruto, de calidad profesional, licenciado con Creative Commons para que cualquier persona haga el montaje que le dé la gana, o lo mezcle a su antojo. No hay ninguna prohibición para usar este material, sólo te piden dos cosas: que cites la fuente original, y que si lo haces con fines lucrativos repartas el beneficio con ellos.

En fin, no puedo ocultar el entusiasmo, ni lo voy a hacer. Admiro a Nicolás, Bruno, Carola y a su obra. Soy uno de los cinco mil productores y hablo de este proyecto en cuanto tengo ocasión. Me siento muy agradecido de poder contribuir con este fenómeno, y me MUERO de ganas por ver la peli, que tiene una pinta estupenda.

Os dejo con el trailer.