La vida híbrida On / Off

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Ella más madridista que el escudo. Él barcelonista en vena. Ella blogea con su gracejo del barrio de Carabanchel («Madrí»). Él navega entre mitologías noveladas.

Desde hace tiempo se siguen en la Red. Se dejan comentarios en sus bitácoras, se echan piropos literarios y de vez en cuando algún requiebro zumbón.

Él acaba de publicar Antigua Vamurta, su primera novela. ¡Qué ilusión!

Ella tiene una hermana que, más que trabajar, da vida a una librería de barrio que no para de crecer en ventas desde su apertura -por algo será-, con un amplio escaparate que invita al paseante a leer. Librería Escolar y Mayo, calle de La Laguna, 32. Madrid.

Sin ponerse de acuerdo, sin que forme parte de la urdimbre de algún plan, la novela ya mira a los curiosos desde el otro lado del amplio escaparate.

Ella se siente feliz de haber creado esta estampa. Él, agradecido, celebra con todo el universo que a su Antigua Vamurta le han hecho un hueco en una librería con vistas a Carabanchel.

El encuentro que empezó siendo digital ya ha dejado su huella Off. Maravilla de hibridación. Ahora tienen más motivos para «ahONdar», pues lo que se encarnó Off, ya pide más vida On.

Escribo este post porque todos los días en este país, en este planeta, están pasando cosas así. Historías de armonía y colaboración desinteresada, porque sí. Historias que crecen al abrigo de ese contacto entre el mundo On y el mundo Off, como una suerte de marisma donde lo dulce y lo salado se besan, creando un estuario fértil de colaboraciones y posibilidades.

Son historias escritas en un idioma que nunca entenderán las agencias de rating, pero es el lenguaje de la Vida.

(Fotografía: Rubén Morales, de la serie Cuba 2009. Gracias Rubén)

19 comentarios
  1. Gerardo Dice:

    Muy bonito. El recuerdo de la emoción. Ahora que imperan los tecnócratas, y vivimos rodeados de dirigentes grises, de bajo perfil, que no molesten. Es capital reivindicar lo importante.

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  2. Susana Muñoz Dice:

    ¡Qué belleza Luismi! Cuánta poesía hay en lo cotidiano…en lo que tantas veces tachamos de prosaico…
    Gracias por recoger una de las tantas historias anónimas que tocan el corazón y que ocurre todos los días a nuestro alrededor.

    Un beso. Susana.

    Responder

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